(4) Run Away with Me (Adrinette/Ladynoir) AU +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 35 ◦ °◦✯◦°◦.*

—¿Qué te gustaría por navidad~?—Alya y Nino rieron juntos cuando los 6 caminaron por las calles de la SM, así era como la llamaban ahora, la única diferencia era que ya no le pertenecían a Zuzunaga.

«Por el bien de los propietarios de estas tiendas, no sabía si estaba bien o mal el que las bandas hubieran tomado control sobre lo que había sido de Zuzunaga. Los chicos estaban constantemente planeando en robar sus nuevas áreas adquiridas, pero aun así, ella seguía escuchando cuántas tiendas vendían cosas robadas así que tal vez los propietarios no tenían motivos para quejarse de ser robados... »

—No sé qué darle a Bee~—Adrien suspiró a su lado y Alix lo miró divertida.

—¿Le vas a dar algo? —la banda preguntó y Adrien se sonrojó.

—¡Por supuesto que sí! —respondió. —¡Algo que explote en su cara! ¿Creen que una granada estaría bien?

Alix viró los ojos y con un bufido, Adrien giró la mirada hacia las tiendas. Marinette permaneció en silencio mientras caminaban.

No les había hablado durante todo el camino. No sabía cómo comportarse con ellos después de lo de la otra noche cuando había criticado su forma de vida, de la cual ahora era parte. Estaba sorprendida de que la hayan invitado a las compras navideñas.

—¿Qué tenemos por aquí? —dijo Kim, deteniéndose en una tienda.

—Hey~—Alya y Nino se unió aprobatoriamente. —¡Podríamos hacerles un envío a todos los chicos en Francia desde España!

Marinette miró al propietario del lugar.

«Al hombre no debía estar yéndole bien ya que había tenido que abrir una tienda en estas calles. »

—Van..., ¿de verdad van a robar ese lugar? —Marinette tuvo que preguntar, esperando que estuvieran bromeando, y todos los chicos la miraron, sorprendidos.

—Sí. —Respondieron como si fuera lo más normal en el mundo.

«Bueno, tal vez para ellos lo era. »

—Oh. —Marinette musitó.

«Quería irse de ahí. No quería formar parte de ello. »

Hubo un momento de silencio antes de que Adrien hablara.

—De acuerdo, no lo haremos.

Sorprendida, Marinette miró al líder llevarlos en dirección opuesta.

—N-no, no fue mi intención intervenir..., yo solo... —Marinette trató de explicar, pero su voz murió a mitad de su oración. —Solo estaba preguntando...

—¿Qué hay de ese lugar? —Adrien preguntó, señalando una tienda de celulares robados. —Han estado despidiendo a mucha gente y seguirán haciéndolo. La mayor parte de sus ingresos van directo a los grandes jefes. ¿Estaría bien tomar ese lugar?

—Eso vendría bien. —Alya estuvo de acuerdo.

—Minibug, ¿te parece bien? —preguntó Alix y antes de saberlo, Marinette supo que estaba siendo el centro de atención.

«¿Por qué la banda pedía su consentimiento? »

—S-supongo... —respondió.

—¡Ok, hagámoslo! Amor, espera en el callejón. —Dijo Adrien. —Chicos, asegúrense que los empleados llevarán el mensaje hasta la cima, de que si los jefes no dejan de llevarse todos los ingresos, regresaremos. De otro modo, ellos solo responderán a esto, aminorando el personal para salvar sus pérdidas.