Efandada Con Ruggero

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-¡Hey vos! -llamó Ruggero refiriéndose a Karol-Necesito que hagas mi dormitorio, ahora!-ordenó.

-En un momento, primero haré los de tus hermanos -dijo ella.

-Qué no escuchas? Sos sorda? dije A-HO-RA -mencionó él, separando las sílabas.

-Si te escuche, y creo que vos también me escuchaste de que voy a hacer los dormitorios de tus hermanos primero y después el tuyo.-explicó la muchacha, mientras su paciencia poco a poco se iba agotando.

-¿Quien diablos te crees para hablarme asi?, sos solamente una pobre empleada. -preguntó Ruggero tomandola fuertemente del brazo.

-¿Quien te crees vos para tomarme así?, seré una simple empleada pero tengo más educación que vos-protestó Karol mirando como la tenía agarrada Ruggero.

-Sabes que te puedo correr de esta casa -amenazó él.

-¿Enserio?. Bueno, dale. -se defendió ella -Pero si lo haces, en 3 meses no tendrás a nadie que te pueda hacer la cama, ni prepararte lo que el señor se le antoje.-Gruño ella, la paciencia que tenía ya se le estaba agotando-Ahora por favor, permiso, tengo mucho trabajo. -dijo la joven deshaciéndose del agarre.

James quedó parado en el mismo lugar, como en estado de shock, jamás había pensado que ella se pondría así, tan a la defensiva, ahora la odiaría mas por comportarse de esa manera, la miró como entraba a la pieza de Sole, ¿Estaría siendo muy duro con ella? Hace mucho tiempo no sentía la lastima por los demás. ¿Porque sentirlo por ella? Se preguntaba a si mismo, solo es una empleada ya las empleadas siempre se les trata como tal, como empleadas.

Karol entró a la pieza de Sole enfurecida y los nervios la consumian por dentro, era primera vez que se enfrentaba así de fuerte con Ruggero, igual se lo merecía, nadie nunca la habia ordenado las cosas de esa manera, ni la han humilladó de esa manera, una simple y pobre empleada, podría serlo pero era humilde, respetuosa con quien la respeta, todo lo

contrario a el, hacía la cama de Sole enfurecida, tenía ganas de volver y estrangularlo por idiota, pero si lo hacía seguramente la meterían en la cárcel.

Después de haber hecho todas las habitaciones, se fue a barrer el patio, barría tranquilamente disfrutando del viento que chocaba con su cuerpo, y hacia flamear su cabello, hasta que vio unos pies abajo de la escoba, unos pies descalzos, se notaban delicados, ya que las uñas estaban pintadas de un rojo rubí.

-¡Hey!- Karol levanta la cabeza y se encontró con el rostro de la rubia -¿Podrías dejar de barrer?, estoy tomando sol y no lo puedo hacer tranquila... me llega todo este asqueroso polvo. -reclamó.

-Lo siento pero mi deber es barrer todo el patio -avisó la muchacha, mientras gotas de sudor recorrian su frente.

-Si quieres barrer mugre, porque no te barres a vos misma. Eh?-dijo la mujer rubia, muy molesta por el atreviento de Karol.

-Siempre pense que las rubias son tan huecas, y jamás cambiaré mi opinión hacia ellas.

-¿Me estas llamando hueca empleada de cuarta?-Preguntó Alexa ya casi tirando humo por las orejas.

-No sé si el saco te queda pero te lo presto - dijo Karol y junto con ello sintió la cacheta que la rubia le dio en la mejilla, la hizo voltear un poco la cabeza, con su cabello en el rostro.

-No sabes con quien te estas metiendo pobretona-replicó.

-Lo sé perfectamente sabes-detalló la empleada.

-Sos una mugre al igual que todas las de tu clase- mencionó Alexa dejando el lugar y entrando a la casa hecha una furia.

Solo una empleadaWhere stories live. Discover now