LA Llegada De Mis Patrones

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A las ocho en punto de la noche tocaron el timbre de la casa ¿Era necesario preguntar de quién se trataba? Obviamente no, eran los tan esperados dueños de casa.

Gloria amablemente se ofreció en ir a abrir la puerta.

Mientras que Karol y Ruggero se encontraban en la habitación de él, reiendo por cualquier cosa. Pero no sabían que el destino podía cambiar, y decidir otros caminos.

—Creo que ya llegaron tus papás. —Le dijo Karol levantándose de la cama.

—Si, a si parece. —Susurró él repitiendo la acción de ella.

—Bueno, bajemos. —La joven estaba a punto de abrir la puerta, cuando su llamado la detuvo.

—Espera. —Mencionó Ruggero, acercándose a ella, para después darle un beso en sus labios, ¿Hermoso no?, ojala no hubiesen llegado los padres de Ruggero, ahora tendría que irse a su casa, evitando verse seguidamente, ¿pero ahora que pasará entre ellos? ¿seguirán con todo esto a escondidas?.

—Ahora si, vamos. —Mencionó Ruggero cuando se separo de los labios adictivos de Karol.

Ésta solo sonrió y se dispusieron a bajar, ¿Podría durar todo esto para siempre?

—Ruggero, mi amor, ¿Cómo estás? —Preguntó su mamá cuando lo vio bajar por las escaleras.

—Bien. —Fue la simple respuesta de Ruggero; aunque su respuesta haya sonado más frívola de lo que le hubiese gustado. —¿Tú como estás?

—Muy bien. —Su madre no pudo evitarlo más, y se arrojo a los brazos de su hijo envolviendolo en un abrazo, que él torpemente respondió..

—¿Y papá?

—Está ayudando a Madison con las maletas.

—¿Quién es Madison? —Preguntó Ruggero confundido, cuando deshicieron el abrazo. —¿Y bien?

—Señora Cathy, donde dejo las maletas —Dijo una chica peliroja entrando a la casa, quien inmediatamente miro a Ruggero con gran interés.

—Madison es hija de un empresario amigo de la familia, hijo, y vino a estar con nosotros un tiempo, quiere conocer la ciudad y tomar unas largas vacaciones. —Detallo Cathy mientras se acercaba a la chica.

—¡Hola! —Saludó, con una gran sonrisa, la pelirroja.

—Hola. —Saludó de forma cortante  Ruggero, quien dirigió su mirada a Karol.

Hasta ese momento ella se había mantenido callada y observadora ante toda la escena que se estaba presentando delante de ella.

La pelirroja no deberia de estar aquí.

Cuando la mirada de Karol y Ruggero se cruzaron, ella bajo la vista incapaz de mirarlo directamente a los ojos.

—Karol por favor lleva las maletas de Madison al cuarto desocupado que hay. —Ordenó la señora Cathy.

—Ésta la llevo yo, no te preocupes. —Susurró Madison, refiriéndose a la maleta.

¿Será Madison una nueva contrincante?, ¿Tendrá que tener cuidado con ella?, bueno recién estaba llegando, y Karol no sabia con exactitud cuales eran las intenciones de ella.

Karol subió las maletas que pesaban toneladas, seguramente tenía piedras dentro de ellas.

Entro donde sería la nueva habitación de la invitada; se mantuvo mucho tiempo arreglando el cuarto, cambiando las sabanas, las cortinas, limpiando el baño, y ya se encontraba completamente agotada.

Mientras ella limpiaba, la familia Pasquarelli se encontraba cenando.

Eran las diez de la noche, y ya mañana por la mañana tendría que arreglar sus maletas e irse a su casa. Sinceramente no tenía ganas de irse, pero no tenía otra opción, la casa no es de ella y estaba ahí solo porque los padres de Ruggero no estaban, pero como ya llegaron, ya no sacaba ningún beneficio con dormir en aquel lugar.

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El capítulo que les prometi. No olviden votar y comentar.

Los amo. Nos leemos manana. Bye.💋

Solo una empleadaWhere stories live. Discover now