Solo una empleada

Mariposas En El Estomago

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Llorar era lo único que podía hacer. No tenía ganas de realizar alguna cosa, solo quería quedarse tumbada en su cama.

Tocaron la puerta pero ella no tenía ganas de abrirla, por un momento los golpes cesaron y cuando se volvieron a escuchar se volvieron más insistentes; se secó las lágrimas, se miró en el pequeño espejo que había, sus ojos estaban rojos, maldijo por eso.

Abrió lentamente la puerta y se encontró con Ruggero, tenía que ser él? De tantas personas que vivían en esta casa, tenía que ser precisamente él?.

-¿Karol te encuentras bien?-preguntó él, entrando al cuarto de ella.

-Si. -contestó ella con la mirada fija en el suelo. -No te preocupes.

-No parece. -comentó él cerrando la puerta con seguro, para evitar que ella saliera de la habitacion.

-Si, si me pasa algo, pero es algo que a ti no te importa. -criticó ella, junto con unas pequeñas lagrimas que resbalaron por su rostro.

-Veo que si tenes carácter. -añadió el, se sentó en la cama junto con Karol al lado. -Entiendo que me odias y todo, pero no soy una mala persona, solo tenes un mal concepto mio, por como me comporte con vos.

-Yo no te odio. -agregó ella mirando hacía la nada. -No lo hago..

-Bueno si no me odias, entonces te caigo mal.

-No te odio ni me caes mal. -dijo ella mirando directamente a los ojos a Ruggero. -Solo me cuesta entenderte, tus actitudes me confunden; un dia eres uno y al otro ya eres otro, y en realidad nunca se cual es el verdadero Ruggero.

-El que estas viendo en este momento. -dijo él, mirándola a los ojos dulcemente. -Pero no quiero hablar de mi, sino de ti, por que te fuiste así del cuarto de Sole? -preguntó leno de curiosidad.

-Porque me dolió la cabeza. -nmintió, incapaz de verlo a los ojos.

-Creo que no sos buena mintiendo, dale decime, por que saliste así? -preguntó nuevamente.

-Si vos estuvieras encerrado en una casa como yo lo estoy, sin poder ver a tu familia, estarías igual que yo, los extrañarías. -habló ella con los
ojos cristalizados. -Puede que vos no seas muy cercano a tus padres, pero yo si lo soy.

-Te entiendo... entonces queres ir a verlos? -preguntó Ruggero con una pequeña sonrisa timida adornando su rostro.

Aun estaba alucinando, es que se encontraba hablando con Ruggro.. sobre su vida personal, su familia, su hogar? Pues al parecer así era.

-Si ustedes me lo permiten. -habló ella bajando la mirada nuevamente.

-Puede que no eras de mi agrado al principio Karol, pero enserio sé que si ponemos de nuestra parte vamos a ser muy buenos amigos. -expresó él, ensanchando un poco más su sonrisa.

-Me gusta que pienses así; sé que muy adentro tuyo había alguien vivo. -bromeó ella.

-¿Qué piensas que estoy muerto? -preguntó él, siguiendo el juego.

-Nunca dije eso. -se defendió ella.

-Bueno, voy a ver si Sole se levanto. -dijo él levantándose de la cama y yendo a la puerta. -Ah.. Karol, si queres, puedes ir a ver a tu familia. -Ruggero le guiño un ojo y salió completamente del dormitorio.

Ella rió por lo bajo, que era eso que sentía en su estómago?, sentía como cosquillas en el. Tendría algún malestar estomacal?. NO.

Simplemente estaba sintiendo cosas que ella aun no había experimentado y como no había experimentado nunca, no sabia lo que significada esas cosquillas en el estomago, por decirlo mejor.

Esas mariposas en el estómago.

Como él le había dado autorización para ir a su familia entonces no tenía por qué renunciar a su trabajo, de todas maneras ya se arrepintio antes, no podía dejar sola a Sole después del aprecio gigante que le tenía. Tampoco podía dejar solo a Kendall, que a pesar de sus estudios también necesita ayuda.

Pero especialmente no quería irse por un solo motivo, y ese motivo tenia nombre y apellido... "Ruggero Pasquarelli", quería conocerlo mas, quería llevarse bien con el y si se puede, tener una linda amistad.