¡Amor!

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Podemos ver como dos corazones se unen por el sentimiento del "Amor". Ese sentimiento que hace cambiar mucho a las personas, a veces para bien y en otras para mal, pero era obvio que los cambio para bien, especialmente a Ruggero. Todo se estaba olvidando de a poco para él, jamás olvidará el amor de Victoria, pero eso ya es pasado, ahora su presente es Karol, es ella quien lo está haciendo feliz en estos momentos y se lo agradecía enormemente. Muy pocas personas hacían lo que ella hizo.

Ahora ella es una parte importante en su vida, le conto lo de su hermana, no cualquiera lo hace. La ayudaría en todo, pero primero que nada hablaría con sus padres sobre la relación que tiene con Karol, les contaría pero si se interponían y le decían que no, no les iba hacer caso, si fuese necesario, se marcharía de la casa junto con ella. Trataría de hacerla feliz, se lo merece, ahora es su novia y no la perdería, no la dejaría ir, jamás.

—Karol. —le susurró Ruggero en el oído cuando entro a la cocina, ella se sobresaltó.

—Me asustaste.

—Perdon —rió —eh... —pero justamente cuando iba a decir algo apareció Madison a arruinar el momento.

—¡Hey Ruggero! —llamó —Anoche me viniste a dejar y luego te fuiste, ¿Qué pasa contigo?

—Hola Madison. —sonrió —¿Qué me pasa? nada, solo tenía que ir a ver a mi novia —Karol lo miro sorprendida ¿le iba a decir?

—¿Novia?, nunca me dijiste que tenías novia.

—Es que ayer se lo pedí.

—Ah si y ¿se puede saber quién es? —La pelirroja levantó unas de sus cejas.

—Es Karol. —la abrazó. 

—¡¿QUE?! —Esa respuesta la había sorprendió —¿tu novia es una empleada?

—Si. —sonrió —¿Tiene algo de malo?

—¿Tus padres saben de esto? —preguntó Madison.

—No, todavia no, pero con Karol pensamos decírselo aunque no tengan mucho que opinar al respecto.

—¡Esto es una locura! -dijo Madison.

—¿Tu piensas eso?, yo lo llamo "Amor" -le dejo en claro Ruggero. 

—Saben tengo muchas cosas que hacer —Por fin habló Karol. —así que pueden irse por favor.

—Si —asintió Madison. —Prepárame un jugo de frutilla.

—De acuerdo —dijo ella y sacó un vaso donde invirtió el contenido sabor a frutilla —Toma

—Gracias —bebió un poco del contenido y luego sonrió maliciosamente, para después tirarle el jugo en la ropa de Karol. 

—¡Madison! —le dijo Ruggero alejándola de su novia —¡¿Qué te pasa?!

—¿Quieres saber que me pasa? —miro a Ruggero con rabia —que ¡Tu! me gustas Ruggero, me gustas maldito, y pensé que tu y yo podíamos tener algo, si ella —miro a Karol —no se hubiera metido en esto —avanzó hacía la chica. —¡Tu! Eres la culpable de todo esto pedazo de zorra.

—Yo no soy culpable de nada. —se defendió Karol. —Si  Ruggero no te eligió fue por algo ¿no?, no voy a dejar que me separes de él, ya bastante daño me hicieron.

—Eres solamente una empleada, no sé cómo Ruggero se fijo en ti, que asco. —atacó.

—Tu no tienes porque decir algo. —dijo Ruggero —Tu solo eres una visita en esta casa, mis padres te trajeron. 

Solo una empleadaWhere stories live. Discover now