Celos

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Maratón 4/7

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Un día de miércoles estaba amaneciendo, Karol recordó que ya no estaba en la casa de los Pasquarelli, ahora tenía que tomar un taxi para ir a trabajar.

Se levantó de su cama, hace mucho que no dormía tan bien como lo hizo, no cambiaba su cama por nada en el mundo.

Después de darse una merecida ducha, cepillar su pelo, lavarse los dientes, y vestirse, el día estaba muy agradable.

•••

Llegó a la casa de los Pasquarelli, la familia se encontraba en el comedor teniendo un desayuno familiar, Karol los miro de reojo y pudo notar de inmediato a Ruggero, parecía estar aburrido, lo único que lo entretenía era comer.

•••

—¡Karol, hola! —saludó Logan, dando un cálido beso en la mejilla de ella.

—¡Hola Logan!, ¿cómo estás? No te vi hace un rato.

—Estoy bien Karol, gracias. Sabes... —Ella clavó su mirada en él —Quería hacerte una invitación.

—Ah... ¿si?, ¿a dónde?

—Es una sorpresa... pero... ¿te gustaría? —Le preguntó nervioso, le atormentaba recibir un no de parte de Karol.

—Está bien. —aceptó con una pequeña sonrisa para posteriormente recibir un fuerte abrazo y un sonoro beso de Logan en la frente.

Acepto sin pensar en Ruggero. ¿Pero por qué necesitaba pensar en él?

Era una cita con Logan y ella con Ruggero no era absolutamente nada, no debía importarle lo que pensara él.

De todos modos hace mucho tiempo que no salía a divertirse, y lo necesitaba bastante. Últimamente se estaba auto exigiendo mucho ella misma y no era muy bueno para su salud.

—¡Hola Karol! —Ella se dio media vuelta, y se encontró con esos ojos que la hacían perderse en el paraíso.

—Hola Karol... ¿qué haces acá? —susurró la muchacha sin percatarse de que Logan abandonaba el lugar.

—Termine de desayunar. —sonrió dejando mostrar esos hermosos dientes, una sonrisa que derretía a Karol —¿Tienes muchas cosas que hacer? —Preguntó acercándose a Karol.

—No... osea... si... si. —confirmó —Tengo que ordenar toda la casa. —Con tan solo recordar que tenía que hacer cinco camas se le revolvía el estómago.

—Eres muy trabajadora para tu corta edad.

—Ya no soy tan joven, ya tengo dieciocho años.

—Por eso, eres demasiado joven... —Ruggero hizo un pausa, cambiando completamente su rostro a uno mucho mas serio —Así que vas a salir con Logan.

¿Cómo es que se entero? ¡oh!... estaba escuchando detras de la puerta.

—¿Tiene algo de malo? —preguntó ella mientras se cruzaba de brazos.

—No, no tiene nada de malo, eres libre de hacer lo que quieras —El tono de voz de Ruggero, cambió a uno más duro de lo habitual —Lo que quieras.

Ya no podía negarlo Ruggero estaba echando fuego por la boca, sus celos se notaban a kilometros. ¿Pero por qué Karol era la única ciega que no los notaba?

—Eso ya lo se Ruggero. —se lo dijo en la cara.

Pero lo que Karol no sabía de esto, era que Ruggero planeaba vengarse, le pagaría con la misma moneda.

Invitaría a cenar a Madison. Si, a la odiosa Madison. Puede ser que no le gustará pero con ella conseguiría sacarle celos a Karol. ¿Será bueno esto para ellos? ¿O solo los hará alejarse?

Hay que tener en cuenta que los celos no son un buen sentimiento. Ansiaban tremendamente estar juntos, pero ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso. Son tan inmaduros que seguramente Sole era mucho más madura que ellos

¿Qué no podían estar ningún día sin pelearse? Duraron tanto sin tener una discusión.

Sus corazones se estaban uniendo y ellos simplemente no se daban cuenta. Ruggero no lo notaba pero poco a poco su gran corazón se estaba curando de toda herida, Karol se estaba encargando de hacerlo.

¿Podría llegar a enamorarse de ella? Si así fuera, definitivamente no la dejaría ir, ella era una mujer que cualquier deseará y no físicamente sino sentimentalmente, ella es una persona que sabe escuchar, que lo entiende a la perfección, que no se interesa en el por su dinero sino por lo que es, una persona como ella se merece todo lo que hay en el mundo, simplemente es única.

Ruggero salió enojado de la cocina, Karol pudo notarlo a simple vista, lo conocía perfectamente como para darse cuenta de cuando estaba molesto y estaba feliz.

Sonrió por lo bajo, se dio cuenta de los celos de Ruggero hace un momento, eso le estaba diciendo muchas cosas... él estaba empezando a sentir algo en su corazón.

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Alguien está celoso. Uhhh. Las dos de la madrugada y aún estoy escribiendo. Pagan la plata para pasar del arcoiris. Jajaja. Estoy loca. Dejen sus ⭐ y 💭. Nos leemos en el siguiente capítulo.

Solo una empleadaWhere stories live. Discover now