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—¿Bella?, ¿que te paso? —pregunte preocupada cuando llegó a mi casa, mire detrás de ella— ¿Jacob?
—Hola —saludo tímido—
—¿Que están haciendo aquí?, ¿que fue lo que le pasó en la cabeza? —algo preocupada sujete el brazo de bella y la jale metiendola a la casa, deje que tomara asiento junto a Jacob y fui por el botiquín a mi habitación.
Cuando baje aún seguía con una de las camisas de Jacob en la cabeza, justo en la frente donde tenía una herida.
—¿Me van a explicar? —saque el algodón junto a el alcohol—
—Se callo de una moto —soltó Jacob mirando hacia abajo—
—¿¡Que!?—mire horrorizada a Bella— ¿¡En que estabas pensando, ah!?, ¿¡sabes que pudiste haberte matado!?
—Lo siento.
—¿Solo eso dirás?, ¿por que lo hiciste? —la mire fijamente mientras pasaba el algodón en la herida quitando el rastro de sangre y desinfectandola—
—Pensé que sería divertido.
—¿Montarte a una moto sabiendo que no sabes manejarla es divertido? —enarque una ceja, “¿acaso esta chica es suicida?”—
—No volveré hacerlo.
—Claro que no lo harás, si no quieres que Charlie se entere espero que por tu bien dejes esos pensamos aún lado.
—¿Le dirás a Charlie? —me miro mal—
—No está vez, pero la tercera es la vencida. —me miro confundida— Jessica me contó que te subiste a la moto de un desconocido saliendo del cine.
—Solo fue un paseo.
—Si bueno, ahora ella cree que estas loca. —guarde las cosas en el pequeño botiquín y deje en la basura lo que utilicé—
—¿No es nada grave? —pregunto preocupado Jacob, por un momento había olvidado que el estába aquí—
—Estará bien, no fue nada grave.
—Sangraba demasiado. —hizo una mueca viendo su inservible camisa—
—Las heridas en la cabeza por más mínimas que sean suelen sangrar demasiado, más si es muy profunda.
—Gracias por ayudarnos.
—No es nada. —sonreí— tienes que descansar, vamos a llevarte a tu casa, ¿esta tu papa? —ella nego—
—Yo las acompaño.
Salimos de mi casa y con calma caminamos hasta la casa Swan sujetando a Bella por si en dado caso llegaba a desmayarse.
El golpe que se había dado fue demasiado fuerte, me sorprende que aún no se desmaye. Llegamos a su casa y abrió la puerta, entramos todos y subimos hasta su habitación, la ayude a recostarse y cubri con sus cobijas.
