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Después de la llamada que hizo mi madre a casa de Sam, inmediatamente le pedí a Jacob que me llevará a casa.
Cuando llegamos me despedí de Jake y me agradecí el averme traído.
—¿Mama? —le llame cerrando la puerta de la entrada— ¿Estas en casa?
—¡En la cocina cariño! —el sonido de los traste chocar me dio a entender que preparaba la comida—
—Julie... —mis primos venían bajando las escaleras, se les veía nerviosos— ¿Que haces aquí?
—Es mi casa, mi madre llamó preguntando por mi.
—Cierto, es tu casa —río nervioso Jay— que tonto.
—¿Estas bien? —Hayden me abrazo— sabemos lo que esta pasando.
—¿Como lo saben? —pregunte confundida— ¿quien se los dijo?
—Nadie —negó Hayden—
—El esta aquí. —dijo Jay mirando en dirección hacia la cocina— esta con tu madre ahora mismo.
—¿Que?
—Llegó hace dos días por la noche, la Cullen de cabello corto venía con el. —suspiro— no fue un momento muy agradable, estábamos sorprendidos al verlo parado del otro lado de la puerta.
—Tu madre se desmayo —seguido hablando Jay— La Cullen llamó a su padre doctor, para que viniera a revisarla.
—¿Todo está bien? —ellos asintieron—
—Cuando desperto soltó en llanto, desde entonces no se a separado ni un minuto de el, ni el de ella.
—¿Es un... —Hayden nego—
—Es un completo Ángel Guardian, como tu y como tu padre. —suspire aliviada, al menos mi madre ni ellos correrían peligro alguno por un chico con sed de sangre—
—¿Cariño? —escuche a mi madre llamarme—
—Ya voy mama. —secando el sudor de mis manos en mis jeans y con los chicos detrás de mi dándome apoyo camine hacia la cocina donde mi madre y mi hermano esperaban por mi.
