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Una hora despierta viendo hacia el techo recordando la plática que tuvimos Jasper y yo en la escuela, esos ojos dorados tan llamativos, simplemente hermosos, su piel completamente pálida y extrañamente fría como el hielo.
Ese chico como anteabía dicho era extraño, un misterio.
—¿Aun no te levantas? —mire hacia la puerta, Bella asomaba solo su cabeza—
—Ya voy, esta haciendo más frío que ayer —ella abrió la puerta entrando por completo al cuarto, me lanzo unos guantes morados—
—Los necesitarás —tome los guantes en mis manos y me los coloque—
—Son lindos, gracias Bella —le di una grande sonrisa—
-Sabes una cosa —tomó asiento aun lado de mi en la cama— siendo sincera, la verdad no es tan malo tener una hermana.
—Digo lo mismo, no seremos hermanas de sangre, pero podemos ser amigas-hermanas —ella asintio—
—¿Alec ya se fue verdad? —ella asintió, baje la mirada, cada día se alejaba más de mi—
—Tranquila, yo me iré contigo —sujeto mi mano dándole un apretón—
—¿Ya está el almuerzo? —pregunte cambiando de tema, ella sonrió divertida—
—Ya, vamos a comer
—Ahora te alcanzo, deja me visto —ella asintió y se fue de mi cuarto.
Camine al armario agarrando cualquier ropa, de todas formas esta haciendo demasiado frío como para ir arreglada a la escuela.
Me cambie, busque un gorro que por casualidad tenia uno hecho de lana morado, guardado en un cajón.
Tome mi mochila con todo lo que usaría hoy, los guantes que me regalo Bella y baje a la cocina donde Mamá y Bella desayunaban tranquilamente.
—Que buenas son, desayunando sin mi —fingi molestia—
—No seas ridícula y siéntate a comer, que ya van tarde por tu culpa —mire a mi madre con la boca abierta, “¿Como se atreve?"—
—Eso, dejame en ridículo con Bella —ella sonrió inocente—
—Lo haría con algún novio tuyo, pero lastima que no tienes —me senté dejando la mochila en el piso y me puse a comer—
—Lo bueno que no tengo
—Pronto lo tendrás, ¿apoco cres que no me he dado cuenta? —la mire con miedo, esta mujer en ocasiones puede ser una bruja total—
—¿De que hablas? —seguí comiendo restándole importancia—
—Tus ojos brillan, eso pasa cuando estas enamorada —bufé con molestia—
—Bobadas —murmure, a los segundos recibí un golpe en mi brazo— ¡MAMA! —chille sobando la parte dañada—
—No te pegue tan fuerte, no seas llorona —la mire con molestia, Bella solo miraba tratando de no reirse—
