12.

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Todavía seguíamos solos, ya habíamos bebido varios chupitos de vodka, todavía no me habían hecho efecto, él ya iba contentillo. Tenía miedo de seguir bebiendo y estropearlo.

Se levantó bruscamente, me dio un beso en la frente y se fue.

¿A dónde vas, Tris?- dije preocupado, no sé si quería más sorpresas.

No te levantessss- dijo.

Me puse otro chupito, no me notaba más feliz.

Ya- dijo asomándose por la puerta- ven.

¿A dónde?- dije con una sonrisa.

Ven- dijo insistiendo y cogiendo la botella y los vasos de encima de la mesa.

Vale- dije levantándome vagamente.

Llegué a su habitación, y que bonito todo, había velas en la estantería que había como cabecera de la cama, olía muy bien, me gustaba esa sensación. Me llevé las manos a la cara, estaba muy asombrado, nunca me habían hecho eso. 

Tris, es genial- dije mientras se me caía una lágrima de la emoción.

No llores- dijo secándome la lágrima- esto te tiene que hacer feliz- dijo difícilmente, se trababa, y me besó la nariz.

Y me lo hace, me lo haces- dije.

Y tú a mí- me dijo y me besó, no quería que ese beso acabara nunca.

Mierda- dije cortando el beso, mi móvil sonó, era un mensaje.

Lo miras luego- me dijo, besándome de nuevo y metiéndo sus manos debajo de mi camiseta.

Vale- dije susurrando y besándole de nuevo.

Te quiero- me dijo, era el primer te quiero que me decía, estaba muy feliz, no quiero que nada estropé este momento, ese mensaje podía esperar.

Te quiero- le dije, de verdad lo sentía y me gustaba sentirlo.

Con sus manos debajo de mi camiseta me acariciaba la espalda, me hacía cosquillas, me gustaba. Subió las manos, quitándome así la camiseta. ¿Se la tenía que quitar yo ahora?

Espera- me dijo mientras cogía la botella de vodka- por nosotros- dijo dándome el vaso, era un brindis.

Por nosotros- dije chocando mi vaso con el suyo.

Dejamos los vasos y nos volvimos a besar.

Trece- dije desabrochando el primer botón de su camisa.

Catorce- dijo mientras le desabrochaba los demás botones y besándome de nuevo.

Seguíamos en el beso catorce, le estaba agarrando por la espalda, acariciándole, y me tiró a la cama, yo estaba debajo, me gustaba sentirle tan cerca, sentir su respiración agitada, le quité la camisa.

Me dio la vuelta, ahora estaba él abajo, me desabrochó el pantalón, algo dentro de mi me decía que no estaba preparado, pero quería seguir.

¿La mejor noche?- me dijo agitado, y de repente se me vino a la cabeza la imagen de mi ex-novia.
No le respondí porque aún seguía en shock ¿por qué pensé en ella?
Ey, James, ¿estás bien?- dijo con dificultad.
Si te soy sincero, no, acabo de recordarla, y no sé porque, estoy bien contigo, no la echo de menos- le dije un poco apagado.
Yo sí- dijo sentándose a mi lado- cuando perdió la virginidad fue contigo, y preparaste algo así.
Era cierto. Ya no me acordaba ¿sería por eso? Estoy hecho un lío, necesito otro chupito.
Ponme otro, por favor- dije.
Vale, pero ¿estás seguro qué lo quieres hacer? Puedo esperar.
Sí- dije insistiendo.
Toma- me intenta dar el chupito, pero se le cae- mierda, te he manchado- me salpicó todo el brazo.
No pasa nada- dije, se me estaba empezando a bajar lo poco que me había subido el alcohol.
Cogió su camisa y me limpió, estaba feliz de tenerle.
Ya está- dijo cuando acabó- gracias por todo, por ser tú- dijo sentándose en mi pierna y pasando sus brazos por detrás de mi cabeza, me besó.
Me tiró hacia atrás y pasó su pierna izquierda por encima mía, estaba encima mía, podía notar como su corazón se aceleraba, y de repente, cuando pensaba que íbamos a tener nuestro beso dieciséis, se levantó corriendo hacia el baño, le seguí y cuando llegué estaba de rodillas frente el váter vomitando.
Cuando acabó le llevé como pude hasta la habitación casi no podía estar de pie, no sé como se puso así, hace un rato estaba bien.
Le quité los pantalones y le puse el pijama, debía dormir. Cuando estaba en calzoncillos empezó a hablar.
No ahora no- dijo- no estoy preparado.
Tranquilo, solo te voy a poner el pijama-dije hasta que me interrumpió.
Solo quería sorprenderte, y que vieras lo valiente que era, tenías razón, siempre la tienes. Tengo miedo de perderte- y se quedó dormido.
Tris, despierta, que te tengo que poner el pijama, vas a coger frío- dije un poco enfadado.
No te enfades, sigues siendo guapo, pero no me gustas así- dijo, cada vez era más difícil entenderle.
No estoy enfadado, siéntate- dije.
Le puse primero el pantalón pero no me dejó ponerle la camiseta.
Hazme cosquillas- me dijo riéndose y quitándome su camiseta de las manos.
Le hice unas pocas en la espalda y se estaba quedando dormido, le desperté y se la conseguí poner.
Me estaba yendo de su habitacion para hacer algo de cenar y me llamó.
Quedate conmigo, cariño- que mono estaba así- por favor- me dijo casi llorando- iba a ser nuestra noche y no quiero estropearla del todo, duerme conmigo.
Me tumbé a su lado y me pasó el brazo por encima, podía estar así toda la vida.


Trames es real. (editando)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum