14 - Cumple Simón - parte I

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CAPÍTULO 14

Cumple simón -Parte I

Al llegar a la cabaña Leila estaciona en la cochera que está al aire libre.

La noche está fresca pero sin duda está reluciente, son pasadas de las 2:00 am y debemos hacer un montón de cosas aún pero deberá esperar para después.

---Siempre me ha gustado venir aquí--- Leila baja del auto y admira la naturaleza.

La cabaña es súper grande y dos cabañas igual de grandes la acompañan a los lados, faroles de luz alumbran el lugar y se escucha la relajante cascada que está a pocos metros de aquí.

---A mi igual, me recuerda tantas cosas--- contesta Emily abriendo la puerta y asiento.

Pasamos demasiadas cosas en este lugar cuando éramos pequeñas, siempre veníamos y disfrutábamos.

---Tu primo le hizo varios arreglos--- digo mirándola, esta más elegante.

--- Si, ya sabes, la tía Susan es una fanática de la elegancia--- Susan es la mamá de su primo.

---la tía Susan es la mejor de tu familia---dice Leila y entramos a la cabaña.

Apenas entramos hay un salón grande con un sillón cama, dos individuales y un smartv, a la derecha hay una escalera y al costado de la escalera hay una puerta que le da paso a la cocina.

A la izquierda está el salón de juego y la lavandería. Al fondo hay un portón de cristal que da al patio y se ve la piscina y un jardín hermoso.

Y bueno hay demasiada decoración que adorne el lugar.

Suspiro y subo las escaleras con los bolsos, apenas subo hay un pasillo y se encuentran las habitaciones, una frente a otra, en total son ocho.

---Emily, ¿cual es mía?--- gritó parada en medio del pasillo.

---¡La última de la izquierda!---

Camino a la que dijo y me tiro en la cama de dos plazas. Muero de sueño, así que me desvisto y me acuesto a descansar sobre la cómoda cama

Duermo por horas pero se ve que nunca es suficiente descanso para mí, dormiría horas y horas enteras sin importarme nada.

El sol entra por la ventana y comienza a molestarme, aún no suena el despertador por lo que aún no son las siete.

Me remuevo y me tapó hasta la cabeza pero inmediatamente me da calor así que me destapó y pongo una almohada en mi cara.

Cierro los ojos con la intención de seguir durmiendo cuando el insoportable ruidito del despertador suena.

Si, ya son las siete.

Bostezo y me siento en la cama mirando un punto fijo, mi vista se disocia y me replanteo el motivo por el que sigo viva y no durmiendo.

¡Quiero seguir durmiendo!

Me estoy por volver a acostar cuando el timbre suena repetidas veces por toda la cabaña.

Ruedo los ojos y me colocó la bata, ¿Quien rayos es? Se supone que nadie vendría hasta las doce del medio día.

---¡Si no abren les meto un palo por el culo!--- gritan y inmediatamente reconozco la voz de Sam.

Ruedo los ojos por decima caminado hacia la puerta y cuando la abro sonrió feliz al verla, tres años después y la vuelvo a ver.

---¡Lisa!--- chillo y se me cuelga como un Koala sobre su cuerpo.

Caricias Fingidas © [#1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora