Capítulo 61

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Me duele, me quema, me arde.

Un dolor horrible y sumamente intenso.

Siento como alguien me zamarrea de un lado para el otro y me llaman por mi nombre, pero no puedo reconocer quien lo hace, mi cabeza da vueltas y el dolor es lo único que percibo.

Abro un ojo y al instante lo cierro ya que una luz blanca me justo en el rostro, vuelvo a abrirlos y trato de acostumbrarme a la claridad.

Levanto la mirada y la respiración se me atasca cuando veo que Marcelo está frente a mi moviéndome para que despierte, luce serio y calculador.

Mi piel se eriza a causa de su mirada y entonces me doy cuenta que estoy jodida, abro los ojos y miró el lugar donde estoy, es la casa donde hicieron la fiesta. Ya no hay nadie, sólo Marcelo, Helen, Kevin y...

Oh no...

Diana y Lexa...

Mi respiración se acelera y niego con mi cabeza, están amarradas a unas sillas inconscientes.

---¡Déjenlas! --- gritó asustada y entonces me agarra un ataque de tos que no me deja casi ni respirar, lagrimas se escapan de mis ojos y tomó una bocanada de aire para componerme.

¿Y Valerie?

La busco con la mirada por todos lados, pero no puedo encontrarla, ella no está aquí...

Vuelvo a mirar a diana y me doy cuenta que le sangra el hombro, está herida, y el que la lastimo fue Kevin.

¡Hijo de puta!

--- No estás en condiciones de dar órdenes cariño--- habla el sujeto que permanece frente a mí ---Cometí un error contigo, creí que si te demostraba cuanto te quería tú te calmarías pero no, me traicionaste, después de que hicimos el amo...

---¡No hicimos una mierda! --- gritó con rabia ---¡Nunca en mi vida te tocaría!, eres asqueroso, me das asco, te odio ¡Te odio! --- suelto esas palabras mientras lo miro con odio, el chasquea la lengua sin despegar su mirada de mí y se levanta tomando distancia.

---Si sabes lo que hiciste ¿Verdad? --- pregunta pero no sé muy bien a que se refiere, hice muchas cosas ---Casi matas a mi hermano, a mi querido y amable hermanito--- suspira mientras camina lentamente de un lado hacia otro pensando ---Capturaste a unos de mis guardias, casi lo haces con Kevin y quisiste escapar, ¿Si sabes que la has cagado?--- pregunta.

Trago saliva y hago una mueca de dolor al sentir una punzada en mi herida, el toma mi silencio como una afirmación y continúa hablando:

---A partir de ahora las muertes que habrán serán tu culpa, y todo por tu rebeldía---Niega lentamente--- Lo has jodido todo cariño--- suspira con tranquilidad.

--- No mates a nadie --- mi voz apenas se escucha, pero él lo hace.

---Oh claro que no, lo harás tu--- contesta como si fuéramos a jugar un juego y me tocará a mí.

Yo niego inmediatamente y veo como comienza a dar pasos lentos hacia mi, entonces me obligó a moverme y me arrastro hacia atrás lo más rápido que puedo hasta que chocó contra una pared.

¡Maldición!

---Coge la pistola--- habla dándome una y yo la miro, pata luego mirarlo a él y sucesivamente ---Sin miedo hija, no muerde--- se ríe sin gracia, pero sigo en mi sitio, sin hablar y sin moverme.

El suspira con frustración y en un movimiento rápido y brusco, agarra mi brazo y me obliga a agarrar la pistola, a pesar de que me rehusé el me la colocó en las manos.

Caricias Fingidas © [#1]✔️Where stories live. Discover now