Capítulo 32

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Mi alarma suena sin parar y contengo mis ganas de estrellarla contra la pared.

Suelto un suspiró y me estiró, mi cama esta tan calentita y cómoda, quiero seguir durmiendo.

-Madison, despierta, debes arreglarte para la gala- la voz de Emily hace que abra los ojos como plato y me enderece en la cama como un resorte.

Miro la hora y queda una hora para las sietes, y tengo el tiempo perfecto para alistarme, como dije antes, planeo ir súper diosa y embriagarme hasta quedar inconsciente y eso haré.

Tomo la plancha de cabello y lo aliso dejándolo suelto, me colocó un vestido rojo largo que mamá me regaló para esta ocasión, tiene escote en V, espalda descubierta hasta la cintura y una rajadura en la pierna.

Colocó mis zapatos altos negros, me maquillo, un delineado común haciendo resaltar mis ojos y pinto mis labios color rojo. Me pongo unos aretes y una cadenita y ya estoy.

Lo único que me haría falta es guardar la botella de tequila que está en la alacena, no voy a entrar a esa estúpida gala sin mi tequila. No voy a soportar a Isabel sin mi tequila. Si no voy con mi tequila no voy. Punto.

-Madison, ¿Ya estás?- pregunta nuevamente y abro la puerta para verla.

Lleva su cabello en una media cola alta y está pintada muy hermosa, lleva un vestido negro con unas perlas realmente fascinantes que la hacen ver extravagante.

-¿Como me veo?- pregunta dando la vuelta en mi sitio, ella sonríe.

- Por ti dejo a Simón mi amor- muerde su labio exageradamente y reímos.

Hago puchero y la miro.

- No quiero ir- digo y enseguida se da cuenta porque, no quiero verlo.

-Vamos, Vamos, no irás por él, irás por Isaac y Cristian, además, te apuesto cincuenta dólares que va a babear al verte y cien dólares a que te van a invitar a bailar miles de militarsuchos sexis-

Suspiró y niego, no sé si sea así, sólo quisiera quedarme a dormir, y no verlo.

Agachó la cabeza y juego con mi bolso.

-Le dije... que sentía cosas por el- murmuró.

-¿Qué? ¿Y qué dijo?-

Niego y trago saliva - Nada, no siente lo mismo, dijo que no podía amarlo y que él no podía amarme, me rechazó y realmente no pensé que dolería tanto-

Ella hace una mueca triste y apoya su mano en mi hombro.

-Supe que estabas enamorada de Tanner desde que fuimos a la cabaña, nunca tuviste relaciones sexuales que no sean con tus parejas, de repente llega el y pasa esto. Te gusta el sexo, lo disfrutas, pero te conozco demasiado para saber que sólo lo disfrutas con una sola persona, y esa persona tiene que ser especial para ti-

Hago una mueca y ruedo los ojos, odio que me conozca tanto.

- Pero ya no más, ¿estoy soltera verdad? Pues entonces voy a acostarme con quien quiera, porque no le debo nada a nadie.- digo.

-Y me parece perfecto- sonríe y toma mi mano. -Vamos, anda-

Me empuja y siento un golpe en mi nalga seguido de un ardor y la veo reír.

-Tu culo sabroso me prende- bromea.

Alzo las cejas de modo juguetona y la agarró de la cintura atrayéndola hacia mí.

Vamos a la sala y veo a Leila sentada en el sofá ya arreglada.

-Tengo las amigas más hermosas del mundo ¡Joder!- chillo, Leila al verme sonríe.

Caricias Fingidas © [#1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora