21- Besos con sabor a lágrimas

9.8K 994 1.3K
                                    

Había pasado un mes desde que Sasuke había partido de Konoha, durante éste lapso de tiempo había obtenido una buena dosis de información que le ayudaría a redirigir el rumbo de su investigación, por lo cual podría establecerse en la aldea durante una temporada si así lo deseara.

Por ahora tenía que informar al Hokage de sus avances, una vez en su destino se decidió ir primero a la casa de Naruto, tocó el timbre pero nadie respondió, miró a su alrededor notando moños negros por toda la fachada, hasta ese momento no se había percatado de que todo estaba extrañamente silencioso.

Se encaminó entonces a la torre Hokage sintiendo una extraña ansiedad, desde la noche que se fue había notado su luna oscurecerse más y más hasta quedar completamente negra, no le tomó importancia hasta ahora.

Con algo de prisa subió hasta la oficina del rubio y abrió la puerta sin tocar, la persona dentro enfocaba su rostro serio a la ventana, dió una calada más a su cigarrillo antes de dirigirle una mirada al azabache.

—asumo que no te has enterado de nada, ¿Cierto?— preguntó.

—¿Dónde está Naruto? Lo busqué en su casa y tampoco estaba allí— ignoró a Shikamaru en pro de sus propias dudas, miró la oficina de reojo viendo que no estaba la capa ni el sombrero del Hokage.

— él no ha venido a trabajar desde hace tiempo, si te refieres a la casa de Hinata, es claro que no estaría ahí —

— déjate de juegos Nara, dime dónde está Naruto — el nombrado suspiró y dió una última probada a su tabaco antes de apagarlo en el cenicero.

—me sorprende lo idiota que puedes llegar a ser, Uchiha, te muestras aquí muy preocupado pero no te has molestado en contactarte con Naruto en todo éste tiempo, ¿Sabes que tú amigo la está pasando muy mal ahora? Manejar el luto no es la especialidad de él, ha perdido a muchas personas importantes en su vida y jamás estuviste ahí a pesar de lo mucho que te necesitaba, ni siquiera ahora—

El resto de personas que trabajaban en la torre vieron la figura del último Uchiha salir del despacho del séptimo unos cinco minutos después, desapareciendo rápidamente.

No es que creyera que Shikamaru mentía pero simplemente no podía asimilar aquellas palabras, de ser así Naruto debía estar destrozado.

El Nara le había dado la nueva dirección del Uzumaki, una parte de él se hubiera alegrado por éste hecho de no ser por la situación, la puerta del departamento 703 lucía exactamente igual al resto, a excepción por aquel lazo negro colgado en la parte superior.

Tocó la puerta esperando de todo corazón que el rubio estuviera en casa, pasaron agonizantes minutos donde la desesperación lo llevó a tocar más fuerte y en repetidas ocasiones que estaba seguro que rompería la puerta, finalmente el seguro se desbloqueó y la persona dentro abrió, se veía pálido, delgado, con profundas ojeras marcadas bajo esos ojos alguna vez llenos de brillo, ahora hinchados y rojos a causa de las lágrimas probablemente.

—¿Sasuke?— su voz salió en un susurró entrecortado y el Uchiha lo envolvió inmediatamente en sus brazos, Naruto se rompió y nuevas lágrimas brotaron de él empapando el hombro del azabache.

— está bien, estoy aquí, no te preocupes— susurró con voz calmada, llevó al Uzumaki dentro y en algún momento ambos terminaron enredados en la cama de Naruto, ambos abrazados mientras Sasuke acariciaba la espalda de su alma gemela a como forma de apoyo.

— sucedió una semana después de que te fuiste— empezó a hablar Naruto cuando pasó la conmoción pero aún se veía demasiado afectado.

—no tienes que contarme si no quieres, puedo esperar— lo calmó, haciendo que el Hokage negara con la cabeza.

ECLIPSEWhere stories live. Discover now