ECLIPSE

14- el cerezo que se marchitó parte 1

Boruto tuvo que respirar repetidas veces hasta calmar su ira, su mejilla le dolía a causa del golpe, el lugar olía a polvo y humedad lo que hacía picarle la naríz.

Hinata sacó algunas cajas con lo que Bolt interpretó como basura, de ahí sacó una bufanda roja que cubría el contenido real, fijó su vista en viejas fotos que había ahí y algunos objetos variados.

— yo solía ser nadie... O más bien sigo sin ser nadie— inició su relato la de ojos perla, abrazó aquella bufanda mugrienta como si fuera una preciosa joya— desde que tengo memoria siempre había sido un cero a la izquierda, yo era la primera hija del jefe del clan Hyuga y a quien todos creían era su heredera, pero jamás cumplí las expectativas de nadie, no me gustaba la lucha, tampoco era fuerte y mi Byakugan sobra decir que es lamentable, uno de los más débiles entre la rama principal; a mi corta edad mi padre me hizo enfrentarme a Hanabi por ver quién heredaba el clan, perdí, al igual que perdí el respeto de todos a quienes consideraba mi familia— el rubio se quedó en silencio mientras la escuchaba, podía sentir la tristeza de las palabras de Hinata, tal vez su infancia no era tan mala pero al menos su padre la apoyaba ¿Verdad?

—¿Y que hizo el abuelo?—

—me desheredó, dijo que era una vergüenza para la familia principal y que no sería más su hija, perdí todo privilegio que tenía como princesa Hyuga, comencé a ir a la escuela como cualquier persona normal y ahí lo conocí... A tu padre, a esa edad yo no entendía porque un niño común y corriente era despreciado y odiado por todo el mundo, la crueldad con la que era tratado era simplemente inhumana, pero a pesar de eso el siempre sonreía, se esforzaba al máximo día a día, siempre decía que su camino ninja era ser Hokage, que todos lo respetaran, la mayoría se rió de él, le dijeron que era ridículo y jamás llegaría a nada, Naruto jamás conoció a sus padres, nunca tuvo una familia, solo era él contra el mundo—

—espera, ¿Y el abuelo Iruka?—

— al principio Iruka-sensei era igual a los demás, Boruto, no estoy exagerando cuando digo que todos en la aldea despreciaban a tu padre... Muchos de quienes conoces ahora fueron los mismos quienes lo querían muerto—

—¡¿Y cómo pudo perdonarlos?! Yo me hubiera vengado—

— tu padre era diferente, jamás odió a nadie o si lo hizo jamás lo dijo, nunca se dejó quebrar por nadie, y eso era algo que desde niña admiré, quería ser como él, tener aquella seguridad y confianza que tú padre tenía, me propuse caminar a su lado algún día, y creo que fue uno de mis peores errores, lo que yo creía sería mi salvación terminó siendo la jaula que selló mi destino, dejé de hacer las cosas para mí y comencé a hacerlas por Naruto, entrenaba hasta el cansancio con tal de ser buena para él, pero jamás me volteó a ver ninguna vez, yo solía seguirlo y verlo desde las sombras, durante años solo fuimos él y yo... Claro que tú padre no sabía eso— Bolt sintió pena por su madre y también algo de escalofríos al imaginarse a Hinata como una acosadora maniática.

—¿Qué pasó después?—

—él creció, formó equipo con Sakura y Sasuke-kun, aunque no lo admitía tu maestro apreciaba mucho a tu padre, competían para vencerse el uno al otro y superarse, dieron su vida múltiples veces con tal de salvarse mutuamente y yo... Yo me quedé sólo viéndolos o escuchando las historias de ellos— Hinata suspiró, decirlo en voz alta la hacia sentirse aún más miserable.

¿Enserio había desperdiciado su vida de esa manera?

— así pasaron los años y mi vida giró en torno a ser una espectadora de la suya, un día cuando teníamos 16 años ocurrió el ataque de Pain—

— sé sobre eso, nos lo enseñaron en la historia de Konoha, fue papá quién detuvo a Pain e hizo que todos revivieran—

— así fue, cuando Naruto estaba casi perdido fui a ayudarlo, aunque no fui muy útil que digamos, en ese momento acepté que moriría pero antes quise dejarle en claro mis sentimientos a tu padre, yo perdí el conocimiento y cuando desperté tu padre había ganado, en ese momento se convirtió en el héroe de Konoha y todos comenzaron a admirarlo, en cuanto a mi... Volví a quedar de lado, ni mi declaración le importó, su sueño seguía siendo el mismo: Sasuke y el puesto de Hokage—