33: Lo que somos, la misma parte de un todo

2.2K 278 370
                                    

—Ese... niño— murmuró Sasuke, sus fuertes pisadas aplastaron la maleza debajo de sus pies mientras lo conducían a quien sabe donde, lo importante era alejarse de ese tonto lo más posible antes de que cometieran alguna otra estupidez o se metiera en un problema mayor al que tenía con su pareja.

Estaba frustrado, él no era nadie para decirle lo mal padre que Naruto había estado siendo.

Él nunca necesitó corregir a Sarada, ella era una hija modelo, y admitir eso no se debía a ningún orgullo paternal, nunca tuvo que lidiar antes con los malos comportamientos de un niño, ni siquiera a él mismo lo habían corregido en su momento.

No tenía la más mínima idea de como tratar con niños.

Si algo sabía, es que a su edad entienden perfectamente todo.

Las implicaciones de odiar a alguien, la búsqueda desesperada de alcanzar un objetivo, lo egoísta que alguien de su edad podría ser y las malas decisiones que podían cometer.

En momentos así era cuando un niño necesita el apoyo y comprensión de un adulto estable, no la ira de un lunático con traumas infantiles.

Pero incluso sabiendo esto estaba decepcionado.

Boruto estuvo prácticamente pegado a él desde que lo aceptó como su pupilo, había creado un lazo con ese niño de una manera que ni siquiera con Sarada había explorado antes, sabía que parte de eso se atribuía lo mucho que pensaba en Naruto al verlo, tal vez de ello venía aquella incompresibilidad para entender porqué Boruto había decidido hacerle caso a Sakura.

Naruto se estaría encargando de él ahora...

Naruto.

Joder, se había metido en problemas con él... de nuevo.

Ese idiota tenía una facilidad enorme para sacarlo de sus casillas en el momento en que asumía su papel de dios redentor, promotor de la paz y la armonía.

Lidiar con la increíble capacidad de Naruto de perdonar nunca fue fácil, pero era algo que caracterizaba al rubio y no podía ni quería hacer nada al respecto, era una parte de Naruto, del mismo hombre del que estaba jodidamente enamorado.

Amar duele, pero también frustra.

A pesar de lo mucho que ame a Naruto no puede dejar pasar la comparación de las tonterías de Boruto con sus tonterías de juventud.

Los Uchiha aman demasiado, eso siempre se ha sabido.

Aman tanto que ese amor los enloquece y es capaz de acabar con ellos.

Sasuke amaba a su familia, amaba a sus padres y amaba profusamente a su hermano mayor.

A pesar de la preferencia de su padre en pasar tiempo con su hermano, él nunca guardó rencor, sólo motivación para ser cada vez mejor.

Itachi amó a su familia, pero amaba también su aldea, el amor lo llevó a acabar con el clan y salvar a todos donde nadie más pudo hacer nada.

El amor siempre estuvo en cada decisión que Uchiha tomó a lo largo de los siglos.

Lo que Boruto había hecho no podía ser ni remotamente comparado con ellos.

Entendía el punto al que quería llegar el Uzumaki, sin embargo no lo compartía.



Y ahora estaba ahí, en su apartamento solitario, casi vacío de pertenencias a excepción de algunos muebles.

Había pasado bastante tiempo desde aquél día que casi le cuesta la vida a Himawari.

ECLIPSEWhere stories live. Discover now