Mi Omega

Lujosa prisión

Al despertar sintió todo su cuerpo adolorido por lo tenso que estuvo toda la noche, para su suerte ya estaba vestido con una camisa larga color negra que le llegaba hasta los muslos y un short amarillo que le llegaba abajo de las rodillas sin duda esa no era su ropa, pero, era algo que prefería tener a que estar desnudo. 

Una vez que checo que todo estuviera en orden con su cuerpo miro a su alrededor sin reconocer la enorme habitación en la que se encontraba, la cama era enorme donde fácil cabían tres personas acostadas y las sabanas eran de seda total que podían valer más que todo su guardaropa. En ambos lados de la cama estaba dos lamparas grandes que parecían antiguas aun que muy lindas, en una esquina estaba un tocador de madera muy grande que el espejo llegaba hasta el techo y lo más impresionante es que podía ver toda la habitación a través de ese espejo incluso a él mismo.

-¿Donde estoy?- intento recordar que fue lo ultimo que hizo.

Las imágenes comenzaron a llegar por si solas comenzando con su desmayo en su casa, despertar en el hospital, su madre golpeándolo, Daiki confesando haber agarrado su celular, salió corriendo de su casa, fue al departamento de Taiga... Nash lo violo. 

Las arcadas comenzaron a serse presentes al recordar aquella trágica noche, como si hubiera activado algo en su sistema su cuerpo comenzó a marcar los lugares donde Nash lo toco o lo beso con fuerza, los moretones en su pecho y piernas eran evidentes provocándole horror.

"Estas embarazado de Taiga" 

Un nuevo instinto comenzaba también a nacer en él pese al miedo que estaba sintiendo por todo lo vivido, toco su vientre plano evitando querer llorar más para no asustar a su diminuto casi inexistente aun cachorro; en cambio, comenzó a sentirse feliz por tener una pequeña vida naciendo en sus entrañas. 

El sonido de una pesada puerta abriéndose lo hizo brincar de la cama para esconderse o para al menos tener algo entre él y su secuestrador atrás de la enorme lampara. Pudo notar un pasillo con escaleras que parecían conducir al primer piso donde allí bajo la persona que menos quería ver.

-Veo que ya despertaste little bunny- traía en sus manos una charola con comida y algunas vitaminas que deposito en el cajón donde estaba la otra lampara-. ¿Cómo te sientes? 

Testuya lo miraba sorprendido como si no estuviera viendo al Nash que abuso de él.

-¿Donde estoy? ¿Por qué me tienes aquí?- intento que sus palabras no sonaran temerosas. 

Nash se le quedo viendo fijamente poniéndolo más nervioso-. Me gustas. 

-¡Que!

-Lo que oíste: Me gustas. Por eso estas aquí para que nadie te aparte de mi lado y menos cuando estas esperando un cachorro mío. 

Testuya lo miraba como si tuviera algo raro en la cara no se podía creer aquellas palabras tan más falsas mucho menos por todo lo que le hizo y le esta haciendo pasar, lo que más le asusto fue que Nash se diera cuenta que ya estaba en cinta aun que no se pondría a discutir con aquel lobo sobre biología y lo improbable que es quedar embarazado de la noche a la mañana. 

-No se de que estas hablando- respondió con seriedad-. Te ordeno que me dejes ir, ya lograste tu cometido: arruinaste mi vida. 

-Honey...-rodeo la cama pero se detuvo al ver como el omega se alejo más hasta chocar con la pared. Levanto ambas manos haciendo entender que no tenia nada que temer pero no se acerco más-. ¿Cómo es que no lo puedes saber? Tu olor es diferente desde ayer, no solo hueles a vainilla hay otro pequeño casi imperceptible olor en ti. 

El omega abrió los ojos sorprendido rezando porque Nash no se este refiriendo a su olor intimo, su cuerpo ha comenzado a cambiar debido a su embarazo alterando sus hormonas. 

-Yo no huelo nada... son ideas tuyas. Te lo vuelvo a repetir... déjame ir, mi familia me ha de estar buscando... Si Daiki o Taiga se enteran de esto te mataran- su intento de amenaza solo provoco que Nash comenzara a reírse. 

- Por eso me encargue de eliminar cualquier olor de ti en aquel departamento y con un par de llamadas es que te pude traer aquí- extendió sus brazos señalando todo el cuarto-. Este lugar solo yo lo conozco. 

La sádica sonrisa del alfa hizo temblar a Testuya que por más que intentaba retroceder o desaparecer en la pared era imposible, estaba siendo asechado por Nash que algún día se le lanzara encima. 

Daiki despertó con una fuerte dolor de cabeza seguido por un mareo que le hizo correr al baño para vomitar su cena, después de platicar con su padre regresaron a la casa esperando a que Testuya se encontrara en su habitación pero este aún no había llegado confiando en que quizás se encuentre con Taiga es que pudo dormir "tranquilo" toda la noche hasta ahorita en la mañana que lo atacaban estos dolores. 

-Carajo...- vio con desagrado su reflejo en el espejo para después lavarse los dientes y la cara. No era nada tonto, reconocía que estos malestares no eran completamente suyos sino de Testuya-. Más vale que se encuentre bien...

No se sorprendió para nada el llegar a la conclusión de que su pareja se fuera a los brazos de su otro alfa después de que él prácticamente lo traicionara por mucho tiempo, aun así, no podía evitar sentirse mal porque Testuya este con otro hombre. 

-¡Daiki! Te buscan-grito su padre desde las escaleras.

Fastidiado por la persona que lo este molestando tan temprano fue a ver de quien se trataba encontrándose con Taiga en la sala de su casa, busco atrás de él esperando ver a su gemelo incluso espero recibir un golpe del alfa al enterarse de todo pero solo vio la preocupación de Taiga al verlo llegar.

- ¿Qué haces aquí tan temprano?- gruño. 

-Vengo a ver a Testuya. No eh podido dormir debido a las pesadillas que tengo y siempre es él llamándome con desesperación- tenia unas marcadas ojeras abajo de sus ojos junto con el cabello echo un desastre.

Daiki se extraño por aquel comentario-. ¿No esta contigo?- volvió a sentir aquel mareo obligándolo a recargarse en la pared más cercana.

Taiga negó con la cabeza-. ¿Por qué debería de estar conmigo?- el silencio de Daiki comenzó a desesperarlo-. ¿Dónde esta Testuya,  Daiki?

-Ayer en la noche... la familia tuvo una discusión y Testuya salió corriendo de la casa no supimos a donde se fue así que imagine que fue contigo.

Su pesadilla se había vuelto realidad. Siempre se repetía aquel sueño en donde tenia en sus brazos a su omega y de repente alguien o algo comenzaba alejarlo de él a la fuerza, Testuya gritaba con desesperación que no lo soltara pero por más que lo sujetaba del brazo dejando marcas rojas de sus manos aun así se lo terminaban llevando. 

-Hay que buscarlo... ¡Yo no estuve en casa anoche!- grito histérico llamando la atención de Sarutobi que rápido fue con los jóvenes para saber que estaba pasando-. ¡Testuya esta desaparecido!

-¿De que estas hablando muchacho? 

- Testuya no fue a la casa de Taiga como lo habíamos imaginado...-respondió Daiki en automático mirando hacia la nada. 

Sarutobi se sorprendió por aquello pero lejos de ponerse a gritar sobre el paradero de su hijo saco su celular y comenzó hacer muchas llamadas, se alejo de Daiki y Taiga que seguían en la misma posición sintiendo como la gravedad se hacia cada vez más pesada para ambos. 

Taiga estaba preocupado porque algo malo le pasara a su pareja, algo le decía que no lo dejara solo pero por primera vez en su vida y de seguro que será la ultima no le hizo caso a sus instintos ahora pagaba las consecuencias de ello. En cambio Daiki se sentía mal, terriblemente mal pero no estaba arrepentido de sus acciones, amaba a Testuya con locura y seguiría haciendo lo imposible por alejarlo de cualquier alfa; aun así, se sentía mal porque estaba perdido y peor aun embarazado. Con disimulo miro a Taiga que ya estaba balanceándose en su lugar por los nervios... ¿Cómo reaccionaria si se entera que Testuya estaba esperando un hijo suyo?