En las garras del lobo

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Los besos eran salvajes que dejaban marcas rojas en todo el cuello del omega que luchaba en vano por quitarse al alfa del encima, Nash se restregaba contra la pierna de Testuya obligándolo a sentir su duro miembro mientras que con sus manos pellizcaba con fuerza los pezones del contrario.

-Fuck... said my name-lambio con deseo la oreja para despues morderla-. Said... my fucking name-enojado le dio una fuerte cachetada rompiendole el labio inferior-. Oh honey you are fucking precious. 

Sentia su labio palpitar debido al dolor y el sabor de su sangre lo sentia en la lengua, las ganas de llorar eran evidentes y  su cuerpo seguia sin responderle. Era como una muñeca que estaba siendo manejada en contra de su voluntad, lo único que reaccionaba a las caricias-en contra de su juicio- era su miembro que se iba estimulando con los toques de Nash. 

Nash lo beso con pasión metiendo chupando el labio lastimado sacando más sangre que se iba mezclando con la saliva de ambos, aquel elixir comenzó a ser una droga para el mayor que comenzó a mostrar su lado alfa dejando apreciar unas orejas doradas junto con su cola de lobo del mismo color. Las marcas de mordidas se podían apreciar por todo el cuerpo del menor que temía que Nash no solo lo lastimara a él sino también a su hijo, si no hacia que lo preparaba para entrar corría el riesgo de sufrir un aborto allí mismo; el terror estaba palpado en sus ojos húmedos por las lagrimas.

-Nash.... Nash... escucha...agh...-le había mordido con fuerza entre sus muslos-. Para... no lo hagas- su ropa interior comenzó a ser retirada con lentitud mientras que Nash lo miraba con perversión.

-¿Porque debería de parar? Si lo estas disfrutando- agarro el miembro erecto del menor para comenzar a masturbarlo con rapidez provocándole dolor y placer al mismo tiempo-. Si lo divertido de todo esto es dejar mi esencia grabada en ti 

Testuya comenzó a llorar con más fuerza al sentir un dedo entrar en él con fuerza, podía tener una erección pero su entrada era otra cosa al no soltar el lubricante natural porque no estaba sintiendo nada de placer. La imagen de su bebe en riesgo provoco que mostrara también sus orejas y su cola bajo la sorpresa de Nash que comenzó a reír sacando su dedeo del interior para sujetar aquella cola gris  esponjosa 

-¿Un lobo omega? JAJAAJAJA ¿Quién iba a decir que íbamos a resultar ser de la misma especie Testuya?- acariciaba la cola del menor con delicadeza maravillado por las tonalidades azul y gris-. ¿Sabes que significa, no? Por pertenecer a la misma especie no requiero de anudar en ti porque tu omega reconoce a uno de los suyos facilitando que quedes en cinta.

-No lo hagas por favor...-intentaba cerrar las piernas pese a que él se encontraba entre ellas.

-Después de este descubrimiento ¿quieres que me detenga? Ni lo sueñes. Nunca lo eh echo con otro lobo por ser escasos así que hay que aprovechar que no requiero durar media hora adentro de ti así que podre meterme mi pene cuantas veces quiera- con brusquedad lo puso boca abajo levantando su trasero-. No me hagas golpearte de nuevo Testuya... porque esta vez si lo hare en serio- amenazo. 

-Voy a cooperar...-se mordió el labio lastimado sintiendo las lagrimas bajar con mayor intensidad. Se lamentaba haber salido corriendo de su casa sin decirle a nadie a donde iba, se lamentaba no haberse quedado hablar con Daiki y se lamentaba haber entrado aquel departamento-. Pero por favor... no me lastimes... se gentil... 

-Es excitante verte en esta posición tan sumisa. 

Paso su lengua por la rosada entrada sintiendo como esta se contraía, la saliva servía  como lubricante facilitando que entrara sus dedos uno por uno. Testuya de acuerdo a su palabra comenzó a relajarse incluso a soltar pequeños y fingidos gemidos para que el mayor fuera mucho más gentil; una vez que su entrada estaba bien dilatada vio como Nash se acomodaba listo para entrar en él, cerro los ojos pidiendo perdón a Taiga y a Daiki por dejar que otro más lo tocara. 

-Fuck...-poco a poco iba metiendo su miembro en aquella estrecha entrada que lo iba apretando cada vez más. Las ganas de meterlo de golpe eran altas pero le prometió al menor no lastimarlo y los gemidos en la habitación recompensaban las ganas de querer partirlo por la mitad. 

Una vez que todo su miembro entro y que el menor le dio permiso de moverse comenzó con las fuertes embestidas haciendo chocar la cama contra la pared causando un enorme esturando en todo el departamento, los gemidos de ambos era lo que se podía escuchar si prestabas atención. Nash abrazo por la espalda al omega sin dejar de mover sus caderas, besaba sus hombros y su cuello lambiendo aquella zona sintiendo sus colmillos picarle las encías con ganas de perforar la pálida piel. 

-¡No!- grito Testu intuyendo lo que quería hacer Nash-. Ni se te ocurra... agh... marcarme. 

Su cuerpo ya no podía aguantar más pero su miembro seguía sin ser tocado para poder liberar su esencia con la pena agarro la mano del rubio y le indico donde tocar provocando que este sonriera con arrogancia.

-Que atrevido honey... pero tus deseos son ordenes-comenzó a masturbarlo al compas de las embestidas que se hacían más rápidas acercándolos a ambos al final-. Agh... creo que... me voy a correr. 

-Aahh... Nash... afuera... por favor...-le pidió con lagrimas en los ojos corriéndose en la mano de este manchando su abdomen y parte de la cama. 

Nash al ver esto no pudo evitar correrse rápido en el interior del menor que gimió al sentir el esperma caliente llenarlo, su cuerpo comenzó a reaccionar por la presencia de otro lobo volviéndolo más sumiso. A pesar de que no había anudado necesitaba seguir adentro del menor dejando que sus colas caninas se entrelazaran formando así un nido de lobo; el olor a vainilla y a limón seguía en el aire relajando a ambos en especial a Nash que  al igual que a Testuya, su lobo reconoció la presencia de otro volviéndolo más dócil. Las ganas de marcarlo seguían latentes por lo que se juro así mismo que si el menor terminaba preñado definitivamente lo marcaria como suyo. 

Su principal objetivo era darle un escarmiento al menor ya sea golpeándolo hasta mandarlo al hospital, pero, al verlo allí en frente de su puerta temblando de frio como un cachorro con miedo no pudo evitar que su cuerpo reaccionara solo que cuando se dio cuenta de sus acciones ya estaba mordiendo aquel pálido ser. El descubrir que ambos eran lobos fue una gran sorpresa para él que si lo hubiera sabido desde un inicio mejor le sacaría la vuelta a Testuya, pero, allí estaba él abrazando de forma posesiva al omega que había caído inconsciente. 

Quito de su frente húmeda aquellos cabellos azules descubriendo una herida que había comenzado a sangrar manchando la almohada, preocupado se levanto de la cama para ir al baño por toallas y el botiquín de primeros auxilios, su alfa le ordenaba ser atento con el omega. Con cuidado lo limpio poniéndole ropa nueva de él y curo aquella herida para después lamberla despacio esperando que su saliva ayudara a adelantar el proceso de cicatrización.

-Creo que esta decidido lo que hare contigo- sonrió con arrogancia. 


Mi OmegaWhere stories live. Discover now