El emperador

4K 448 33
                                    

Las clases por fin habían terminado dando por inicio las clases extracurriculares, Testuya caminaba por los pasillos con dirección al salón de ajedrez. Allí no solo enseñan jugar sino también la historia del juego al igual que les recomienda libros para que puedan organizar mejor sus estrategias.

Al llegar se encontró ya a varias personas con sus tableros listos para declararle la guerra a cualquier valiente, camino hasta sentarse cercas de la ventana en donde sería el lugar de Taiga si este fuera su salón. Sonrió al recordarlo, su forma de tratarlo se le hacía especial, la forma en que le hablaba y la forma en la que olía: canela. Descubrió aquel delicioso olor cuando hacían fila para las hamburguesas estando él atrás pudo sentir aquel agradable olor al momento en que Taiga se quitó su chaqueta para dársela a él, lo sintió temblar por el clima del local; desde entonces tiene guardado en su memoria aquel olor.

Cómo en todas sus clases sus compañeros eran omegas y betas, los alfa siempre han preferido los deportes o actividades extremas. Se sentía cómodo en cierta manera, el profesor explicaba con pasión la historia del ajedrez antes de dar inicio a formar los equipos. Testuya le tocó jugar contra una mujer beta que usaba unos enormes lentes que tapaban la mitad de su cara, con nerviosismo por la seriedad de su compañero puso el tablero y acomodo las piezas para dar inicio al juego.

-Wow...- dijo la beta sorprendía al ver lo rápido que terminó el juego-. Acorralaste muy rápido a mi rey.

Testuya en una cuestión de minutos pudo ver los puntos ciegos de su compañera que se le hizo fácil saber cuáles piezas debería de mover.

-¿Se divierten compañeros?- el maestro se puso aún lado de ellos con una sonrisa viendo el tablero-. Vaya... Tienen todavía sus piezas ¿Ocurre algo?

La beta y el Omega se quedaron sorprendidos por la falta de vista de su maestro.

-El juego termino maestro, acordarlo a mi rey en tres movimientos- la beta estaba emocionada pese a su derrota.

El maestro analizo mejor el tablero sorprendido por su descubrimiento.

-Felicidades joven...

-Testuya- respondió. Asintió con la cabeza en señal de agradecimiento.

-¡Debes enseñarme Testuya-san- el grito de la joven llamo la atención de sus amigas que fueron con ella para ver qué estaba pasando.

Testuya se sintió cohibido por tantas preguntas y por obtener toda la atención de la clase, varios compañeros se turnaban para jugar contra él y ver si en verdad era todo un prodigio como estaba presumiendo. 

Nadie noto la presencia de dos alfas que se encontraban curiosos por ver a todo el salón formando una bolita al rededor de unas personas incluso el maestro estaba muy atento al juego que había dejado en segundo plano las clases.

-¡Midormisa-san! ¡Akashi-sama! Un estudiante esta venciendo a todos los del salón- dijo un omega que fue el primero en darse cuenta de su presencia.

-Que fastidio-dijo Midormia dispuesto a marcharse sino fue por que su amigo lo detuvo del brazo en donde te tenia agarrado su objeto de la suerte, el día de hoy le toco llevar un peluche de un husky de ojos azules-. No me digas que te quieres quedar- más que una pregunta era una afirmación.

Akashi se mantuvo tranquilo pese a los reclamos de su amigo que le decía que mejor se fueran a las clases de básquet, por obligación del pelirojo es que ambos se encontraban en dos clases de verano todo el equipo de basquetbol fueron obligados.

-Algo me dice que hay que ver-Akashi continuo con su seriedad mientras se adentraba al salón dejando a Midormia en la puerta.

Todo el salón ya pudo sentir la imponente presencia del emperador que rápido todos comenzaron abrirle camino hasta que llego en frente de Testuya que estaba jugando contra otro compañero. Analizaba con mucho detalle aquel omega azul que intentaba no ponerse nervioso por la presencia de los alfas, los estudiantes ajenos al ambiente tenso que había entre omega y alfa estaban emocionados porque había otro prodigio en su salón. 
Akashi analizaba los movimientos del pequeño tratando de descubrir sus puntos débiles sino fuera por que su contrincante era un idiota en el juego, necesitaba a alguien que en verdad le diera pelea aquel omega. 

-Midormia... juega contra nuestro... compañero- todo esto lo dijo sin quitar la vista de Testuya que lo miro sorprendido-. Lamentablemente mis compañeros no pueden darte una pelea digna como mereces y estoy seguro que mi compañero podrá hacerlo.

El tono de voz que utilizo el alfa rojo era tranquilizador que por alguna extraña razón te convencía de hacer lo que te estaba pidiendo; Midormia dudo unos segundos antes de hacer un gesto de resignación, camino hacia Akashi para tomar su lugar en frente del omega.

-No eres la gran cosa, solo serás un contrincante más. No te sientas menos por tus genes omegas ni porque te voy a vencer- ajusto sus lentes y acomodo bien su muñeco de la suerte alado del tablero-. Al fin y al cabo la suerte esta de mi lado. 

Testuya se sintió ofendido no solo por las ofensas que le dijo sino por la arrogancia de su contrincante, sintió la presión por tener que defenderse aun que sea en el juego. 

El juego duro unos minutos más que el de cualquiera, estaba muy reñido debido a que ninguno de los dos daba su brazo a torcer y menos una persona como Midormima que no conocía lo que era la derrota. El juego termino como los pronósticos lo esperaban. 

-Hmp...-Akashi sonrió con arrogancia viendo como se decía el "jaque mate".

Todos en el salón estaban callados por la impresión de lo que estaba ocurriendo en frente de sus ojos, el profesor también estaba que gritaba de emoción.

-Imposible...-susurro Midormia en shock analizando sus movidas teniendo como resultado la caída de su rey-. ¿Como...?

Testuya seguía sin expresar sus emociones aun que si mirabas a detalle como lo estaba haciendo Akashi se podía ver como sus manos temblaban. 

-Confías tanto en tu torre que la utilizas más que a la reina, solo tuve que deshacerme primero de ella y así llegar al rey- contesto con seriedad. Temía hacer enojar al alfa aun que fue una jugada limpia. 

Era como darle una cachetada con guante blanco al ego de Midorima que seguía analizando lo que acababa de pasar después de acepar lo ocurrido no le quedo de otra más que estrechar su mano con un nervioso omega que le sonrió. 

-Creo que fue un error el subestimarte-fue lo único que le dijo antes de levantarse. 

Testuya estaba por hacer lo mismo cuando vio aquel pelirojo sentarse.

-Una vez que calentaste creo que ahora eres digno de jugar contra mi- Testuya pudo jurar ver como aquellos ojos rojos brillaban de forma dorada. 

N/A

Estoy pensando seriamente en actualizar los lunes y viernes, son muchos los capitulos que llevo escritos que se me hace un tortura esperar una semana para ir actualizando jajja 

Si les gusto por favor no olviden votar saben que estoy al pendiente de lo que comentan!! 

Mi OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora