Por fin entre mis brazos

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-¡Oh por Dios! Daiki- el omega brinco hacia los brazos de su hermano mientras lloraba de felicidad. Sus plegarias por fin fueron escuchadas, por fin venían a sacarlo de aquella prisión-. ¿Cómo fue que diste conmigo?- se alejo un poco de él notando que su hermano seguía viéndolo con mucha seriedad-. ¿Daiki? 

El alfa bajo su mirada hacia su abultado vientre que ya era más grande que su propia mano, Testuya no sabia si fue su imaginación o por una fracción de segundos pudo ver odio en su hermano. 

-Te escuche como aquella vez que te perdiste de niños- mintió. Lo agarro del brazo y sin delicadeza lo obligo a subir corriendo las escaleras.

Testuya dejo de sentir aquella felicidad al notar el comportamiento de su hermano que estaba más serio de lo normal además de que lo llevaba casi arrastras por todas las escaleras.

-Espera Daiki nos lastimas- intento frenar con sus pies entre las escaleras. Por el ajetreo comenzó a dolerle la espalda y su bebe estaba muy inquieto-. Necesito descansar- se llevo su mano a su vientre dando señal que estaba viendo por su hijo.

Daiki seguía dándole la espalda así que no pudo ver su expresión de fastidio. Tuvieron que subir las escaleras un poco más lento pero antes de llegar a la sala obligo al omega a cerrar los ojos este al principio dudo pero al ver la seriedad del alfa tuvo que hacer caso. Camino a ciegas por varios metros queriéndose guiar con el olfato pero el era un poco complicado por el intenso olor alcohol que le provoco nauseas. 

-¿D...Daiki que esta pasando?- de repente le dieron muchas ganas de llorar y de salir corriendo de nuevo hacia su cama donde allí se sentía seguro. 

¿Por qué su hermano actuaba de esa manera? ¿Por qué ya no se sentía seguro como antes? ¿Qué Daiki huele diferente? o ¿Había alguien más en la habitación? 

-Nos vamos a casa, Testuya- le dio un beso en los labios antes de obligarlo a salir del departamento. 


El que tocaran la puerta repetidas veces y que su madre gritara su nombre le dio a entender que sus padres ya se encontraban en Japón. Dejo pasar a la pareja a su casa, rápido su madre lo abrazo con fuerza mientras le dedicaba palabras de apoyo-

-Ya estamos aquí contigo cariño- tuvo la suerte de parecerse mucho a su madre, ambos tenían el cabello y ojos de color rojo. 

-¿Como te encuentras hijo?- su padrastro era muy idéntico a Nash solo que sus ojos eran cafés y su complexión era menos robusta que su hijo. 

-Estoy bien- los invito a sentarse para comenzar a planear su siguiente movimiento. Se sorprendió al enterarse que el amigo de su padrastro era nada más ni nada menos que el padre de Akashi.

Volvieron a tocar la puerta de la casa una hora después. 

-Deben ser ellos- anuncio su padre.

Taiga fue abrir la puerta encontrándose primero con Akashi Seijuro junto con otro señor un poco más alto de cabello castaño y ojos rojos como los de su hijo, atrás de ellos estaba el resto de la generación milagros. 

-¿Nos invitaras a pasar, Taiga?- hablo Seijuro.

El mencionado se hizo aun lado dejando pasar a todos de repente su departamento se hizo más mas pequeño por tanta gente que había en la sala hablando.

-Me sorprende Taiga incluso hasta me decepciona saber que Testuya lleva casi 4 meses desaparecido y tu a penas ahorita te dignas en decirnos- estaba sentado en un sillón de tres teniendo a su padre de lado izquierdo y a su detective del lado derecho. Miraba a Taiga con mucha atención pero sobre todo con enojo-. No se que esperabas para avisarnos. Hiro habla- ordeno a su detective.

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