Capítulo 46

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Kiara y Lizzy terminaron durmieron juntas aquella noche. Solían hacerlo más a menudo comando Lizzy era pequeña y antes de que Kiara empezase la universidad. Y la verdad es que les vino bien a ambas pasar aquel tiempo juntas.

Por la mañana siguiente, Kiara seguía sintiendo que tenía muchas cosas que hacer, y todas ellas estaban en la comisaría. Habló con sus padres un poco durante el desayuno y todos coincidieron en que aquel tema aún no se había cerrado. Aquel capítulo aún no había acabado, y era Kiara quien tenía que hacerlo.

Así que cuando terminó de desayunar salió hacia la comisaría. Lo primero que quería hacer era ver a Elías, así que fue directa a los calabozos. Pero al llegar vio que su celda estaba vacía. Kiara frunció un poco el ceño intentando no alterarse mucho. Se dio media vuelta y salió hacia el despacho de la inspectora Wade, donde entró sin llamar y la vio hablando con Elías, quien estaba tomándose una taza de café.

–Oh, estás aquí.– Dijo algo más aliviada.

–La inspectora Wade me ha sacado esta mañana de la celda y me ha dejado asearme un poco antes de darme la noticia.

–¿Qué noticia?– La miró.

–Van a retirar todos los cargos contra Elías.

–¿De verdad?– Dijo con una sonrisa y sentándose junto a él.– ¡Eso es maravilloso!

–Pero tengo que declarar en contra de mi padre.– Dijo serio.– Y no se si voy a poder hacerlo.

–No te preocupes.– Le dijo la inspectora.– Te prepararemos y te pondremos al corriente de todo para que cuando llegue el juicio todo sea mucho más fácil para ti.– Elías bebió café.

–¿Cuándo se va a celebrar el juicio?– Preguntó Kiara.

–En una semana, probablemente. Obviamente tu declaración será fundamental. Lo que me recuerda que debería hacerte unas preguntas y un par de fotos.

–¿Fotos?– Dijo Elías confuso.

–De las heridas.– Dijo levantándose.– Voy a ir a coger un par de cosas y así os dejo un par de minutos solos antes de empezar.– A medida hablaba, la inspectora se acercó a la puerta y salió dejándoles solos.

–¿Estás muy herida?– Dijo Elías preocupado mirándola.

–No me voy a morir por nada de ello, si es lo que quieres saber.

–Que este libre de cargos no significa que me vaya a ir, ¿lo sabes no? Pienso quedarme contigo.

–Puede que sea un poco fuerte, ¿de verdad quieres verlo?

–Pues claro. ¿De verdad crees que soy tan débil?

–Bueno, servidora te ganó en el cuerpo a cuerpo.– Dijo apartándose el pelo del hombro y Elías se rio.

–Y yo te recuerdo que te deje ganar.

–No es verdad.

–¡Claro que lo es!

–¡Serás tramposo!– Dijo dándole un golpe en el brazo.

–¿Tramposo? Encima de que te hice quedar bien.

A Kiara le gustó ver como Elías se reía cada vez más sin taparse la boca, aunque aún lo seguía haciendo un poco. Ambos se rieron un poco más, hasta que llegó la inspectora con una fotógrafa y dejaron de reír.

–¿Interrumpimos algo?– Preguntó la inspectora.

–No, no.

–Bien, pues si te parece, Kiara. Vamos a empezar.– Dijo y ambas entraron cerrando la puerta.– ¿Te quedas?– Dijo mirando a Elías.

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