にじゅうはち | 28

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El cuerpo del más alto de ambos no dejaba de temblar, los espasmos eran más que visibles, pero aún así pasaban por desapercibido y eran imperceptibles para aquel hombre uniformado frente a ellos.

Los miraba juzgante, aquellos dos chicos no decían ni una sola palabra.

La mirada del hombre pasaba de las manos del más bajo al rostro del más alto y viceversa. 

—¿Necesitan algo?.—preguntó, ganándose un sonido de negación saliendo de la garganta del chico que se encontraba, de alguna manera, más alejado de él.

—Claro que no, oficial.—respondió.—Solo estábamos jugando un momento, ya ve que la escuela muchas veces llega a ser estresante por lo cual habíamos decidido jugar cual chiquillos.—dijo.—No nos dimos cuenta del ruido que estábamos haciendo, le ofrecemos nuestras más sinceras disculpas.—su rostro se giro para encarar al segundo chico, quien reía nervioso y su sonrisa no podía llegar a mirarse más forzada.

—Lo...Lo sentimos mucho, señor.—Se disculpó mientras aclaraba su garganta en el proceso.—No pensamos que estuviéramos haciendo tanto ruido.—hizo una pequeña reverencia, aun con la mano del otro chico sosteniendo parte de su cuello.—Mi amigo Park Jimin y yo Kim Taehyung le ofrecemos nuestras más sinceras disculpas.

El hombre enarco una ceja mientras que el chico mas bajo mantenía fija la mirada en su compañero.

—Bueno, si nos disculpa, nos retiramos.—dijo.—Que pase buena noche, señor oficial.—Jimin se giró de manera brusca, halando con él a Taehyung quien soltó un quejido al ser llevado con tanta fuerza. La mano de Jimin reposaba en la nuca del mas alto mientras que con la otra sostenía un pequeño llavero, el cual contenía una pequeña navaja en el.—Eres un chico listo, Taehyungie, el decirle mi nombre y el tuyo al oficial, realmente fue una jugada inteligente.—halagó.—Pero es una pena que no vaya a servir de nada, ya que yo desapareceré junto a ti ¿A que no es una gran idea? Es como el sueño de cualquier par de mejores amigos, desaparecer juntos de la faz de la Tierra.

Pequeñas lagrimas escapaban de los almendrados ojos del chico de piel tostada, simplemente todo lo que estaba sucediendo en ese instante, era algo que no podía creer.

—Jimin.—llamó, el nombrado hizo un sonido para hacerle saber que lo estaba escuchando.—Dime, ¿Por qué haces esto?, ¿Te he hecho algo? ¿Namjoon te hizo algo?.—preguntó.—Nosotros somos amigos, somos tus amigos.

La mirada de Jimin sobre Taehyung seguía siendo la misma, fría e inexpresiva. Soltó un gran y exagerado suspiro, haciendo al contrario temblar al sentir el aliento del otro en su nuca.

—¿Amigos?...Sí, claro, podría decirse que lo somos ¿No es así?.—dijo.—Pero Taehyungie, los amigos no te traicionan de esa manera.

—¿A qué te refieres con traicionarte? Jiminnie, nosotros nunca te hemos traicionado, nunca hemos hecho algo en contra tuyo ni siquiera la más mínima acción que pueda afectarte...ugh.—se quejó al sentir como su cuello era apretado, lastimándolo

—Eres realmente cínico Taehyung, tú y tu jodido hermano Namjoon hicieron lo peor que pudieron hacer.—la voz de Jimin era grave, no se comparaba a la dulce voz con la que el chico siempre era acompañado. Taehyung lo miraba con temor, mucho temor y con nada más que terror inundando su cuerpo. Quería preguntar qué era aquello que él y su hermano habían hecho, pero no podía. Las palabras no podían salir de su boca y lo único que su cuerpo podía expresar en ese momento, era una descolocada y asustada expresión adornando su rostro. Una risa irrumpió sus pensamientos.—Supongo que no me vas a preguntar qué es lo que tu hermano y tú han hecho.—Una sonrisa adornando su rostro.—Verás, desde que era pequeño, había un chico que siempre me ha pertenecido, desde el primer momento en el que cruzamos las miradas fue como si él me dijese, "Tómame, te pertenezco, soy tu propiedad para siempre" ¿Pero puedes adivinar qué sucedió después?.—preguntó sin esperar respuesta alguna.—Lo que sucedió es que un par de hermanos decidieron acercarse, hablar, y hasta tocar lo que es mío, lo que me pertenece. Y eso, eso es algo que no puedo ni siquiera pensar en perdonar.

—Jimin, tú en verdad estás loco.

Una risa sonora retumbó en los oídos de ambos, seguida de un quejido agudo de dolor y una mancha de sangre adornando puerta, junto con un delgado hilo de esta que venía de la nariz del más alto. Taehyung no había notado cuando llegaron, estaba tan absorto en lo que había pasado que no notó cuando llegaron a aquél lugar.

Caminaron por los limpios y amplios pasillos del lugar, las luces blancas y el olor tan característico les daba la bienvenida, recibiéndolos como ya se había hecho costumbre desde hace tiempo.

Taehyung intentó poner más peso sobre sí mismo, pero era inútil. Cada vez que se resistía, Jimin encontraba la manera de causarle un dolor tan agudo como si de una cuchillada se tratara.

—Jimin, ¿qué hacemos aquí?.

—¿No es obvio?.—preguntó, una ceja alzada adornando su cara.—Vamos a visitar a tu hermano, vamos a ver a Namjoonie, ¿No estás emocionado?.

Los labios de Taehyung se transformaron en una perfecta linea recta, podía asegurar que su lengua ahora también estaba manchada de aquel rojo carmín, ya que, el sabor a hierro había inundado su boca.

—No podemos.—dijo, siendo ignorado de inmediato, si la desesperación de Taehyung fuera palpable, se sentiría como el agua del mar cuando estas siendo arrastrado a lo profundo por las olas.—Jimin, las visitas no son posibles a estas horas de la noche, ademas, mi hermano está inconsciente, no tiene ningún caso que lo vayamos a ver en este momento, podemos regresar luego.

—¿Qué tan estúpido puedes ser cómo para creer que quiero que ese bastardo despierte?.—preguntó ya irritado. Entraron a la habitación, tan tranquila, tan silenciosa, como si nada de esto fuera capaz de suceder. El más bajó empujó al otro chico a una de las sillas, quitó las sabanas que cubrían al inconsciente chico que yacía dormido, y con ellas amarró al hermano de este a la silla. Salió de la habitación, escuchando graves gritos ahogados y se dirigió a las maquinas expendedoras del lugar, si había una ventaja de las maquinas de Corea, era que podías conseguir casi lo que quieras, inclusive un cigarrillo que tanta falta le hacia en ese momento. Dio una gran calada al cigarro, llenando su garganta de aquel amargo sabor que te daba la nicotina, soltó el humo, giró bruscamente sobre sus talones. ¿Había sido su imaginación? Inspeccionó rápidamente el lugar, nada, se lo había imaginado, tal vez se estaba volviendo paranoico.—Bien Taehyung, es hora de que te despidas de tu hermano.—lo acercó a la cama aún atado a aquella incomoda silla, el rostro del hermano mayor ahora era una cama de agua, las lagrimas no dejaban de caer de los ojos de su hermano pequeño.—Dile adiós hermanito.

Arrastró la silla pegada a Taehyung mientras escuchaba los alaridos provenientes de este. Música para sus oídos. Abrió la ventana, plantó un pequeño beso en la húmeda mejilla del chico al que llamaba mejor amigo, lo cargó poniendo toda la fuerza de su parte y finalmente lo arrojó por aquella ventana de aquél tercer piso.

Suspiró complacido y una sonrisa socarrona iluminó su rostro, tomó otro cigarrillo, lo encendió, lo probó y lo apagó en la sábana debajo del chico de piel canela.

Pronto el humo inundó la habitación que ya había dejado atrás, la sonrisa en su rostro era deslumbrante, debía admitir que fue una buena idea desactivar las alarmas ya que ahora ningún aspersor podría detener su cometido.

Una vez afuera se acercó al cuerpo tendido en el césped, acarició su rostro con ternura y lo tomó del brazo llevándolo consigo.

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¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo han estado? 

Por fin he terminado la mayoría de mis materias de la universidad por lo que espero ya no tener este fic tan abandonado:3

Gracias por leer, lxs amo <3

«逃げる | Nigeru».-«Jimsu».Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon