«逃げる | Nigeru».-«Jimsu».

さんじゅう | 30

Desperté gracias al calor que sentía en mi nuca, hice un ruido de molestia y empuje a la persona detrás de mí.

Escuché un quejido suave que no llegó a ser agudo ni a durar más que un par de segundos.

—¿Taehyung?.—llamé pero no respondió, me acerqué a él y coloqué uno de mis dedos entre su nariz y su labio superior. Caliente, aire caliente salía de esta. Parpadee tantas veces como me fue posible, estaba en mi asombro.—Taehyung, respondeme si estás vivo.—nada.—Haz un sonido o lo que quieras.—suplique. Nada, suspire.

Rasque mi cabeza con frustración, tal vez Taehyung no iba a despertar. Y tal vez debía de resignarme a vivir una vida con Jimin y mi amigo inconsciente acompañandonos a ambos, no era tan malo.

¿A quién engañaba? Es peor de lo que alguien podría imaginarse.

Miré a mi lado y vi la puerta, aquella puerta que solo podía ser abierta cuando Jimin demandaba mi cariño, el cual yo ya estaba más que acostumbrado a darle.

Hasta este momento, Jimin no me había hecho nada más allá de unos simples toques y caricias, lo cual debía de admitir que me sorprendía.

¿Cuándo sería el día en qué Jimin por fín se decidiera a tocarme completamente? A ultrajarme, a corromperme por completo y quizás hasta llegar a romperme de todas las formas posibles.

Creo que he perdido mi mente, mis ojos lo buscan a cada momento y ya no sé si es porque quiero salir de aquí o porque simplemente lo extraño.

—Yoonie.—lo escuché llamarme, sacandome de mis pensamientos.

Me acerqué a él, apoyándome con mis manos y mis rodillas en la cama.

Acarició mi mejilla y colocó su pulgar en mis labios, abriéndose paso a mi boca. Yo chupando aquél dedo y yo mirándole suplicante.

—Jiminnie.—llamé.—Te necesito.

Tomó mi rostro con ambas manos, y me dió un beso, tan suyo, tan rudo. Bajo una de sus manos para tocar mi pecho con esta, jugando con mis tetillas, haciéndome sacar uno que otro suspiro.

Me recosto en la cama y subió mi camisón, quitándolo de mi cuerpo, dejándome expuesto. Intenté cubrirme pero él me lo impidió, deteniendo mis manos al tomarlas por las muñecas y colocarlas sobre mi cabeza.

Miré nuevamente aquella cínica sonrisa que no se apartaba de mí. Giré mi cabeza y me di cuenta de los ojos cerrados forzosamente de Taehyung.

Tragué duro y al parecer el chico sobre mí lo notó.

—¿Qué pasa?.—preguntó, aunque cambió rápidamente a una carcajada llena de sorna.—Oh, lo entiendo, te gusta tener público presente ¿no es así? Puta.

—N-no es así, estás equivocado Jimin.—solloce.

Sentí sus manos rodear mi cuello, soltando mis muñecas, dandome la oportunidad de tratar de detenerlo pero no podía, yo estaba débil y él era más fuerte. Sus ojos sobre los míos, ojos que ya estaban llorosos y a punto de cerrarse.

Mi fuerza a cada segundo se hacía menos que el segundo anterior. Dejé caer mis manos, pero una tercera se colocó donde antes había dejado la mía.

—¡Jimin! ¡Para! No lo hagas.—gritó desesperado, sus grandes ojos ahora estaban vidriosos.—No le hagas daño a Yoongi.

Oh vaya, había despertado.

Alcé la mirada con las fuerzas que tenía, su bello rostro ahora tenía formado un puchero que se encontraba en el limbo, entre la tristeza y el miedo.

—Já.—pronunció Jimin sin una pizca de gracia, sus ojos bien abiertos, ahora solo apuntaban a una dirección, hacia una persona. Estaban fijos en Taehyung. Una gran sonrisa se colocó en sus labios, para después dejar libre mi cuello y acercarse a la persona a mi lado.—¡Taehyungie! Creí que habías muerto.—dijo sin soltar el abrazo tan apretado que había creado.

El nombrado soltó un pequeño quejido debido a la fuerza, estaba pasmado, petrificado.

Tenebroso. Si yo pensaba eso, no podía ni imaginar lo que cruzaba por la mente de Taehyung.

                        

[ΩΩΩ]

—Maldición, maldita sea, todo y todos.—se quejó.—¿Por qué tienes que ser tan pesado?.

Siguió arrastrando a aquél chico inconsciente por el frío y sucio piso, la ropa de aquél ya se encontraba llena de ramas y césped. Y en su interior esperaba que fuera solo eso.

Miró a todos lados, no quería tener problemas si alguien lo miraba arrastrar ese cuerpo. Lo soltó por unos segundos, estiró sus hombros y se paró recto, masajeo su cuello y un gran suspiro salió de sus labios.

—Se suponía que era mi día libre.—se sentó en el césped a un lado del cuerpo inconsciente.—¿Sabes? Creo que de alguna manera esto era algo inevitable ¿No lo crees?.—rodó sus ojos y se tiro de espaldas,  mirando al cielo.—Genial, ahora estoy actuando como un completo loco, hablando con alguien que no puede responderme.—dijo, dio un pequeño golpe en el abdomen del chico.—Ni siquiera sé si me estas escuchando, idiota, te dije que te cuidaras.—se puso de pie nuevamente, sacudió sus ropas y tomó por los brazos al chico del piso.—Bien, prosigamos.

____________________________________

¡Hola! ¿Cómo han estado?.

Lamento tardar tanto en actualizar, he estado sintiéndome muy mal, siento que todo lo que hago es un asco y he perdido las ganas de hacer lo que más me gusta, escribir y dibujar.

Pero no se preocupen, ya estoy buscando ayuda de un profesional de la salud mental.

Cuidense, amense y nos leemos pronto. Los amo ❤