にじゅうきゅう | 29

1.3K 167 44
                                    

Nuevamente me encontraba solo, rodeado de estás cuatro paredes blancas que me han estado haciendo compañía desde hace tanto tiempo que ya he perdido el sentido. ¿Cuanto ha pasado ya? ¿Días? No, estoy seguro de que han sido más que unos cuantos días. ¿Semanas? Quisiera creer que han sido un par de semanas, pero algo dentro mio me dice que tal vez ya he estado aquí un mes o tal vez un par de estos.

Las blancas paredes contrastaban perfectamente con la poca luz que entraba por una pequeña y misera ventana, la cual era más alta que yo, inclusive si me paraba sobre la cama y ponía mis pies en puntillas, no lograba alcanzarla.

El fuerte sonido de la puerta principal, abriéndose y cerrándose, me sacaron de mi mundo de ensoñación. 

Coloque mi cabeza sobre mis rodillas mientras con mis brazos abrazaba mis piernas. Escondí mi rostro entre ellas mientras mi cuerpo temblaba levemente. Tenía miedo de lo que Jimin podría hacerme esta vez.

Sé que él nunca me mataría, o al menos eso es lo que me queda creer al conocer la errónea idea que tiene sobre el amor, ¿saben? Ya ni si quiera sé que esperar cada vez que entra a mi habitación, cada vez que se acerca a mí y busca más que unas simples caricias de mi parte o de su parte por todo mi cuerpo.

Mi cuerpo se encuentra lleno de hematomas cada vez más oscuros mientras que otros brillan por lo nuevo de estos. Jimin dice amarme y aun así se ha empeñado en herirme, tan confuso como solo lo puede ser él, me mima, me da cariño y afecto, así como también golpea mi ya demacrado cuerpo y se encela cuando siquiera logro mencionar un hombre que no sea él, su hermano, o inclusive mi propio hermano.

—¡Yoonie! Mi amor, ya llegué.—me llamo desde la lejanía, mientras yo buscaba la manera de calmarme, si me miraba nervioso, no sabía que podía ocurrir conmigo.—¡Yoongi! ¡Te estoy hablando maldito bastardo!.—abrió la puerta de mi habitación y tomó mi brazo de  manera tan brusca que creí que me lo había arrancado. Solté un ligero quejido que llamó su atención, su semblante cambió a uno más suave y acaricio mi rostro con delicadeza, sus dedos rozaban mis mejillas mientras subían lentamente hasta despeinar mis delgados cabellos.—Yoonie, sabes que debes de responder siempre que te llame, ¿no es así?.—asentí con temor. Dio un tirón a mis cabellos, haciéndome cerrar los ojos del dolor, alzó mi rostro para que quedara cerca al suyo y plantó un brusco beso en mis labios y relamió los suyos, regalándome una esplendorosa sonrisa al terminar de hacerlo.—A que no adivinas quien vino conmigo.—dijo.

Salió de la habitación, dejando la puerta abierta, pudiendo de esa manera yo mirar lo que él estaba haciendo. Miré como se esforzaba en arrastrar algo consigo, pero más allá de su rostro demostrar molestia o algún tipo de esfuerzo, lo único que denotaba era una gran sonrisa que sentía que podía abarcar su rostro completo. 

Un largo brazo, una gran mano sosteniendo la de Jimin, una alborotada cabellera castaña y un rostro que provocaba nostalgia, me resultaba más que familiar.

Era Taehyung.—Tae...—susurré, temiendo que aquél loco bastardo frente mio pudiera escuchar hasta el tono más bajo que mi voz podía producir.

—¿Te ha gustado mi sorpresa? A que sí, es mi invitado estrella.—pronuncio con emoción.

—Jiminnie...no debiste, ¿como estaremos los dos solos si ahora has traído a Tae con nosotros?.—cuestione, el primer nombrado me miro perplejo, tal vez creía que me gustaría tener a un amigo junto conmigo. Pero como lo supuse, me equivoque. Todas mis suposiciones eran erróneas al escuchar la gran carcajada saliendo de la boca del chico que yacía de pie enfrente mio.

—Vaya, en realidad eres un tremendo estúpido, Yoongi.—dijo con una sonrisa cínica adornando su rostro.—¿Cómo es que siquiera se te ocurre llevarme la contraria?.—preguntó.—Una sorpresa es una sorpresa, y Taehyung se queda aquí quieras o no.—soltó el brazo del chico tendido en el piso y se acercó lentamente a mí, como si de una fiera al acecho se tratara.—¿Entendiste?.

Asentí eufóricamente, haciéndolo sonreír complacido. Volvió a tomar a taehyung, colocándolo esta vez sobre la cama, a un lado de mí, la cama matrimonial en la que solía dormir, repentinamente se había convertido en un colchón individual ante la presencia de Taehyung. gruñí por lo bajo.—Me gustaba que mi cama fuese grande.—dije con un deje de indignación en mi voz.

Enarco una ceja y me miró divertido.—Tal parece que el gatito se ha vuelto algo engreído y también un poco egoísta ¿Tanto te gusta dormir en tu propia cama?.

—Me gusta mi propia cama porque así puedes venir a visitarme y dormir conmigo, Jiminnie.—dije sin pensar. Y no mentía, me estaba gustando dormir junto a Jimin estos últimos días. Ronronee cual minino mientras con mis manos y mis rodillas apoyadas en el colchón, me acercaba a él de manera lenta, sin prisas.—Jiminnie.—llamé.—Tocame.

Su mirada fija en mí, me miraba desde arriba ya que él se encontraba de pie junto al colchón. Sus manos tomaron mi cuello y lo estrujaron con lo que yo creía era toda la fuerza que podía ejercer.

Podía jurar que mi rostro ahora era de un tono que se encontraba entre el morado y el rojo. Mis manos tomaban las de él intentando liberar aunque sea un poco de la presión sobre mí.

Comencé a toser mientras que un rastro de saliva se deslizaba por la comisura de mis labios.

—Ji...Jiminnie.—le llamaba con toda la fuerza que tenía, pero lo único que obtenía era aquella sonrisa tenebrosa con ese deje de lujuria y locura.

Podía sentir mi vista nublarse y la razón dejando mi cuerpo, pero justo en el momento en el que me vi perdido, él se detuvo.

Me soltó y me dejó ahí mismo en la cama, podía sentir el cuerpo de Taehyung a un lado mío. Comencé a toser intentando recuperar el oxígeno perdido.

—No me vuelvas a pedir que te toque, odio a las putas y estás actuando como una.—escupió.—Te tocare cuando yo quiera y como yo quiera. Todo lo que tenga que ver contigo, yo lo decido, porque tú eres mío, grabatelo en la cabeza, Min Yoongi.—rio por lo bajo.—¿O es que deberíamos comenzar a llamarte, Park Yoonie? ¿O prefieres seguir siendo Yoongi?.—se encogió de hombros.—Bueno, realmente no importa lo que tú opines, cuida de Taehyung por mí ¿Quieres?.

Me dijo por última vez, saliendo de la habitación, dejándome con mi amigo que ahora se encontraba en la cama conmigo. Tomé uno de sus brazos, envolviendo mi cintura, meintras que con el otro envolvía mi cuello.

Y así fue como me quedé dormido en esta no tan amplia cama entre los brazos de mi amigo.

_______________________________________

Hace mucho que no había un capítulo con Yoongi pero a partir de aquí, él volverá a ser nuestro protagonista :3

«逃げる | Nigeru».-«Jimsu».Where stories live. Discover now