Capítulo 21: Roberto Ríos

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–Como me gustaría que despertaras. –susurré mientras acariciaba la mano de Celine. Mientras el resto estaba hablando con los policías para dar toda la información que podían, yo me quedé con mi novia a solas en la habitación. –Todos te necesitamos, hasta queremos que discutas con Ingrid de nuevo.

El doctor Gómez nos informó que la condición de Celine había mejorado, sus fracturas estaban prácticamente curadas a excepción de que seguían esperando a que despertara del coma, pero eso era algo que no sabían cuando podría suceder. Lo más seguro es que despertara cuando su cuerpo se sintiera preparado para despertar.

–¡Llegué! –gritó Ingrid abriendo la puerta de golpe, haciendo que me sobresaltara. –¿Algún avance?

–Todavía no. –respondí con una pequeña sonrisa.

–Raúl ya está buscando al tal Roberto Ríos, en cuanto lo encuentren lo mandarán directo a prisión y le harán un interrogatorio. –me informó, sentándose en una de las sillas que había al lado de la ventana. –Ojalá pudiera estar en el interrogatorio, le haría hablar a los cinco segundos.

–¿De Margaret se sabe alguna noticia? –pregunté recordando a su madrastra.

–Nada. Sospechan que puede estar en Escocia pero no es seguro, tal vez siga en nuestro país y desde allí le dé las órdenes a Roberto.

Perdí la noción del tiempo mientras observaba en silencio a Celine, nuestros amigos venían a contarme como iba la situación e incluso me pedían que saliera a tomar el aire, pero me negaba en cada uno de sus intentos por hacerme salir de la habitación. Quería estar cerca de ella todo el tiempo que pudiera.

Los días fueron pasando así como nuestra estancia en aquel hotel, por suerte mi padre habló con aquella señora y ahora disponíamos de su piso para vivir al menos temporalmente. La situación de Celine fue mejorando y los policías que vigilaban el hospital se marcharon por órdenes explicitas de Raúl.

Esa misma mañana nos encontrábamos todos en la habitación esperando noticias del doctor cuando música escocesa tocada por una gaita comenzó a sonar en la habitación. Nos miramos entre nosotros hasta que vimos como Ingrid pegaba el móvil al oído de Celine, mientras sonreía.

–Ingrid, ¿Qué te crees que estás haciendo? –preguntó Derek confundido.

–¿No dicen que los que están en coma oyen todo? Espero que esta música anime a Celine, donde quiera que esté. –respondió mientras elegía otra canción escocesa.

–No creo que la música escocesa le ayude. –opinó Abigail sonriendo ante la tontería que estaba haciendo la subdirectora.

–Es verdad. –Ingrid se puso algo pensativa hasta que sonrió con malicia, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. –Helen, gime y lo grabo, a ver si eso anima a Celine.

–¿Qué? –exclamé sonrojada y sentí que la temperatura de mi cuerpo subía. –¡No pienso hacer eso!

–¿Por qué no? Quizá la ayude, quien sabe. –sonrió con malicia.

Antes de que pudiera decir algo, llamaron a la puerta de la habitación. Mi padre abrió la puerta y el doctor Gómez entró con una sonrisa en su rostro. Miró el informe que traía en sus manos para luego mirarnos con bastante felicidad.

–Debo deciros que la señorita Blackvour se ha recuperado totalmente. –explicó sin dejar de sonreír. –En estas tres semanas ha mejorado bastante, y todas sus heridas han sanado por completo. Ahora solo falta esperar a que despierte.

–¿Cuánto tiempo crees que le tome? –preguntó Selena algo preocupada.

–Eso depende de cada uno, no lo sé con certeza. Pueden ser días, semanas, meses e incluso años. –respondió Iker con sinceridad. –Pero viendo su mejoría, me arriesgaría a deciros que pueden ser días.

Mi Vida, Mis Reglas [#1 Hill]Where stories live. Discover now