Capítulo 7: Casi...

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Ingrid nos volvió a decir lo que deberíamos hacer y una chica nos entregó su linterna, le agradecí y le entregué la botella a Helen, quien me miró extrañada.

–¿Por qué debería llevar yo la botella?

–Yo alumbro y tú llevas la botella, trabajo en equipo. –sonreí y cogió la botella de mala gana pero no comentó nada más.

Me despedí de Ingrid y mis amigos antes de adentrarnos a la oscuridad de la noche. Conforme íbamos entrando al bosque todo se iba oscureciendo más, encendí la linterna y comencé a alumbrar frente a nosotras para no tropezar y pudimos notar que el camino cada vez se volvía más rocoso.

Todo parecía ir bien hasta que escuchamos un ruido que provenía de detrás de unos arbustos cercanos a nosotras, Helen se sobresaltó algo asustada y se agarró a mi brazo, algo que me sorprendió.

–No te preocupes, debe ser algún animal nocturno. –le susurré para no alertar a los animales.

–Espero que no sea uno peligroso. Sino te dejaré a ti sola y me iré corriendo.

–Te tomo la palabra. –sonreí divertida.

Al final el terrorífico ruido era producido por una pequeña ardilla, la cual al vernos se subió a un árbol hasta desaparecer. Helen no se soltó ni se apartó de mi lado hasta que llegamos al borde del lago, donde se soltó de mi para que pudiera rellenar la botella.

–¿Por qué no te asusta el bosque cuando es de noche?

–Cuando era pequeña me perdí en el bosque durante una noche entera. Me escondí en una cueva que encontré hasta que amaneció, y durante aquella oscura noche pude observar como otro tipo de vida vivía en el bosque cuando era de noche. –le expliqué cerrando la botella. –Vi animales que no había visto durante el día y como se alimentaban, me quedé fascinada y durante algunas noches me escapaba de casa para poder volver a ver el encanto nocturno. ¿Cómo podía tener miedo de algo tan bello?

–Curioso. –dijo algo pensativa. –Volvamos, necesito dormir.

Seguí a Helen cuando de repente se resbaló con una roca que sobresalía, la cogí de la cintura para sostenerla pero me resbalé a causa de las pequeñas piedras que habían en la orilla y estaban mojadas . Ambas caímos en el suelo y nos miramos un poco sorprendidas, Helen había caído sobre mí mientras que yo caí sobre el pedregoso suelo, seguramente tendría alguna herida.

No lo noté pero nuestros rostros estaban muy cerca, podía sentir su aliento con olor a fresa y mis manos estaban en su cadera mientras que sus manos estaban en mis hombros. No sabía como reaccionar ante este tipo de suceso, esto lo había visto en las películas y era cuando el chico besaba a la chica, pero no había visto ninguna película donde dos chicas se besaran en un momento así.

Un momento.

¿Por qué demonios quiero besar a Helen, en primer lugar?

–¿Te encuentras bien? –pregunté suavemente, esperando que no notara mis nervios.

–Sí. –susurró viéndome a los ojos mientras sus mejillas se sonrojaban.

Su mirada pasó de mis ojos a mis labios e hice lo mismo. Observé como poco a poco iba acercando su rostro al mío con intención de besarme, nuestros labios estaban a punto de encontrarse cuando una pregunta invadió mi mente.

¿Realmente iba a besar a la chica que supuestamente es mi enemiga?

Borré esa pregunta de mi mente y vi como Helen cerró sus ojos, imité el gesto y me preparé para nuestro inminente beso. Estábamos a punto de besarnos, nuestros labios se rozaron cuando unos gritos hicieron que nos separásemos algo avergonzadas.

Mi Vida, Mis Reglas [#1 Hill]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora