t r e c e

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Chapter thirteen

Él era Hero.

Un chico básicamente destruido. El boxeo siempre fue su salida fácil, el boxeo lo liberaba, el boxeo siempre fue su mejor aliado.

Hero Jean nunca creyó en la felicidad, o si lo creía era solo efímera. Su madre, Helena Jean, una prostituta, trabajaba en uno de los burdeles más lujosos y prestigiosos. La vida de Hero nunca fue fácil, su madre era la más solicitada, era bellísima, siempre vive en su mente su rostro, el delicado rostro, sus enormes ojos azules, su suave cabello castaño claro, su piel pálida, era tan delicada... pero tan débil.

Hero desde pequeño vivió con el ambiente de personas malas, de alcohol, de drogas, de sexo, hasta que un día empezó a aprender de la verdadera vida, creció solo, vivía prácticamente solo, su madre tan solo se drogaba, se perdía, nunca le importó, solo era la mujer que lo tuvo, solo eso.

Y cuando ella se suicido y dejo esa carta, siguió sin sentir nada...

Su madre, Helena, tenía treinta y la última vez que la vio, la última vez sus ojos lo miraban; fríos, tristes, perdidos... y él siguió sin sentir algo.

Cuando no tenia a nadie a tan solo trece años; salió a la calle, y no era precisamente el chico más amigable, siempre se fue por las peleas, y en algunas ganaba en otras, lo vencían por fuerza.

Encontró el lugar de peleas clandestinas, donde se volvió el mejor, el mejor pero el más cruel.

Después de estar bastante tiempo ahí, y no tener a nadie, absolutamente a nadie, por que su confianza nadie se la ganaría, la vió...

Lo más importante para Hero era el boxeo, el dolor, la alegría de ver sufrir a los demás, de verlos sentir, de verlos. Pero eso fue hasta esa noche, donde golpeaba sin piedad a "Peor": su contrincante, él lo había estado retando todo el día, y Hero solo observaba para dar a conocer sus armas después.

Y cuando veía los ojos de sus contrincante no pudo evitar levantar la vista y ver a esa chica, cabello negro, ojos azules, tez tan pálida, que parecía ser la única persona en todo el lugar, lucia aterrada, pero no pudo evitar sentir algo.

Y él nunca sentía.

Carta de Helena a Hero:

A pesar de no haber conocido a mi propio hijo, sé que fui una mala influencia, no tuviste la mejor vida, pero a pesar, sé que me entenderás.

Al final me entenderás...

cerezaytristeza

The Cruel Boy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora