c i n c o

146 16 6
                                    


Chapter five
♥︎

El dolor de cabeza que pulsaba en mis sienes, hizo que abriera los ojos cegándome de la luz que entraba por las ventanas. Me tallé los ojos mientras me quitaba el edredón de encima, caminé hacía el baño que estaba a un lado de la mesita de noche y de reojo vi la hora, ¡las dos de la tarde!

¿Como demonios podía dormir tanto?, creo que nunca llegué a dormir... ¿a que hora había llegado?, ¿Anne? Me asuste al recordar no haberla visto en ese lugar tan grande, y bochornoso. Busqué con la mirada el celular y al no verlo salté en la cama con el milagro de encontrarlo bajo de ella, y sí, estaba ahí.

Lo tomé y desesperada busqué el número de Anne en la lista de contactos. Un tono... dos tonos... tres tonos...

—¡Oh por Dios Anne!, ¿Donde estas?—grité mientras me sentaba en la cama de forma abrupta.

—¡No lo vas a creer!—la vocecita acompañada de su chillido estruendoso hace que separe el celular de mi oreja.

—Dios, estoy preocupada por ti... ¿donde estás?, ¿estas bie...

—Despacio... estoy bien, anoche que estuve bailando con Will me dijo que fuéramos a su departamento, y pues no me pude contener, es tan sexi...—el suspiro que soltó hizo que rodara los ojos al cielo—. Y bueno me olvide por completo de ti, lo lamento, lo juro, se me subieron algunas copas y ya sabes lo qué pasa..—.

—No te preocupes, después de buscarte por una hora y por preguntar a quien sabe Dios quién, me fui, aunque si que me quedé muy preocupada—lancé una mirada enojada a la nada aún sabiendo que no me veía.

—Lo lamento—su voz como la de una niña triste apuntó de llorar me hizo reír–¡Ah! Peroooo, a que no crees qué pasó con Will—sus gritos hicieron que no parara de reír mientras escuchaba sus detalles de lujo en su majestuosa noche de sexo con Will.

Mientras me despedía de ella preparaba el baño, para poder ir al supermercado y comprar unas cuantas cosas.

Cuando había llegado de regreso del supermercado metí la llave en la cerradura, mientras entraba con las bolsas sin cerrar la puerta y poner las compras en la mesa me giré para cerrar la puerta pero algo blanco en el suelo llamó mi atención. Era como una hoja, como si la hubieran deslizado por debajo de la puerta.

Me agaché para tomarla, mi respiración aumentó, mis manos temblaron...

Ahora gira a mirar al sillón.

Me giré a mi izquierda donde el pequeño y mullido sillón estaba, ni siquiera por error lo había volteado a ver, el terror de que fuera un ratero me hizo respirar pesadamente. Mis ojos se fruncieron al notar al boxeador sentado cómodamente mirándome con una sonrisa provocadora, analizándome...

.
cerezaytristeza

The Cruel Boy ©Where stories live. Discover now