Capítulo VII

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Narra anónimo:

Maxi entró en el gallinero. Las gallinas correteaban de un lado a otro del corral. Él no estaba acostumbrado a estas cosas, por lo que le dieron algo de miedo.
Respiró hondo y se dirigió a las casetas donde estaban los huevos.
Cuando entró, vio a las gallinas encima de sus respectivos nidos, pero el no esperaba eso, pensaba que los huevos estaban allí y ya. Cogerlos con la madre encima... era demasiado complicado ¿Y si le picaban? Bueno, si Martha hacía eso cada día, no podía ser muy difícil.
Fue al primero. La gallina y él se miraron.

Maxi: Bueno gallina, no me piques ¿vale? -alargó la mano, pero esta pió y Maxi se cayó hacia atrás.- ¡Tampoco vale piar! -dejó de hablar, dándose cuenta de que estaba hablando con una gallina, se sintió estúpido. Inspiró hondo y volvió a alargar la mano. Consiguió coger un huevo. Pero la madre se levanto y salió de su nido, persiguiendo a Maxi. Este gritó y salió de las casetas. Corrió por todo el corral, con la mayoría de gallos y gallinas detrás de él. Tropezó y chocó contra el suelo. Un par de pájaros le hicieron unos rasguños y encima, se manchó de los excrementos de estas. Se levantó del suelo y se puso a correr en círculos por todo el corral. Gritando.
En ese momento, Martha pasaba por allí cogiendo robellones con alegría y metiéndolos en su bolsa. Oyó los gritos de Maxi y corrió hacia el corral.
Lo que vio era desagradable. El chico estaba aún escapando de las gallinas, estaba cubierto de cacas, arañazos y plumas.

Martha: ¡Jack! ¡Sal de ahí! -le abrió la puerta del corral y el muchacho salió pitando.-

Maxi: Me.. llamo... Maxi... -dijo respirando dificultosamente. Martha no le hizo caso.-

Martha: ¿Pero que has hecho? ¿Que ha pasado?

Maxi: ¿A ti que te parece? -escupió un par de plumas de la boca. Martha no pudo evitar reirse.-

Martha: Estás hecho una pena -le dijo quitándole una pluma del ojo.- Bueno, por lo menos has cogido los huevos ¿No?

Maxi: Toma -le sonrió irónicamente y le dio el único huevo que había cogido.-

Martha: ¿Uno?

Maxi: ¿Te parece poco? ¿Has visto lo que me han hecho esas gallinas asesinas?

Martha: Maxi, te han hecho eso porque tenías miedo, si les tienes miedo, ellas lo notan entonces piensan que te sientes culpable por quitarle los huevos, y las personas culpables, son las que cometen delitos.

Maxi: Lo tendré en cuenta... para mi próxima vida, no me pienso acercar otra vez aquí.

Martha: Después de esto, tampoco te lo iba a pedir. Anda, vamos a casa que te curo esos arañazos. -Maxi no pudo estar más de acuerdo. Durante el camino Martha le miraba aguantándose como podía la risa y él, hacía como que su acompañante no estaba. Pero en algunos momentos no podía evitar una sonrisa, el hecho de que ha Martha le hiciese gracia aquello también le hacía reirse.
Entraron en la casa.

Martha: Anda, sube a darte una ducha y cámbiate de ropa. -pero antes de que pudiese subir, Agus llegó con el pescado.-

Agus: ¡Hola! -miró a Harry de arriba abajo, alzó una ceja y empezó a reirse como nunca se había reído.

Agus: ¿Que te ha pasado? -dijo riendose tirado en el suelo.-

-Maxi: Eso, vos ríete que ya verás lo poco que tardo en darte un abrazo.

Agus: Ni se te ocurra -dijo secándose las lágrimas de risa. - No te duches todavía, espera a que haga una foto.

Maxi: Ni de coña -y subió corriendo las escaleras.-

Cuando se aseguraron de que Maxi no les oía, Agus y Martha porrumpieron en estruendosas carcajadas, tirándose al suelo y sujetándose la tripa.




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Os amo❤

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