Capítulo XXXV

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Narrador anónimo:

Estuvieron como dos horas yendo a caballo.

Martha: Maxi, ¿volvemos ya? Me duele el… bueno, ya me entiendes.

Maxi: Vale, ahora volveremos pero… nose.

Martha: ¿No sabes el qué?

Maxi: Nada, paranoias mías…

Martha: En serio, Maxi, volvamos ya, empieza a hacerse de noche, se nota el frío y pronto vendrán los lobos.

Maxi: Está bien, pero antes tenemos que ir a un sitio.

Martha: ¿A estas horas? ¿A dónde?

Maxi: Ya verás, es una sorpresa.

Martha: Soy muy cotilla, habla o te hago cosquillas, que se que tienes.

Maxi: ¿Te arriesgarías a tirarme del caballo?

Martha: No dejaría que cayeras, tenlo por seguro

Maxi: Me encantan esas cosas tuyas. -los dos rieron.-

Martha: Venga, y ahora dime a donde vamos. -Maxi no le contestó y, al cabo de diez minutos más, Maxi paró a Aquiles en medio del bosque.-

Se sacó del bolsillo una venda para los ojos y se lo dio a su amiga.

Maxi: Ponte esto. -Martha lo miró, extrañada.-

Martha: ¿Me tengo que vendar los ojos? ¿Qué es lo que no tengo que ver?

Maxi: Lo verás, pero es sorpresa.

Martha: No se…

Maxi: ¿Confías en mi? -a toda respuesta, Martha se ató la venda a los ojos y se agarró a la cintura de Maxi con fuerza.-

Martha: Confio en ti -le susurró al oído- Pero no confío en los lobos…

Martha notaba los pasos del caballo, pero no veía nada y preguntaba constantemente a su compañero que donde estaban. Él siempre le contestaba: En el bosque.
Tras un rato, la muchacha oyó las aguas del río y la caída de la cascada en el lago.

Martha: ¿Vamos al lago?

Maxi: Quítate la venda -la chica lo hizo, pero cuando sus ojos se adaptaron, vió el mismo lago de siempre. Más oscuro, pero igual-

Martha: ¿Qué es lo que tendría que ver?

Maxi: Aquí, nada. Sígueme. -se acercó a la orilla  y se descalzó.-

Martha: Espera, ¿Y Aquiles? No le puedo dejar aquí.

Martha se giró bruscamente por un ruido que había oído entre la maleza. Pero en vez de un lobo feroz, apareció Layra, la chica del estanco del pueblo, una chica de completa confianza para Martha.

Martha: ¡Layra! ¿Qué haces aquí?

Layra: Tus amigos me pidieron que viniese a esta hora a llevar a tu caballo de nuevo a casa, para que no se lo coman los lobos. -Martha se quedó estupefacta.-

Martha: Maxi, ¿A que viene esto?

Maxi: Sorpresa. Hazme caso. Sabíamos que confías en Layra y ella va a llevar a Aquiles a casa, no importa.

Martha: Pero, Maxi, ¿luego como volveremos? ¡Estará todo llenó de lobos! No quiero pasar lo de la última vez -dijo preocupada.-

Maxi: Martha, no te desesperes, confía en mí. Confía en Layra, ¿Vale? Por una vez deja que te demos nosotros una sorpresa. -La chica suspiró.-

Martha: Está bien.

Layra: Entonces… ¿Yo que hago? ¿Me llevo a Aquiles a casa de Martha?

Maxi: Si, gracias por todo.

Layra: No hay de que -se montó en el caballo y se fue.-

Maxi: Es una mujer muy maja.

Martha: Sí, es como una madre para mí. Y eso que solo tiene treinta y cinco años. -Maxi sonrió.-

Maxi: Bueno, venga, descálzate.

Martha: ¿Nos vamos a meter ahora al lago?

Maxi: Claro, ¿Cómo si no, vamos a ir a la zona esa que nos enseñaste de los peces?

Martha: Maxi… no tengo muy buenos recuerdos de eso.

Maxi: Pues yo sí, porque fue el día en el que una chica muy especial me salvó la vida.

Martha: Y tú salvaste la mía.

Maxi: Si no me hubiese enganchado no habría puesto tu vida en peligro.

Martha: Bueno, ahora da igual.

Maxi: Par que no nos pase nada iremos de la mano.

Martha: Pero, Maxi, vamos vestidos, si nos mojamos luego… -Maxi la interrumpió con una risa.-

Maxi: Deja de poner problemas, todo lo que te preocupa ha sido preparado con antelación. Confía un poco en nosotros ¿Quieres? -Martha no habló más.- A la de tres ¿vale? -dijo cuando se hubieron descalzado. La chica cogió la mano de su amigo con cariño y juntos, saltaron al agua después de contar tres.-

Bucearon juntos. Atravesaron la puerta de la cueva y salieron a la superficie, ya dentro de aquel lugar. Lo que vió, Martha estaba completamente segura de que no olvidaría jamás este gesto de dos chicos que quería con locura.

Las estrellas no son de campo Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz