Intransigente | Mo Dao Zu Shi |

Capítulo 44: Final

En reflexión, comparando todas sus batallas, bajo una escasa posibilidad de victoria Wei Wuxian no experimentó ningun contratiempo tan grave para detener sus planes, estuvo debajo de un estandarte de astucia que bien pudo ser ligado a la buena suerte acumulada de vidas pasadas o una compensación temprana por un futuro desbocado y sin luz.

Bajo este primer punto ¿Por qué esa suerte no se extendia también a su vida cotidiana? Especialmente en esa noche, generó una idea de que su titulo como emperatriz Ying estaba maldito o que una fuerza superior lo deseaba virgen hasta la muerte.

¡Porque justo en medio de su exploración alguien se atrevió a interrumpirlos!

Con todos los sirvientes despedidos por el propio HanGuang-jun al querer privacidad no hubo nadie cerca que pudiese parar el constante -y desesperante- toque de la puerta.

Cualquiera que fuese el responsable le cortaría la mano, la cocinaría como un congee picante y se la daría de comer al dueño de la extremidad en represalia por la interrupción.

¿Acaso no puede disfrutar de su recién descubierta homosexualidad?

Con la paciencia agotada Wei Ying se levantó de la cama sin la mínima intención de perder su tiempo en buscar su calzado, sus zancadas fueron firmes y rápidas en dirección a la entrada, alimentadas por su desesperación de correr a quien quiera que fuese el entrometido, En poco tiempo redujo su camino y lo siguiente que recibió al abrir las puertas fue un sorprendido sirviente deteniendo su doceavo intento por comunicarse con quienes se encontraban detrás, una lámpara de aceite yacía en una de sus manos, la unica iluminación presente que recalcó las siluetas de ambos que se perdieron al final entre la oscuridad.

El joven sirviente enmudeció al instante al reconocer a la emperatriz abrir las puertas, siendo tarea de un sirviente, incluso de un guardia jamás imaginó que la belleza de YunmengJiang estuviese frente a él apenas con una fina túnica interior marcando una llamativa silueta, sin ningún tipo de joyas adornando su largo cabello, tan natural y cautivador.

Un poco más de escrutinio habría sembrado la duda en cualquiera, de que esa silueta aunque delgada y con ligeras curvas atrayentes no se asemejaban por completo a la complexión de una mujer delicada, ante la duda podría excusarse los años como general de YiLing, media vida en entrenamientos no dejaría al final un cuerpo delgado y frágil. Pese a la duda que jamás se formuló el sirviente fue demasiado inexperto con el sexo opuesto para siquiera comparar la imagen de Wuxian con la de una mujer genuina.

Por su parte Wuxian mostró una mirada de desaprobación, un enojo tan eclipsante que sin dudarlo el desafortunado hombre aceptaría su tortura y muerte por provocar tan hermosas emociones visibles en su alteza.

Justo en ese momento descubrió porque su señor el primer príncipe estuvo tan cautivado por el emperador de YunmengJiang, la gente de ese reino era realmente atrayente a simple vista.

El suspiro de enamoramiento se quedó atascado en su garganta, ni la muerte quiso lidiar con él y le dejó vivir junto a su vergüenza, justo al momento de recobrar sus sentidos y ver que la hermosa emperatriz era envuelta entre las túnicas del dragón, detrás suyo como un celoso guardián apareció el emperador, el único hombre que merecía tener a Wei Wuxian como su 'mujer'.

De saber estos pensamientos sería el propio Wei Ying que moriría de un ataque de risa, pero antes habria llevado a ese niño a un rincón mas oscuro para mostrar su pequeño brote de bambú.