Intransigente | Mo Dao Zu Shi |

Capítulo 14

Para cualquier otro un peligro tan directo habría significado una distancia prudente ante la alarma y los sentidos en alerta contra la amenaza. Con los labios curvados hacia arriba Wei Ying esperó esa misma reacción en su prometido. En cambio, el segundo príncipe se mantuvo apacible, con la mirada oscurecida y sin poder leer más allá de esa fría máscara sin expresiones. El ambiente o la misma mirada de HanGuang-jun le causó un mayor escalofrío.

—Entonces moriremos juntos —Las palabras de Lan Zhan descolocaron por un instante a su enemiga, con la protesta a medio camino rápidamente fue devuelta a su sitio con un beso contundente que acalló cualquier otra réplica futura y de nueva cuenta el gran general de Yunmeng se vio indefenso.

Aturdido, Wei Ying no pudo negarse en los primeros segundos dejando una clara ventaja en el príncipe quien presionó sus labios con fuerza, los tres días de reclusión dentro de la primavera fría fueron la excusa perfecta para atribuir su falta de fuerza, solo intentando vagamente apartarlo y al contrario, alimentando los deseos de su alteza al seguir. Un beso tan ferviente que sus piernas temblaron conforme el tiempo pareció ralentizarse, jugando en su contra al poder percibir cada paso del contacto, dándole la oportunidad de examinar a detalle al hombre quien le besaba.

De ser una doncella de verdad habría sido ultrajada de forma descortés, hecho que externamente se mencionaría sin embargo, Wei Wuxian había pasado demasiado tiempo cerca de centenares de mujeres y sabia que, ese tipo de acciones precipitadas eran las que les robaban el corazón, con un hombre impulsivo, atractivo y con poder pero llevando cierto grado de caballerosidad, la suficiente para tratar a una flor con la delicadeza que en ocasiones se necesitaba y sabiendo los momento en los que se debía mantener firme. Tremenda estupidez ¡El gran general Wei Ying no era ninguna flor delicada! Y el futuro emperador también lo sabia o solo... solo actuaba su parte impulsiva, habiendo tomado de 'ella' su primer beso y no estando satisfecho para ir en busca del segundo.

El algún punto Wuxian se perdió al inspeccionar a detalle cada rincón del rostro de su enemigo; la dinastía Lan tenia buenos genes, magníficos si se hablaba de sus finas facciones, de una piel que no podría compararse con el más precioso y raro jade. Con HanGuang-jun un par de pestañas largas, ligeramente humedecidas gracias al manantial, custodiando bajo estas otro par de ojos almendrados, claros en algunas ocasiones y solo en ese periodo de tiempo brumosos, cegándose al mismo tiempo de pelear con su curiosa mirada. Fue una acción adorable para Wei Ying, un instante donde no se molestó al seguir siendo besado y rompiendo él mismo con la atmósfera al continuar con su inspección, al momento de ver la conexión de ambas bocas su forcejeo continuó.

¿Qué ganaba su majestad al besarlo? Negándose a tomar su mano minutos atrás y ahora teniendo un contacto tan íntimo que pudo sentir a la perfección su respiración acompasada, al contrario de él quien fue perdiendo gradualmente el aliento, atribuyó esto a su mareo, la nubosidad en su visión terminaron haciendo inservibles sus ojos y al dejar que sus párpados los cubrieran una segunda ronda de sensaciones lo golpeó.

Con el beso ferviente de un principio le acompañó la posesividad, tan dominante que acabó con las últimas reservas de aire de Wei Ying, la única razón de no suplicar por aire más allá de lastimar su orgullo fue por estar concentrado en la lucha apasionada que protagonizó su lengua, sin saber a ciencia cierta en que momento Lan Zhan invadió su boca y tampoco importándole más que sólo salir vencedor.

Los rastros de amenaza fueron desvaneciéndose en el aire, sus palabras perdieron fuerza y lo único que se escuchó después fueron los jadeos de la doncella, con los brazos alrededor del cuello del príncipe sin el menor cuidado al unir sus cuerpos. No importó la baja temperatura del lugar, Wuxian dejó de quejarse internamente por el frío después de recibir el beso.