Intransigente | Mo Dao Zu Shi |

Capítulo 4

Para ser una mañana con un clima templado y pacifico lo que menos sintió el segundo príncipe fue la calidez de la mañana, ni siquiera las finas sabanas sobre su cama le otorgaron un sueño decente y la única razón por la que permaneció en cama durante todo un día fue sólo por el cansancio y las nulas ganas de levantarse a protestar sobre la incomodidad de su lecho. Lo otro lado, aunque con el cansancio impreso en su semblante parte de sus energías habían sido restauradas.

Después de enfrentarse al ejército de Yunmeng y el mismo emperador de dicho reino era de esperarse sus nulas reservas. 

—Su alteza —Dos sirvientas le esperaban desde temprano, listas para vestir al segundo príncipe después de preparar su baño. Con un simple murmullo que no fue mas que un asentimiento de su majestad no tardaron en retirar las prendas de dormir del joven, con tanto cuidado que olvidaban respirar ya que, solo se les era permitido tocar la tela, cualquier desliz que terminara en un contacto directo con la piel de Lan Wangji significaba toda una eternidad en las mazmorras como castigo.

Después de todo, Lan Zhan odiaba el contacto físico.

Recogiendo parte de su cabello en una coleta alta se sumergió en la amplia bañera real, más que eso, el salón de baño era lo bastante amplio para considerarse una piscina y un sauna con la temperatura adecuada. —¿Donde esta su alteza imperial y el primer príncipe ahora? —Descansando en uno de los bordes de la piscina echó la cabeza hacia atrás, las sales aromáticas impregnando el ambiente le relajaban.

—El emperador real y su alteza están en medio de una reunión importante en el salón de reuniones, junto con el joven emperador de Yunmeng y su consejero —A unos metros de él, un eunuco se mantenía arrodillado, con los ojos fuertemente cerrados como mandato al serle prohibido ver alguna parte desnuda del príncipe, al igual que las sirvientas, todo se hacia a ciegas.

—¿Qué hacen allí? La meditación se pactó por tres días

—Su alteza... Los tres días ya pasaron, esta es la cuarta mañana —Sin esperarlo Lan Zhan creyó erróneamente que su recuperación le tomó solo un día, en cambio ocupó los tres que ya habían sido previamente pedidos—. La carta desde el reino de Yunmeng llegó la tarde de ayer anunciando su llegada para esta mañana, tal y como usted se atrevió a entrar a su reino ellos quisieron regresar el gesto viniendo hasta aquí y no en un sitio neutro

—Mm... —Sin decir más solo se relajó, seria de los pocos momentos en los que podría disfrutar unos minutos de paz antes de recibir a Wei Wuxian como su cuñada, la sola idea seguía siendo difícil de digerir y estuvo dispuesto a disculparse con su hermano mayor por dejarle en tal predicamento en nombre del imperio.

También, guardaría el secreto hasta la tumba de haberle arrebatado el primer beso a su enemiga jurada.

... ... ...

Pese a negarse a recibir escolta hacia sus propias tierras Lan Zhan fue acompañado por los largos pasillos del palacio hacia la salida donde un carruaje le esperaba. No le prestó atención a los hombres, incluso con las heridas en su cuerpo podría lidiar con ellos en caso de atacarle, lo verdaderamente molesto fue ver a Wei Wuxian solo a siete pasos de él, caminando con un porte elegante y firme, a solo una distancia de su espada que tanto deseaba clavar en su pecho.

—Si las miradas mataran toda mi sangre estaría esparcida por estas paredes. Su alteza, me halaga seguir recibiendo su atención —Sin detener sus pasos ni mirar atrás Wuxian siguió un camino recto, con un solo gesto de su mano detuvo a los guardias y solo un par de metros más los pasos de ambos fueron lo único que se escuchó junto al eco.

—No le des la espalda a tu enemigo —Con los hombres lejos de su camino no hubo nada que lo detuviera en la búsqueda de su venganza, nada excepto el reciente tratado, la sola idea le hizo apretar los puños con impotencia. Lan Wangji tuvo las manos atadas desde el momento en que se recomendó un matrimonio para fortalecer un tratado escrito.

Wei Wuxian pasaría a ser la nueva emperatriz, esposa de Lan XiChen...

—¿Todavia me consideras tu enemiga? Seremos familia muy pronto ¿Por qué no dejamos las formalidades? Lan Zhan ~. Tu también puedes llamarme Wei Ying, se escuchará muy bien si tu lo dices —Wangji notó la burla impresa en sus palabras, con esa lengua venenosa solo le incitaba a querer cortarla de tajo con un filo ardiente.

—Te estaré vigilando hasta el día de mi muerte —Amenazó.

—Eso es muy romántico ¿Es así como atraes a jóvenes doncellas? Lo imagino y sólo puedo pensar que las espantas. Una sonrisa no estaría mal, apuesto a que te verías mucho más apuesto. Dime ¿El primer príncipe si sonríe? —Wei Ying giró sus pasos y continuó caminando, esta vez de reversa y con la amplia imagen del segundo príncipe.

Ese ceño ligeramente fruncido también era atractivo.

—Lan Zhan~, deja esa cara estirada ¿No estas feliz de acabar con la enemistad de nuestras naciones? —No le tomó mucho volver a su posición inicial y seguir de frente—. Es tu forma de redimirte, el error de tu adolescencia debe pesarte...

La 'guerrera' de Yunmeng no terminó su frase, una fuerza ajena le desvió de su camino terminando estampándose de espaldas contra uno de los pilares del palacio. Después lo único su tuvo en su campo de visión fue la mirada furiosa de Lan Wangji ¡Eso era mucho más atractivo!

Por su parte el segundo príncipe luchaba internamente por mantener a Bichen dentro de su vaina y no deslizarla sobre el cuello de la mujer hasta obtener su cabeza. Y lo sabía, esa media sonrisa llena de seguridad que le trasmitió, seria inmune a él por siempre y la amargura de sus pensamientos le hizo precipitarse.

Solo bastó una fracción de segundo para reaccionar y ver que de forma impulsiva le robó un "beso", ni siquiera se pudo llamar de esta forma en concreto, básicamente estampó sus labios contra la mujer y lo mejor, lejos de su propia extrañeza fue ver el asombró de Wuxian. Por primera vez desde que le acorraló sintió su forcejeo, solo movimientos que alimentaban el deseo que estuvo escondido en él durante años y el bonus; sacar a Wei Ying de su zona de confort.

Fue solo el dolor punzante en su labio que HanGuang-jun se separó, recuperó el aliento con calma a comparación de Wuxian. Más allá de la felicidad que debió darle el tratado de paz el verdadero premio fue salir de Yunmeng orgulloso, llevándose consigo la hermosa imagen mental de Wei Ying sonrojada y con la primer ofensa hacia él.

"¡Pierdete!"

... ... ...

—Amo... —Los pocos minutos de paz rápidamente se interrumpieron por el eunuco—. Le he servido fielmente estos últimos años, mi lealtad se la debo a usted y al gran imperio de Gusu... Si me permite expresar mi opinión solo quería felicitarlo enormemente, mi admiración es inmensa hacia el segundo príncipe heredero. La paz con el reino vecino es una gran noticia para todos nosotros, este eunuco esta seguro que reinará como uno de los mejores monarcas

—No reinaré este imperio, el primer príncipe esta designado a hacerlo —No se molestó en expresar con calma, todavía aturdido por sus recientes recuerdos.

—Joven alteza —Como si hubiese dicho algo inapropiado el eunuco tragó en seco, nervioso y sin oportunidad de poder retractarse—. Al segundo día de su llegada se convocó a una reunión con los altos mandos, anunciaron el ascenso del segundo príncipe como nuevo emperador. Usted será bendecido por los cielos

Y por lo tanto, al ascender al trono también lo haría de la mano con su nueva emperatriz.