Capítulo 2

19.6K 2.5K 257
                                    

Dentro del palacio real de Yunmeng los pasos de ambos príncipes resonaban con poder, incluso con las heridas de ambos ninguno mostró flaqueza, se negaron a recibir algún tipo de tratamiento hasta terminar su disputa verbal.


Querias una reunión, aquí la tienes —Habiendo convocado desde su llegada la preparación de la sala de reuniones Jiang Cheng guió al segundo príncipe enemigo a ella, con un porte digno de ser el más reciente emperador de la dinastía Jiang descansó sobre su trono, solo esperando ese momento para retirar su casco. —Largo de aquí, los llamaré cuando sean de utilidad

Ningún sirviente permaneció dentro de la sala, solo un par de guardias custodiaban la entrada.

Hablo en nombre de la nación de Gusu con una petición de paz, un tratado para ambos reinos —Sin ningún rodeo Lan Wangji repitió sus palabras dichas en el campo de batalla. Con ambas partes perdidas en las que ni siquiera un caballo permaneció de pie el segundo príncipe no deseaba derramar más sangre, no con sus fuerzas divididas en contra también de la región de QishanWen

—¿Un tratado dices? Después de más de diez años ahora quieren paz entre nosotros ¿Por qué no antes? Hace cinco años cuando perdimos a nuestros monarcas


Con una derrota significativa por parte de GusuLan gracias al guerrero y nuevo general Ying, Yunmeng no esperó para efectuar su contraataque, con la defensa de su enemigo débil invadieron su territorio. Sin embargo, aún con las expectativas en su contra el entonces emperador comandó al último ejército sin importar su posición real, gracias a su valentía inyectó un nuevo aire de esperanza al reino y lograron resistir hasta el segundo ataque.

En ese entonces ninguna parte hubiese aceptado

Ese día, con la noticia del monarca de Gusu comandando el emperador Jiang Fegmian no se quedó en su trono a esperar, empleado con su mejor armadura junto con su espada llegó hasta el frente de batalla, mostrando también su liderazgo y honor en Yunmeng.

En desenlace dejó al ejército de la Nube derrotado, el emperador muerto y un cese al fuego. La victoria no fue dulce para Yunmeng ya que al igual que su enemigo el monarca Fegmian peleó hasta morir y no solo eso, la emperatriz y esposa lo siguió hasta la muerte.

Tras la pérdida de ambos reinos y el rencor latente en sus corazones ninguno podría haber aceptado un tratado de paz a menos que fuera para apuñalarse por la espalda.

—¿Cual es la diferencia hoy? Parte de nuestras tropas fue aniquilada —Con la rápida muestra de negación Jiang Cheng masajeó su frente—. Todavía hay problemas en nuestras naciones que no se borraran con un simple tratado de paz, Gusu esta orillado por la amenaza de Qishan ¿O creen que no sabemos de su lucha con ellos también? Tarde o temprano caerán con o sin tratado nuestro

Lo cierto era que, QishanWen y YunmengJiang ya habían participado antes en pequeñas convivencias con su ejército, en especial cierto general que lideró con mano de hierro como aprendizaje hacia ellos por lo que era de esperarse pedir la introducción de sus tropas como medio alternativo hacia la región de Gusu. Si Jiang Cheng aceptaba recibir a Qishan, GusuLan no tardaría en caer.

Sin embargo, la perspectiva del nuevo emperador nunca fue buena hacia ellos, siendo un reino bastante despiadado con sus habitantes y un desequilibrio en sus riquezas que gran parte de la población vivía en la pobreza, solo dejando a unos cuantos nadando en oro y joyas, especialmente su monarca y personas queridas de él, incluyendo aduladores ¿Qué clase de emperador era si dejaba morir a su gente? No importaba el rencor heredado de Jiang, no seria lo bastante estúpido para dejar en manos de un hombre tan podrido el declive de un reino prospero.

Además, solo Yunmeng podría derribar honorablemente a su enemigo. 

—¿De qué amenaza habla? Gusu esta libre de plagas en el lado sur —Sin inmutarse ante la acusación Lan Zhan respondió sin duda alguna. Confiaba plenamente en su hermano mayor para haber dado un golpe a las tropas de Qishan y hacer que se retiraran.

—¿Cambió algo mientras peleábamos?



—¡Vaya que cambiaron! —Las puertas de la sala principal fueron abiertas de forma estrepitosa, con dos guardias inútiles tratando de detener al nuevo intruso y con una clara mueca de descontento por parte de Jiang Cheng al ver de quien se trataba.

Solo una mirada y su frente dolía.

—Su alteza imperial —Wei Wuxian hizo acto de presencia con una vaga reverencia a su señor y una amplia sonrisa dedicaba a su invitado y enemigo jurado. Verlo con el ceño fruncido y aura asesina esparcirse alrededor de él solo alimentó el ego del general.

Estas tentando a tu suerte, no voy a posponer la fecha de tu ejecución después esto —Sin importarle las palabras de su amigo Wei Ying caminó hacia el trono del emperador, bajo la atenta mirada del segundo príncipe. Mientras ellos intercambiaban un par de palabras en secreto que él no pudo escuchar se debatió mentalmente, calculó el tiempo en el que le tomaría sacar la pequeña daga de su tobillo y lanzarla hacia aquel general, confiaba en su puntería incluso con la desventaja de la agilidad de esa mujer.

Pero, solo tenía una sola oportunidad y eso significaba el rompimiento de un tratado que todavía no se efectuaba.

Después de su mensaje Wei Ying se enderezó, permaneció a lado de su emperador como sabueso fiel, aunque obstinado e irritante incluso para su propio amo. —Lo que dices es verdad, las tropas de Qishan se retiraron, con ellos fuera de combate por un tiempo no seria problema seguir con nosotros, bien pudimos morir en el campoJiang permaneció con dudas sin importar las noticias recién escuchadas.

—¿Y sufrir el mismo destino que nuestros monarcas? será un ciclo sinfín —De no haber pedido una reunión civilizada ambos no estarían con vida y en cambio ascenderían a los cielos al igual que sus padres, sin haber ganado nada más que remordimiento y sumado las muertes de sus guerreros.

El segundo príncipe tiene razón. Dejar los rencores a un lado para prosperar juntos ¿No querías eso antes de ascender al trono? —El tono tan familiar de Wei Wuxian hacia el emperador irritó a Lan Zhan por innumerables razones, quizás fue el debate de Jiang Cheng que dejó pasar tal detalle y solo se concentró en sus palabras.

Desvergonzada hipócrita, ayudándole cuando la misma Wei Ying propició el caos de hace cinco años atrás. Tratar de redimirse seria lo último que haría en vida.

Un tratado de paz no servirá si sólo es un papel firmado, algo simbólico debe haber en medio —Con un par de minutos de meditación Cheng aceptó.




Intransigente | Mo Dao Zu Shi |On viuen les histories. Descobreix ara