𝐍𝐞𝐫𝐯𝐢𝐨𝐬𝐢𝐬𝐦𝐨.

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Timothée Chalamet's Point of View.

—Sé está poniendo oscuro— dijo Brooklyn mirando afuera, hacía el cielo oscuro antes de mirar a su Casio de oro, posado en su muñeca.

—¿Qué hora es?— le pregunté, a punto de salir.

—Son las... ocho— informó.

No puedo creer que hemos estado hablando aquí por más de dos horas. Para ser honesto, no he tenido un mal momento. Brooklyn es una persona agradable para pasar el rato cuando no se empeña en ser entrometida, por supuesto.

—Yo debería regresar a casa— me puse de pie, recogiendo mis cosas. No es como si tuviera un toque de queda e incluso si lo tuviera todavía es temprano, pero mi mamá probablemente esté en casa ya y ella necesita mi ayuda con mis hermanos. 

—Sí, yo también— se puso de pie y nos dirigimos a la puerta. La cafetería estaba casi cerrando, sólo unas pocas personas aún estaban esparcidas alrededor de las mesas. 

La temperatura había bajado considerablemente, así que subí la cremallera de mi chaqueta hacia arriba. Brooklyn sacó un pañuelo negro de su bolso y se lo ató holgadamente alrededor de su cuello.

—Bueno, supongo que te veré el Lunes— dije torpemente, sosteniendo la correa de la guitarra en mi hombro con una mano mientras la otra estaba dentro del bolsillo de mis jeans.

—¿Vas a tomar el metro con todo eso?— me preguntó señalando mi guitarra con sus manos con una mirada de incredulidad. 

—Yo quería ir volando, pero olvidé mi capa de Superman en casa— me reí sarcásticamente causando que ella se pusiera a reír lindamente. Espera ¿qué? La palabra "lindo" no está en mi vocabulario.

—Eres un tonto— ella golpeó mi brazo juguetonamente sin dejar de reír.

Por un momento, nuestros ojos se encuentran y su sonrisa se desvaneció, dejando sus labios entreabiertos. Me encontré mirándolos fijamente hasta que ella habló trayéndome de vuelta a la realidad.

—Te podría dar un paseo, ya sabes. Yo vivo a sólo un par de cuadras de aquí— ella señaló con su mano tras de ella en una gran avenida donde las luces de colores de las tiendas y restaurantes ya estaban encendidas, dando a la ciudad un ambiente animado. 

—No, está bien. No me importa ir en metro— dije, ya que estaba cerca de la estación. Probablemente me tome cuarenta y cinco minutos llegar a casa. Me quejé internamente al pensar en eso.

—No me importa llevarte. Soy una especie de celebridad en tu barrio— ella rompió a reír irónicamente, lo que me hizo reír a mi.

—¿Estás segura?— pregunté, levantando una ceja.

Asintió, murmurando una respuesta afirmativa a la vez que curvaba sus labios en una pequeña sonrisa. —Por supuesto— ella me llevó a través de la larga avenida. Me sentí fuera de lugar, como si nunca podría pertenecer a una zona como esta. 

—Debe ser muy bueno vivir aquí— comenté para hacer un poco de conversación.

—No está mal. Me gusta— ella se encogió de hombros. —Pero apuesto a que no es ni la mitad de emocionante como tu calle— ella me miró, pero volvió la mirada antes de que algo como lo que pasó antes pudiera repetirse.

Bronx - Timothée Chalamet (ADAPTADA)Where stories live. Discover now