— Disculpe —Dice Janet— está un poco desorientada.

Trata de agarrarme pero lo impido alejándome al borde de un ataque de ansiedad. Janet habla con Cody y le dice todo lo que he dicho sobre ellos, sobre Kendo, y sobre la chaqueta de cuero que llevo puesta.

— Hermana, puede que estés confundiéndolo todo con un sueño. —Susurra acariciándome la cara— Entremos, descansa y cuando estes mejor te darás cuenta de que nada de lo que dices es real.

— ¿¡Está chaqueta no es real!? —Grito— ¿Su aroma en ella no es real? Lo que no es real es todo esto.

Rápidamente bajo las escaleras hasta salir a la calle. Todo, absolutamente todo es igual; vivo en el mismo lugar, y voy a la misma universidad. Pero todo sin la existencia de Myke.

— Esto no es real. —Camino calle arriba.

— ¡Yulima! —Grita mi hermano— Estás enloqueciendo. Debes tranquilizarte, debes hacerlo.

— No puedo. —Meto las manos en los bolsillos de la chaqueta.

Encuentro en ellos el tabaco y el mechero de Myke, y lo siento cada vez más real. No sé cómo, no sé porqué no pudo hacerlo desaparecer de mi vida también, tan fácil como ha hecho de todos los demás, pero como juré; no descansaré hasta encontrarlo.

— ¿Qué está pasando? —Esa voz produce un enorme escalofrío en mí. — Yuli.

— Jack. —Giro la cabeza.

Jack está vivo. En esta dimensión, en este mundo paralelo, Jack está vivo. Él me mira desde la distancia, confuso, pero sonriente. Ángel lo acompaña, ambos siguen siendo amigos, pero Jack parece estar... diferente. Es sonriente e incluso consigue llevarse bien con Cody.

— Yuli ¿Te sientes bien? —Pregunta acercándose. Cuando lo hace lo abrazo con fuerza, cierro los ojos y suspiro agradecida.

— Estas bien. —Susurro mirándolo a los ojos.

— Claro que estoy bien ¿Por qué no debería estarlo?

— Esto significa que... ¿Tus padres están vivos?

La expresión de su cara cambia, mira a Cody y seguidamente vuelve a mirarme a mí.

— Cenamos ayer con ellos ¿No lo recuerdas?

— No.

— ¿Qué le pasa? —Pregunta confuso— ¿Te sientes bien?

Me alejo. Todos siguen mirándome como un bicho raro, como si estuviera enloqueciendo. Cody intenta calmarme de nuevo pero no lo consigue. Pongo la mano en mi pecho, cojo aire y entonces lo pienso:

Jack existió gracias a que aquella bruja hizo que Belinda fuera fértil. Lo que significa que Myke existió, pero si todo es como lo recuerdo, ellos nunca le hablaron a Jack de su hermano.

— Tienes coche. —Digo mirándole las llaves a Jack.

— Si.

Se las quito de las manos, entró rápidamente en el coche tras darle un empujón a Ángel para apartarlo. Cierro los cerrojos y arranco.

— Yuli. —Janet golpea la ventana. — No hagas tonterías.

— No me creéis, pero yo sé perfectamente lo que está pasando.

— ¡Te creo! ¡Ábreme! —Suplica— No voy a dejarte ir sola.

— Si abro la puerta, prométeme que nadie intentará bajarme del coche. —Digo llena de seriedad— Quizás conocéis a una Yulima muy diferente, pero ya no soy esa que era antes de él.

EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]    Where stories live. Discover now