Capítulo 12.

36.9K 3K 1.2K
                                    

MYKE WALKER

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

MYKE WALKER.

Rencor.

Hay algo que ella no ha podido cambiar en mí, y es la dificultad para perdonar. Durante toda mi vida el rencor ha sido el motor que me empujaba a levantarme cada día. Fue el único sentimiento que existía en mis adentros y existió por muchos años.

— Myke. —Su voz me devuelve de golpe a la realidad.

Sus dedos deslizan por el lugar donde tenía la herida que milagrosamente a desaparecido. Quiere encontrar indicios de algo pero es como si nunca me hubiera hundido el cuchillo e intentado suicidarme. Le cojo las manos, se las aparto de mi abdomen y me pongo en pie.

— Es absurdo seguir buscando algo.

— Si, en eso tienes razón. —Se pone el pelo detrás de la oreja.

Sabe que su inocencia es una de mis debilidades.

— ¿Cuántas veces quieres oír cómo te pido perdón?

— No quiero seguir escuchando perdones de ningún tipo. —Le dejo claro con la voz baja. — Espero que eso si lo puedas respetar.

Me detiene agarrándome la mano. Estar enfadado con ella se me hace cuesta arriba y siempre acabo rindiéndome ante ella. Es mi punto más débil e intocable. Su voz se suaviza al instante, la conozco, trata de persuadirme. Es su estrategia más usada en nuestra relación.

— Me equivoqué. No te creí y me arrepiento más que de nada en el mundo. —Me abraza por la espalda— No quiero que sigas así. Odio que discutamos.

— No es una simple discusión.

— Lo sé... me merezco que no quieras perdonarme por haberte juzgado de una manera tan horrible. —Me suelta y se aleja lentamente.

La miro de reojo.

— Me dijiste que te había hecho daño, me dijiste que no había hecho nada por ti ¡Me dolió más qué tu desconfianza! —Subo la voz pero no demasiado, solo para que note que no es ningún enfado estúpido. — Me he esforzado cada día por ser mejor por ti y recompensar las veces que miserablemente te dañé.

— Fui cruel contigo. Di a entender cosas que en realidad no siento ni pienso. Estaba dolida, mi hermano está luchando por su vida y te acusó —Desvío la mirada— te conozco y sé que para ti perdonar es algo muy complicado.

— A ti te perdonaría todo Yulima. Podrías romperme el corazón, pisotearlo y aún así te perdonaría.

— ¿Por qué soy tu ancla?

Hago salir de mis labios una media sonrisa.

— Porque da igual el daño que puedas hacerme, nada será más fuerte que lo que siento por ti. —Lleva la mano hasta mi rostro y acaricia mi mejilla con el dedo pulgar.

EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]    Where stories live. Discover now