Capítulo 31.

26.9K 2.5K 662
                                    

YULIMA TYLER

Hoppsan! Denna bild följer inte våra riktliner för innehåll. Försök att ta bort den eller ladda upp en annan bild för att fortsätta.

YULIMA TYLER.

Sumergida en una inmensa oscuridad, camino desorientada por un camino dirigido a la profundidad del bosque. No soy capaz de detenerme. Los ojos brillantes que me esperan al final del camino me tienen atrapada, y dispuesta a ir hasta ellos sin importar lo que me encuentre al llegar. Al verlos he sentido un dejavú y he recordado la noche de mi cumpleaños, cuando en la oscuridad de la calle vi los ojos brillantes de Myke.
No me salen las palabras, ni siquiera puedo gritar, tan solo mis piernas reaccionan, lo demás parece inmóvil. Cuanto más camino, más lejos veo los ojos, pero más atraída me siento por ellos.

De repente, desaparecen dejándome sola en la oscuridad.

— ¿Dónde estás? —Pregunto cuando al fin las palabras tienen libertad para salir de mi boca.

Mis piernas se detienen y no soy capaz de avanzar más. Estoy en medio del camino, atrapada por la oscuridad y helada. Debería sentir miedo, pero no lo hago, lo único que siento es que estoy acompañada por alguien.

— ¿Eres tú? —Pregunto muy alto.— Dime ¿Eres tú?

Escucho el sonido de una carcajada.

Giro la cabeza con rapidez; ahora si siento algo de miedo. Me hace pensar en la cantidad de veces que mi pobre niño herido tuvo que escucharla en su cabeza, y lo difícil que fue ignorarla.

— ¿Por qué no desapareces? ¿Por qué has vuelto? No deberías haberlo hecho, porque volverás al infierno.

De nuevo, giro la cabeza al sentir algo detrás de mí, pero al hacerlo no encuentro nada.

— No te tengo miedo. Sé que es tu propósito, pero no te tengo ningún miedo.

El aire deja de entrar a mis pulmones, empiezo a sudar, a temblar y las piernas me tambalean hasta que por debilidad acabo arrodillándome. De nuevo veo esos ojos, los mismos que hace un momento han desaparecido en la oscuridad; ahora más cerca.

¿Si termina frente a mí, será el rostro de Myke el qué me muestre? ¿Su verdadero rostro tal vez?

— ¡Déjanos en paz! —Le grito.

Él está cada vez más cerca y yo, por imbécil, por supervivencia o tal vez porque el hecho de tenerle cerca me aterra, cierro los ojos. Jamás pensé que lo haría, jamás creí que mi curiosidad no me obligase a abrir los ojos y descubrir que tengo frente a mí, pero el hecho de conocer el gran alcance de su maldad, los asesinatos que a cometido, no soy capaz de verle.

— Hace un momento eras valiente. —Su voz hace que trague saliva. — ¿Qué le ocurre a la gran Yulima?

— Siente repugnancia. —Respondo revelando la rabia que guardo por él. Después de todo, casi se lleva consigo a mi novio hace dos años. Él ríe. — No sé cómo has entrado en mi cabeza, pero no me harás vivir el infierno que deseas.

EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]    Där berättelser lever. Upptäck nu