EL JUEGO DE LA BESTIA. ® [02]

Capítulo 58.

YULIMA TYLER.

Mi hijo también tendrá un ancla ¿Por qué debería sorprenderme? Myke la tuvo, y él aún no había descubierto quien era. Sin embargo Kaleb nacerá sabiendo quién es y lo peligroso que será que se descontrole.

— ¿Algo así cómo Yulima y yo? —Pregunta Myke, mirándola desconfiado. — ¿Y cómo sé qué no quieres matarlo al nacer?

— No lo sabes. —Le responde. — Quizás así sea. Solo tienes que tomar el riesgo, simplemente. Mostraré que lo único que quiero es protegerle.

— Ya tiene quien lo proteja. —Le digo muy seria— No le hace falta la protección de nadie más.

— Lo sé, he sido testigo de lo que eres capaz. Chloe nunca dudó de ti y tampoco de él, sabía que protegeríais a Kaleb con vuestra vida, porque eso es lo que hace un padre y una madre.

— No todos, otros te lanzan a la calle ansiosos por tu muerte. —Comenta Myke. Se pone en pie y resuelve la confusión agarrándola del cuello; amenazante, mostrándose implacable. — ¿Debo permitir qué mi hijo crezca contigo cerca? No sé quién eres. Siempre sospeché de ti porque tu conducta era demasiado extraña y ahora dices que eres la bruja protectora del niño que quieren matar.

Asiente con la cabeza. — Como te he dicho, no puedes estar totalmente seguro de ello, pero no te queda de otra.

— Si. Puedo quitarte del medio y quitarme la duda, al mismo tiempo haré desaparecer el peligro.

Me pongo en pie, y aparto a Myke de ella. — No confío, pero solo quiero saber una cosa, una simple cosa ¿Pudiste protegerlo? —Pregunto refiriéndomelo a Cody. — Dime la verdad.

— El destino de Cody siempre ha sido morir, —Trago saliva y niego con la cabeza— Luz se interpuso cuando era su hora, pero su momento llegó. Nadie puede luchar contra el destino Yulima.

— Me niego a pensar que el destino de mi hermano siempre fue este. —Sollozo. — No puedes estar diciéndome que aunque hubiera podido, no lo habría protegido lo suficiente.

Ella camina bajo la mirada amenazadora de Myke, hasta el cuerpo de Cody. Acaricia su rostro y le levanta la camiseta, mostrándome su espalda.

— ¿Sabes qué es esto? —Pregunta.

— Una marca de nacimiento, siempre la tuvo. —Contesto confusa. Niega con la cabeza. — ¿Qué?

— Cody nació marcado. —Le baja la camiseta— Él siempre fue el sacrificio.

— Te lo estas inventando. —Acuso. — Puede que todo esto sea una locura, qué ocurran muchas cosas inexplicables y que todo esté predestinado ¡Pero mi hermano no estaba marcado, no es verdad! ¡Y en este momento vas a retirarlo!

— ¿Piensas qué para mí es fácil? Chloe me envió con él para estar cerca, no para encariñarme. —Se encoge de hombros, llora y vuelve a acariciarlo— Me enamoré. Créeme que intenté no hacerlo, pero ¿Quién no se enamoraría? Cody era todo lo bueno que esperas de un hombre. Quererle era peligroso, pero no pude evitarlo, y también me duele no haber podido hacer nada para salvarlo.