20. El nacimiento de un psicópata

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Tomó un algodón, lo empapó de alcohol, y se dispuso a limpiar aquel filoso cuchillo. Cuando hubo terminado, se quedó absorto en el reflejo de la hoja metálica y fría, como quien mira una obra de arte en un museo. Aquel objeto punzo cortante que tanta satisfacción le generaba.

Lo contemplaba de tal manera, que parecía sentir amor por ese filoso y delicado cuchillo, el cual le había robado a su madre tiempo atrás. Aunque en parte le pertenecía más a él, que a cualquier otro en el mundo.

Él era quien más ayudaba a sus padres, se encargaba de todo, no porque quisiera ayudar verdaderamente, sino por la satisfacción que le generaba hacer lo que hacía.

Siempre fue tan meticuloso y paciente en todo lo que hacía, incluso cuando cazaba venados con su padre o cualquier otro animal, para luego asarlos y comerlos en casa. La paciencia era su virtud, al igual que el análisis de todos aquellos que terminarían siendo una víctima más.

Mientras cavilaba, vio su propia imagen cuando utilizaba aquel cuchillo y se disponía a rebanar la carne de las vacas o de los cerdos que tenían en una granja a la orilla de la ciudad.

El día que lo robó pensó que, quizá su madre no repararía en que le hiciera falta uno de sus cuchillos. En realidad, tenía varios, pero él había elegido ese porque era el que mejor relucía, se veía tan filoso y tan perfecto cuando la pequeña hoja hacía contacto con la piel del ganado, que a Cristian lo hacía irradiar de emoción.

Se sentía poderoso siempre que lo tenía en sus manos. Era un sentimiento inexplicable, pero le gustaba porque lo había experimentado muchos años atrás y al parecer la sensación crecía con el pasar del tiempo.

Aquello le causaba tanto placer, ver sufrir y luego morir a aquellos animales eran de las mejores cosas de su infancia o tal vez de toda su vida. Momentos que no podía compartir con nadie más que con él mismo, sonrió para sí.

Todos los días mientras estaba solo en la granja, hacía el mismo trabajo con devoción y por amor al arte, como él decía. Aquel arte consistía en rasgar la piel de forma exacta y precisa, haciéndolos sangrar y provocando los quejidos guturales de los indefensos animales, que no paraban de retorcerse en ningún momento hasta que la muerte los alcanzaba.

Cristian los hacía sufrir constantemente y sin descanso, posteriormente los mataba con mucha frialdad. A veces, simplemente los dejaba ahí desangrándose por horas hasta que morían lentamente, pero siempre tenía que torturarlos primero. Era una especie de regla que se había puesto a sí mismo. Siempre había sido así. Era su ritual de todos los días.

Pero su historia era aún más perturbadora. Antes de que le dieran el cargo de matar a los animales para la venta en la carnicería del mercado, él sólo acompañaba a su madre y la veía hacer todo el procedimiento junto con su padre, cuando estaba de buen humor o algo que se le pareciese.

Cristian permanecía ahí, anonadado, en un rincón y a la vista de todo, viendo correr la sangre de aquellos animales. Después él sólo tenía que poner la carne en bolsas de plástico y meterlas en congeladores enormes. Eso era lo único que hacía cuando entonces tenía seis años. En ese entonces era un pequeño inocente y aprendiz de un arte maquiavélico y sangriento.

Tiempo después simplemente quiso practicar, soñaba que un día su padre le permitiera ayudar a matar a aquellos indefensos animales de la granja. Pero él siempre le decía que era un bueno para nada y que aún no tenía la fuerza suficiente, y lo apartaba a un lado dándole golpes con cualquier cosa que encontraba. Y después lo ponían a alimentar al ganado, pero ya no quería eso. Ahora quería ver la sangre de los animales y ser él quien la hiciera derramar.

Así que, decidió intentarlo con otros animales para practicar y de esta manera, enseñarle a su papá que sí tenía fuerza para imitar el mejor acto que sus ojos habían presenciado desde pequeño. Una noche antes había planeado todo lo que llevaría a cabo, era el niño más emocionado por el acto atroz que estaba a punto de realizar.

No confíesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora