Almost dead. KACCHAKO FF Ochako x Katsuki

Capítulo 17: Confrontación.

- No tienes que ir. No es tan importante. – Seguía diciendo el rubio que, desde el último de sus delirios, Ochako notaba que estaba más taciturno que antes. Como si todo lo hiciera en piloto automático.

- Eres muy tonto si crees que te dejaré ir solo. – Decía la chica en un tono que trataba de contagiarle ánimos. Katsuki decidió que lo mejor era darle por su lugar. Salieron del departamento y caminaron hasta el edificio de la compañía.

Katsuki mantenía una mezcla de emociones mientras recorría ese camino. Era irreal que sus últimos recuerdos donde mantenía su cordura eran haciendo eso, caminar hacía casa. Esta vez iba al sitio al que le dedicaba horas de trabajo y que era dueño de su orgullo.

Llevaba un suéter verde militar tejido y un pants deportivo junto con su gorro, lo hacía sentir seguro ante las miradas.

Cuando estaban a apenas una manzana de llegar, Ochako se detuvo con una expresión apenada.

- ¿Crees que pueda alcanzarte en un momento? Necesito comprar algo para comer y me muero de hambre. – Katsuki le dio una media sonrisa acompañada de una risa mientras asentía y seguía caminando cuando paro y devolvió la vista a la chica de mejillas rosadas.

- Solo menciona que eres la enfermera de Bakugou Katsuki y te dejaran pasar. – Ella asintió mientras buscaba con la mirada algún sitio donde comprar algo de comida, el rubio camino de vuelta, sintiendo aún más la melancolía.

No tenía ni idea de la clase de charla que tendrían, pero independientemente de eso, la idea de llegar a la compañía, después de meses de ausencia, no solo volvería siendo alguien distinto, estaba seguro de que nada sería igual a como lo recordaba.

Vio en la entrada un coche familiar, era el de sus padres, pero aparte había otro aparcado. Le resto importancia cuando no pudo recordar de quien era. Entonces paso el arco de la puerta principal, unas puertas de cristal altas que dejaban ver los inmaculados pasillos de paredes blancas y piso de un negro reluciente.

Caminó directamente al ascensor y entro, presiono el botón de la sala de reuniones y dio marcha. El sonido de los engranajes le parecía tan nítido que le causaba ansiedad. ¿Eran así de fuertes?

Por alguna razón – llamada Cotard – comenzaba a experimentar una sensación disociativa en la que ni siquiera sabia como era que se movía. Con terror sentía que su cuerpo comenzaba a hacer las cosas por si mismo. Las puertas del ascensor se abrieron y con las manos en los bolsillos, camino a paso medio firme hasta una sala que, aunque tenía las paredes de cristal, este cristal era opaco, evitando ver el interior.

Debía de atravesar una oficina con cubículos donde varios de sus trabajadores, tecleaban entre otras cosas. Todos dejaron de hacer sus tareas cuando lo vieron entrar.

Las miradas se posaron sobre él y con ello, los susurros que muy lejos de sus intentos de ser "silenciosos" eran lo suficientemente fuertes como para que los escuchara. Cosas que hablaban de su aspecto y hasta de lo aliviados que estaban de que no estuviera ahí para que les gritase. Diviso la sala de juntas y camino hacía ella, haciendo caso omiso de lo que escuchaba hasta antes de entrar, paro en seco.

Una corriente eléctrica de ira y adrenalina lo invadió de repente y ante las miradas atentas de todos sus trabajadores, su boca se abrió.

- ¡¿Qué mierda están mirando?! ¡Que no este aquí no significa que esta maldita empresa no me pertenezca, es tan mía como de Yaoyorozu! ¡Así que vuelvan a su maldito trabajo porque no les pago para que holgazaneen, malditos extras! – Dijo con voz firme y autoritaria. Si, ese era Bakugou Katsuki. Ese era él. Pero si era él, entonces ¿quién había sido todo ese tiempo?