Cap.21 "Siempre te amaré".

Magsimula sa umpisa
                                    

—Lo sé Rose, no tienes que mentirme como al resto —le hice saber riéndome un poco. —Sé que Atlas está en 2011, ¿pero cuando volverá?

Ella hizo una mueca de dolor y sus ojos me miraron con tristeza. Dio un paso hacia mi, tomando una de mis manos entre las suyas y soltó un suspiro.

—Atlas no ha vuelto desde el lunes pasado, Zoey —me explicó triste.

Un nudo empezó a formarse en mi estómago y comenzó a subir por mi garganta. Con mi mano libre me apoyé en el marco de la puerta, como si perdiera el equilibrio.

—¿No te dijo cuando volvería? —pregunté ahogada, queriendo salir corriendo de aquí. Ella se lamió los labios algo nerviosa y después de unos segundos de mirar mi mano entre las suyas, volvió a mis ojos y habló.

—Se suponía que vendría el sábado. —No vino. No pudo venir. —Pero tú tranquila, conozco a mi hijo y Caroline también puede ser muy protectora cuando quiere. Seguro lo atraparon queriendo viajar y bueno, se lo prohibieron por este fin de semana.

Quise creer la teoría de Rose, pero algo dentro de mí me decía que eso no era lo que había pasado. Me sentía algo atontada por la idea pero no podía dejar que esto ocupara mí mente ahora.

—Aún falta para las cuatro. ¿Quieres el té?

Después de dos tazas de té y unas galletas de vainilla, salí para la tienda. Rose se encargó de tranquilizarme bastante bien, debido a que era la único con la que podía sacar teorías. Lo único que rondaba mi mente y que no fue preguntarle fue que es lo que iba a decir si alguien me preguntaba por el.

Podía decir que estaba de viaje pero sería muy extraño que él no lo contara antes. También podía decir que estaría en casa de su tía Kelly y  nadie creería que eso es extraño porque ya había mencionado eso varias veces. Pero simplemente era porque yo no sabía dónde estaba y me iba a costar mentir al respecto.

Al día siguiente, mis amigos preguntaron por él. Tuve que decirles que llamó a Rose desde la casa de su tía Kelly para decir que se quedaría allí. Becky preguntó por la noche y mis padres, al día siguiente en el almuerzo. Según ellos, parecía dormir más de lo que acostumbraba y no salía tan seguido. No me gustaba mentirles pero era un secreto que no era mío y no podía compartirlo.

Solo esperaba que la espera no fuese tan larga.

**

Dos semanas pasaron desde que vi a Atlas por última vez. Mi rutina se había vuelto tan normal como lo era antes de conocerlo. Pero el lado bueno es que había pasado más tiempo con Destiny y me había enfocado en no llegar al límite con las fechas de entrega de proyectos.

Había adquirido un nuevo pasatiempo: caminar. Me distraía al menos una hora al día y lo bueno era que Teo iba conmigo. Todo los días luego de la escuela, tomaba la correa del cachorro y salíamos a caminar. Al principio hacia solo unas cuadras para no cansarme pero cuando noté que mi cuerpo tenía la resistencia para más, comencé a ir un poco más lejos. Por alguna razón, siempre terminaba en casa de Rose, almorzando algo casual y volviendo a llevar a Teo a casa para entrar en la tienda. 

El trabajo en la tienda era otra cosa que me mantenía ocupada y con la mente activa. Los clientes aveces no sabían lo que querían y tenias que adivinar o pensar por ellos. Pero por los ahorros para el viaje, Becky iba martes y jueves y yo el resto de la semana. Así que esos días eran un martirio para mi porque me quedaba limpiando mi cuarto o mirando alguna película.

Nosotros ante todoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon