La Leyenda de Ailur

Cap. 39-Los Conspiradores

Triguen escuchaba con atención los ronquidos de su padre, los resoplidos de su tío y la respiración sosegada de sus primos, decidió que era el momento, salió de la cama y luego de la habitación tan silenciosamente como pudo.

Era una cálida y despejada noche de verano, se deslizo entre las sombras hasta la casa de la Curandera y golpeo una de las ventanas, al poco, Topo la abrió desde dentro.

-Te llevare con Relian-le dijo, el chico asintió, la había estado esperando.

El Soldado les aguardaba en el interior de una de las casas abandonadas, merced de su papel tenía llaves para todas.

-Aquí lo tienes.

-Bien hecho, eres maravillosa, ¿ya te lo dije?

-Puedes decirlo de nuevo.

-Y bien, Topo-les ofreció asiento con un ademan-¿Qué opinas del Valle?

-No sé que es peor-dijo secamente-todo ese demente asunto del juego o esa cosa sonriente.

-La cosa, definitivamente la cosa-dijo Triguen.

-Procura no decir su nombre, tiene el mal hábito de aparecerse de la nada cuando lo invocan, y dime, ¿Cuándo nos complacerá Nicolay con su presencia?

-Ya debió tender otro cable-con eso se refería a otra piedra-se supone que de señales de vida y le avise cuando sea momento de que entre pero tendré problemas en ello si me sacan de la Villa.

-Clama, en esta vida todo tiene solución, Triguen y yo podemos pasar los mensajes.

-¿Ella es de fiar?

-¡Claro que lo soy!-exclamo indignada.

-Yo respondo por ella, pero antes de continuar-asió su espada-quisiera dejar bien claro cuál es nuestro objetivo.

Como tantos otros, el Nicolay del exterior creció escuchando sobre el monstruo del Templo de Loki, a diferencia de muchos no quería matarlo por el deseo sino por la gloria que le conferiría librar al mundo de tal horror, Relian les había aclarado meridianamente las cosas, tenían un monstruo y si lo destruía seria digno de canciones y estaba dispuesto a ayudarles, con una simple condición: el deseo seria suyo; Topo expuso aquello de forma desapasionada, igual era sincero o lo había estado practicando.

-Excelente, entonces te recomiendo aprovechar al máximo la semana.

-¿Debo aceptar el papel del Comerciante?

-Oh, definitivamente, todos respiraremos mejor con Anai lejos de aquí.

-De acuerdo-se levanto-si no hay nada más, avisare a mi señor y regresare a casa de Liebre.

-¿Te acompaño?-se ofreció Triguen.

-Es muy tarde-dijo Relian-mejor yo te acompaño a tu casa.

No iba a decirle que no a eso, pero se sentía inquieta y el escozor no se le quito en el breve trayecto.

-¿Relian?-tenía que preguntar-¿para qué quieres el deseo?

-¿Para qué va a ser?, Bria lo necesita, solo me asegure de que no quedara en manos ajenas.

-¡Ah!, pero claro-se sintió tontísima.

-Siento que abuso de ti pero, ¿puedo pedirte algo más?

-Lo que sea.

-Se trata de Nicolay, tiene demasiado poder en el Valle y una ventaja injusta sobre nosotros, ¿Cómo sabemos que no manipula al esclavo igual que Merhs?

-¿Merhs manipulaba a...?-empezó, asombrada, Relian le detuvo poniendo dos dedos sobre su boca.

-Cuidado-dijo-creo que podemos usar la confianza entre ellos a nuestro favor, mantente cerca de Nicolay todo lo que puedas, quizás oigas algo interesante.