Cap. 34-La Leyenda de Ailur

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Nuestro sagaz publico comprenderá que Ailur no podía estar enterada de todo cuanto contamos en el episodio anterior, el esquivo comportamiento de Mitzah...ya me está preocupando eso...o el insólito contacto de Relian con el mundo exterior, pero si le hablo de como Thormu trataba de unir las dos mitades de su familia, que Bria esperaba otro bebe de Brunco, que Liebre estaba cuidando de Yuoko y se había hecho muy amiga de Anai; descontando a Perdiz, que seguía tan solitaria y arisca como siempre, en el Valle se respiraba un ambiente de optimismo y esperanza.

-Y es por ti-concluyo.

-¿Eso crees?

-Yo no diría que eres de los que provocan grandes cambios-dijo-pero al interesarte, al escuchar, motivas a otros a hacer pequeños cambios.

-Ailur...

-Claro que, quizás, alguien debería escucharte e interesarte por ti para variar.

-No hay mucho sobre mí-mascullo.

-Yo creo que sí, ¿Por qué tus padres te llamaron Rapaz?

Por un instante, Nicolay creyó que buscaba meterse con él, como al inicio, pero él mismo no tenía ningún deseo de volver a gritarle y Ailur se le dirigía con franqueza.

-Mamá elegía los nombres-aclaro-pero papá le dijo que no debían ser nombres de personas, creía que así no se encariñaría.

-¿Funciono?

-No-sonrió-ella me encontró un otoño en el bosque, me dejaron allí, quizás mis verdaderos padres no podían cuidarme, tal vez no me querían, no lo sé-se alzo de hombros-mamá me conto que me encontró porque tenía un halcón posado encima.

-¿Un halcón?

-Me estaba cubriendo del frio, eso dijo, y quizás no le creería de no ser por esto-se alzo la manga para mostrarle un par de pequeñas cicatrices, garras-de cuando lo espanto para llevarme con ella, me dijo que le halcón me había tomado por un polluelo porque yo era el bebe más pequeño que hubiera visto.

-Aww.

-No estaba segura de que sobreviviría, peor lo hice, y cuando quedo claro que no moriría me llamo Rapaz.

-Como un halcón-la historia le dejo satisfecha, pero noto que Nicolay volvía a ensombrecerse.

-...La echo mucho de menos...

-Suena como una mujer maravillosa.

-¡Lo es!-volvió a encenderse-no tenia porque salvarme, a ninguno, pero lo hizo, es ese tipo de persona, se preocupa por todo el mundo.

-Ya sabemos de dónde lo aprendiste.

-Je...no merece la vida que lleva con mi padre, viendo como sus niños se convierten en criminales y sus niñas... ¡No es justo!, por eso quisiera traerla al Valle.

-Los deseos sacan a los humanos del Valle, seria irónico usar uno para meterlos.

Por un momento no se oyó más que el rio fluyendo entre ambos y pájaros en los arboles, Ailur estaba juntando piedritas de su lado, ensimismada, y al ver que lo que construía era ni más ni menos que un muro, Nicolay cedió a su naturaleza.

-Sigue-pidió.

-Todos tienen sus reliquias, es cuestión de tiempo para...

-No será así, fui yo quien sugirió reunirlas-ella se detuvo, con una piedrita en la mano-pero no fue para conseguir el deseo.

-Sigue.

-Queremos quedarnos en el Valle, todos nosotros, lo sentimos como nuestro hogar, lo que no queremos es que el juego continúe.

La Leyenda de AilurWhere stories live. Discover now