Cap.09-Roles y Reglas

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La emoción de ver nuevamente a su hermanita le ayudo a ignorarse a si mismo unos instantes más, pero pronto su cuerpo le reclamo, le dolía todo desde el costado derecho y estaba muy rígido, al acordarse de lo ocurrido busco alrededor y vio a Yuoko durmiendo en la cama de al lado, la sala en la que se encontraban parecía una gran enfermería.

-Ella está bien-le dijo Liebre, captando su mirada-tenía algunas laceraciones por una cuerda, le puse un ungüento, tu eres quien necesita reposar.

-Perdiz...-recordó.

-Sí, fue una de sus flechas, por suerte no daño ningún órgano y pude sacarla.

Pudo verla partida en dos en un cuenco, junto a algunos trapos con sangre, la idea de que la pequeña Liebre hubiese salvado su vida sacándole aquello del cuerpo le resulto alucinante, ella debió leerle la impresión en la cara porque soltó una risilla.

-Ya no soy tan pequeña.

-Me doy cuenta... ¿Dónde está Perdiz?

-No lo sé-respondió con repentina sequedad-hace meses que no nos hablamos.

-¿Qué?, pero... ¿no fue ella quien nos trajo contigo?

-De hecho ese fui yo-escucho la voz de Mitzah-me ha dado por espiarte y no me apena reconocerlo.

Como no se podía levantar ni a medias, tenía un apretado vendaje en el torso, movió la cabeza hasta que localizo la puerta, allí estaba Mitzah y, vaya que no se terminaba su mala suerte, Ailur, mirándole con sorna.

-Deberíamos comenzar a hacer apuestas-dijo-no creo que sobrevivas hasta finales de mes.

-Muy graciosa.

-No pretendo hacerte reír-se ofuscaba demasiado rápido con él-¿entiendes lo que está pasando o no?, eres el Ladrón, si insistes en ir en contra de tu papel sufrirás una penalización.

-Alto...-se enfado-¿¡Me estás diciendo que si no soy lo que tú quieres voy a tener mala fortuna!?

-Son las reglas.

-¡Tus reglas!, ¡Esto es tu culpa!

-Rapaz, por favor-le dijo Liebre-deja de moverte.

-Tus dichosas reglas hacen que Perdiz quiera matar a Yuoko, intento ayudarla y acabo con una flecha en el cuerpo, eres una enferma, ¿eh?

-Increíble...eres increíble-Ailur estaba haciendo enormes esfuerzos por no reventar frente a él otra vez-no entiendes nada.

-¿Y cómo quieres que lo entienda?, si todo lo explican a medias.

-Dale un manual o algo, Mitzah.

-Me temo que es iletrado, ama-Ailur le miro y se le escapo una risilla.

-Bueno, eso explica algunas cosas.

-Tú estarás muy educada, ¿no?, si se te nota.

-¡No me...!-respiro hondo-en cuando pueda levantarse lo quiero fuera de mi castillo.

Asique estaban en el castillo, le dieron ganas de gritarle alguna otra cosa pero a ella le gustaba tener la última palabra, así no hubieran acabado nunca, asique la vio marcharse, Yuoko se había despertado por el alboroto y reía con la cara hundida en una almohada.

-No lo creí cuando me conto-dijo Liebre, obligándole a acostarse bien-¿desde cuándo eres así de grosero?

-Ya sé, pero es que me saca de quicio.

-Jejeje, jeje, que bueno estuvo, jejeje.

-¿Es cierto lo que dijo?-pregunto a Mitzah-lo de las penalizaciones.

La Leyenda de AilurWhere stories live. Discover now