Cap.18 "Es hora de pagarme".

Start from the beginning
                                    

Wells me miró antes de escoger una carpa donde entrar. Destiny y Scarlett se reían mientras Jaxon intentaba separar sus cabellos que se habían enredado. En la otra, Brooke seguía cantando mientras Atlas le robaba la botella.

—Escogo esta —le dije primero y corrí a a tienda de mi novio. Él se quejó por lo bajó y lo escuché decirles a las chicas que paren de gritar.

Estuvimos charlando unos diez minutos hasta que nos terminamos la botella. Después de eso, Brooke se instaló en una esquina para dormir. Atlas tenía la cabeza cerca de sus pies y yo la mía en sus piernas. No sabía cómo era que cabíamos y estábamos cómodos en esta posición pero así y todo nos dormimos a los segundos.

Desperté cuando oí algunos pájaros cantar. Me moví en mi lugar para notar que Brooke también estaba despierta, fregándose los ojos como si hubiese despertado recién.

—¿Qué haces despierta? —pregunté moviéndome un poco en mi lugar, destapandome de la manta que tenía sobre el cuerpo.

Atlas dormía plácidamente a mi lado. Supe que él fue quien me tapó en algún momento de la madrugada porque yo no lo había hecho.

—Tengo sed —dijo rascándose la cabeza con pereza.

—También yo —respondí cuando sentí la garganta un poco seca.

Nos miramos y movió la cabeza, indicando que saliéramos. La seguí para encontrarme con el sol del mediodía brillando sobre el campo. Eran alrededor de las doce seguramente. Caminamos en silencio, escuchando algunos pájaros y autos que pasaban por la carretera, hacia la camioneta de Wells. Sacamos dos botellas de agua de la parte de atrás y nos las bebimos de un solo trago.

—Mi cabeza va a explotar —dijo mirando al horizonte—. Deberíamos llevarle agua a Destiny, por si quiere vomitar otra vez.

—¿Destiny vomitó? —pregunté asombrada. Ella asintió mientras volvía a beber agua.

—Si, cuando te fuiste a buscar a Atlas. —Se rio y no pude evitar seguirla. —Me alegro que se hayan arreglado —dijo mirándome.

No le había dicho nada a Brooke pero supo que todo estaba bien cuando volvimos tomados de la mano.

—Si, tenias razón en lo que dijiste. Voy a disfrutar este año, la escuela va a terminar, es el baile y no sé qué voy a hacer luego pero no importa. Se lo que quiero hacer ahora —comenté.

—Estoy muy feliz por ustedes —señaló sonriéndome—. Ya verás que traeré un bonito vestido a su baile graduación.

—Dios, el baile. Tengo que buscar un vestido que ponerme o tu hermano va a salir corriendo —bromeé caminando de vuelta hacia la carpa.

Ella negó con la cabeza y movió su mano en un gesto de poca importancia. Brooke era la única chica que podía verse segura de sí misma luego de una noche de borrachera y ocho horas durmiendo en bolsa de dormir.

—No te preocupes. Seguro podrías ir en pijama y él te vería hermosa igual —dijo dándome un pequeño empujón con su cadera—. Pero antes de eso debes empacar para New York —me recordó con un guiño de ojo.

Media hora más tarde, ya todos estaban despiertos. Nos comimos algunas de las galletas que sobraron del día anterior cuando nos sentamos en los troncos y con la fogata apagada.

Nosotros ante todoWhere stories live. Discover now