71

2.7K 293 28
                                    

Narra Jaesoo:

Dentro de tantas desgracias, la noticia de que Mindae no estaba embarazada, de alguna forma me da un poco de paz, aunque tenía mucho que cuestionarme respecto a nuestra amistad no podía evitar sentir alivio por ella, es tan joven como para ser madre e igual Jungkook, que aún no está para nada en condiciones de ser padre, ¿qué estabilidad podría ofrecer a un niño si no la tiene ni él mismo? Pero me sorprende que Mindae no está tan alegre por la noticia cómo se supone debería. Jackson me había dejado varios mensajes contándome que ella había llorado mucho por eso y resaltando varias veces que estaba loca. ¿Hasta allá llega su obsesión con Jungkook? ¿Se quiere embarazar de él para atraparlo? Eso es una estupidez.

Camino tipeando un mensaje para Jackson, concordando con su opinión, mientras me dirijo hacia la cocina por un poco de agua. El celular de Jungkook me había despertado y ya me había espantado el sueño, así que mejor me salí del cuarto. Voy tan concentrada en mi celular que apenas me doy cuenta cuándo alguien me toma desde atrás y tapa mi boca de forma agresiva, de la impresión mi celular cae al piso y no puedo más que quedarme inmóvil ante lo que veo y siento.

Mis ojos se abren a más no poder cuándo veo a mi padre y Jinwoo arrodillados en el piso de la cocina con cuerdas atadas a sus torsos manteniendo sus brazos inmóviles, un hombre con cara horripilante los apunta con una pistola mientras sonríe de forma maquiavélica, tiene una expresión de psicópata que aterra.

—Si cooperas, no te haré daño, preciosa.— El hombre detrás de mí me habla al oído, su voz denota peligro para mí y no puedo evitar estremecerme de pavor.

Él hace que me mueva y me tira bruscamente en una de las sillas del comedor, mis lágrimas empiezan a empapar su mano en mi boca pero intento no emitir ningún tipo de sonido, no sé cómo pero me trago mis sollozos. El tipo busca cuerda con su mano libre y luego saca un cuchillo y lo pasa por la piel de mi cuello. Cómo no creí que fuese posible, mis ojos se ensanchan aún más y ésta vez si suelto un pequeño chillido que se ahoga en la palma áspera de su mano.

—Shhhhh.— Vuelve a pegarse a mi oído causándome escalofríos.— Voy a soltar tu boca para amarrarte, si gritas te degollo.

Su amenaza logró que me mantuviese en silencio mientras él me apretaba con las cuerdas a la silla. El material de la misma era tan áspero que sentí cómo raspaba la piel de mis brazos pero me las arreglé para no quejarme. Mi padre me miraba preocupado, con la mirada trataba de decirme que me quedara quieta, Jinwoo se veía en completo pánico, amordazada con un trapo, igual que mi padre y cuándo estuve bien amarrada, también yo fui amordazada con un trapo que sabía a hierro o sangre.

—¿Listo?— Preguntó el otro, que tenía una marca en la cara y era más pequeño que el que estaba tras de mí, que aunque no lo había visto bien aún, pude notar su tamaño por su cercanía.

—No encontré nada.— Un tercero apareció, agitado y molesto.

—¿Dónde está?— El de la marca le dió una patada a Jinwoo y el último que apareció estampó una taza que estaba en el mesón contra la pared tras ella, haciendo que los pedazo de porcelana le cayeran encima.

Jinwoo negó repetidas veces, sollozando ahogadamente mientras mi padre observaba preocupado.

—No juegues con nosotros Jinwoo.— Se agachó el marcado para tomar su cabello y hacerla mirarlo, yo temblaba en mi sitio desesperada sin poder dejar de mirar la escena y frustrada por no poder hacer nada.

Natural. » Jeon Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora