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Narra Jungkook:

Me temblaban las manos, seguro ya se había enterado de la pelea, de que falté a clases y toda esa mierda.

Joder, mi cuerpo temblaba casi al mismo ritmo en que sentía el vibrar del celular. El pánico me invadió y me hizo quedar estático.

—¿Qué pasa? — Preguntó Jaesoo tras de mí. — Contesta, ¿no es Seokjin?

Ojalá lo fuese. Por mi mente ya estaban pasando los insultos que recibiría, y los golpes que seguro me esperan en ese infierno llamado "hogar", o peor, el daño que pude haber causado por no seguir sus órdenes.

¿Cómo es posible que aún siga temiéndole a éste imbécil que tengo por padre? Cuándo ya poseo la fuerza física para mandarlo al hospital, para molerlo a golpes. Pero no puedo arriesgarme, no puedo arriesgar la vida de ella, debo hacer todo lo que me pide, y parecer lo más débil e indefenso ante él, aunque no sé si ya lo sucedido mandó todo a la mierda.

—Aló. — Decido por fin contestar el celular.

—¿Dónde mierda estás? —Es obvio que está molesto, su tono cínico lo denota.

—Ya voy a la casa, ¿por qué? —Trato de hablar lo más calmado posible, pero aunque trate de ocultar mi miedo, él sabe que le temo, mucho, o bueno, a lo que es capaz de hacer.

—Bien, recibí una llamada del colegio, aquí hablaremos, apresúrate. — Ese "aquí hablaremos" es una sentencia de muerte, segura.

Me sumergí un momento en mis recuerdos.

—Esa perra, nos abandonó hijos. —Deukook hablaba serio, sentado a la cabeza de la mesa, mientras cenamos. —Es doloroso, pero cierto. Y no pretendo mentirles ni suavizar las cosas con palabras bonitas, ya ustedes tienen suficiente edad para entender como es éste maldito mundo.

Yo lo miraba con rabia, con la mano en la mejilla, tratando de aliviar el dolor del golpe que me había dado hace unos segundos por gritarle mentiroso. Estaba fúrico, pero no quería recibir otro golpe, por lo que me tuve que tragar todas mis maldiciones, las pocas que conocía a los 7 años.

—Yo la amaba, ustedes saben que es así. Pero, ¿cómo se hace? Cuándo alguien no es para ti, ni aunque te pongas, ni aunque te quites. —Suspiró, fingiendo tristeza. —Por ahora, quiero que sigamos con la misma dinámica, ya saben, quiero que sigan siendo los mejores en el colegio, en los deportes, esos chicos ejemplares que crie. No vamos a permitir jamás que crean que nos hace falta esa estúpida. Y luego me tendrán que ayudar a hacer dinero, pero eso se los explico cuándo lo tenga más claro. Disfruten de la cena. —Se levantó de la mesa, para ir a la cocina.

Allí traté de aprovechar, para hablar con Seokjin, el parecía ido, atrapado en sus pensamientos y jugaba con los fideos de su plato.

—Todo lo que diga sobre nuestra madre, sabes que es mentira, no hay que creerle nada. —Susurré, captando su atención. —Seokjin, mamá no se fue, él la echó, yo vi todo anoche, la golpeaba como siempre, le dijo que la iba a matar. —A pesar de estar alarmado, traté de ser lo más discreto que podía.

—Lo sé Jungkook, yo sé, no soy sordo, pero es mejor que te calles y termines tu comida, luego hablamos. —Él puso su dedo sobre sus labios, en señal de que hiciera silencio.

Pero mi desespero no me dejó acatar su consejo.

—No, tenemos que ir por ella ya, tenemos que buscarla, huir ahora. —Casi grité.

Cuando vi que Seokjin alzó la mirada, llena de pánico, volteé asustado.

No pude ni prepararme para la gran bofetada que recibí. Él me tomó del cuello de mi camisa y me alzó sin esfuerzo, mi cuerpo chocó contra la pared, causándome un fuerte dolor en la cabeza que me aturdió por un momento.

—No vas a buscar a nadie maldito niño. —Me señaló con el dedo de su mano libre, luego empezó a darme fuertes toques con él mientras intercalaba las palabras al ritmo de los golpes. —Entiende que ella te abandonó. — Ésta vez hundió su dedo en el costado de mi frente, causándome un dolor horrible. — Se fue, se esfumó, piensa que murió, si quieres, pero no le importaste lo suficiente como para quedarse, más le importó irse con otro hombre. Así que preocúpate de seguir mis órdenes, no de llevarme la contraria por esa perra, ¿o quieres que lo ayude a entender mejor? —Formó un puño con su mano y lo puso frente a mí. Negué rápidamente con la cabeza, asustado hasta el tuétano. —Muy bien, termina de comer y recojan para que se vayan a dormir ya, par de inútiles. — Me soltó y caí de golpe en el piso, mis piernas no tenían nada de fuerza. —Entiendan que ahora somos sólo nosotros tres, y espero que no me causen problemas.

Seokjin ni lo miró, sólo se escondió tras su flequillo, hasta que él volvió a salir de la habitación.

—Te dije que te callaras. —Se levantó de su silla para ayudarme a levantarme también, y luego ambos nos sentamos en la mesa nuevamente. —Sigue las órdenes, calla, hazle caso.

No podía creer que me estuviese diciendo todo aquello, cuando él era el primero en ser rebelde ante Deukook.

—Si no lo haces, matará a mamá.—Dijo serio.

Y no le creí en ese momento, hasta que Deukook me puso las condiciones que debía seguir a cambio de dejarla en paz.

—Ah, que linda la parejita. —Una voz masculina, pero chillona, me hizo salir de mi ensimismamiento.

—Por favor, no es lo que piensas Jimin. —Jaesoo se interpuso entre ambos, deteniendo la caminata fúrica de Jimin hacia mí. —¿Quién te dijo esa mierda? ¿Jackson? —Ella parecía molesta, pero más dolida, la verdad.

—Me lo dijo casi toda la puta escuela, ¡hasta está en instagram!—Gritó lo último, y yo bufé. —Una linda foto de ustedes saliendo del colegio agarrados de la mano, como todos unos tórtolos.— El sarcasmo de sus últimas palabras, me hizo notar que en serio estaba muy molesto, además de su mirada asesina, claro.

Si no tuviese la preocupación de todo el asunto con Deukook estuviese cagado de la risa, pero estaba muy cansado para ello.

—Ay, por favor Jimin, ¿por esa mierda me golpeaste? Sé un poco hombre viejo, dejándote llevar por chismes de instagram, por Dios.— Traté de sonar relajado, pero la verdad es que el hecho de que haya hecho eso por un maldito chisme, me hervía la sangre.

—No puedo creer que por un estúpido chisme, hayas armado éste espectáculo. —Jaesoo intervino antes de que Jimin hablara.—¿No pudiste preguntarme a mí? No, tuviste que creer esas estupideces de buenas a primera.

—¿Para qué te iba a preguntar? ¿Para que me mintieras otra vez? ¿Para seguir humillándome siendo el gran buen novio mientras estás con éste?— ¿Qué mierda? Éste ve muchas novelas. —Debí saberlo desde que te encontré tras la cantina. Aparte, ¿cuál era la necesidad de mentirme? Desde un principio te dije que si sentías algo por alguien más, no me te involucraras conmigo. Pero no, tenías que causar todo éste embrollo.

—Yo no causé nada, no te estaba mintiendo en ningún momento, hasta te conté cosas que ni a mis amigos les he contado, te tuve confianza, y tú no tiene ni un poquito de confianza en mí Jimin. —Jaesoo tenía los ojos aguados, así que sí estaba enamorada de éste enano insufrible. — ¿Sabes qué? Olvídalo, piensa lo que quieras, que todos piensen lo que les da la gana, tengo cosas más importantes de qué ocuparme. —Ella le dio la espalda, y caminó, dejándonos a ambos atrás.

Jimin bufó molesto, y se fue hacia el grupo de amigos que lo estaban esperando en su auto, se montó en éste y arrancó.

Yo le envié un mensaje rápido a Seokjin, para que fuese a buscarme, y cuándo alcé la cabeza, Jaesoo no estaba por ningún lado.

Bueno, no creo que se vaya a encontrar con los matones en una para de autobús. O bueno, ¿a mí que me importa? Que cuide de sí misma de una buena vez. A la mierda todo, tengo algo más importante de qué preocuparme, y la cara que tiene Seokjin al ir a buscarme, me alarma aún más.

Natural. » Jeon Jungkook.Where stories live. Discover now