Capítulo 49

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ーDoctor Martin, siento mucho de verdad el tener que privarle de su increíble enfermera.

ーVamos Albert, no te preocupes por eso, es entendible que Candy tenga que estar de ahora en adelante en Chicago.

ーLa tía abuela me lo ha exigido, si no, no lo haría, doctor ーle dijo Candy. 

ーLo sé Candy, lo sé, pero tu prometido ーdijo guiñando un ojoー, te necesita también a su lado.

ーMi tía dice que es más que nada por todos los eventos de beneficencia que se vienen estos próximos meses y a los que Candy como mi prometida tendrá que acompañarme ーdijo Williamー. Y claro, también para que tenga parte en los preparativos de la boda y que se aclimate a su nuevo rol en la familia.

ーEstoy segura de que la tía abuela también tiene aún muchas cosas por enseñarme, Albert.

ーPero bueno, el señor Ardlay ha prometido que me conseguirá otra enfermera para que me ayude en la clínica y confío en eso ーdijo el doctor Martin, sonriendo.

ーEso téngalo por seguro, será de las primeras cosas de las que me ocupe cuando regresemos a Chicago. Y por supuesto, enviaré también un coche a recogerlos para que puedan acompañarnos en nuestra fiesta de compromiso.

ーMe hace muy feliz muchacho, el verles tan contentos.

William volteó con Candy sonriéndole y la atrajo hacia él. Una vez que se habían despedido y que Candy había recogido sus pertenencias de la Clínica Feliz, regresaron al Hogar de Pony a que hiciera ahí lo mismo.

La noche anterior, después de pedir su mano a las mujeres que la criaron y después de haber enviado el telegrama a su tía para notificarle sobre los acontecimientos, Candy y William habían regresado al Hogar de Pony y él se había quedado a descansar en una de las habitaciones para huéspedes. Ese día muy temprano había recibido un telegrama desde Chicago y había tenido que regresar al pueblo para llamar a su tía por teléfono. Había sido durante esa llamada en la cual Elroy Ardlay le había dicho que si querían casarse tan rápido, Candy debía de regresar a Chicago con él para vivir en la mansión los meses anteriores a la boda, y ahora ambos estaban haciendo todos los preparativos para ello.

********

ーSeñorita Pony, hermana Lane, muchas gracias por todo ーles dijo Candyー. ¿Seguro que estarán bien?

ーPor supuesto Candy, estamos completamente felices por ti y por el señor Ardlay, es lógico que tengas que estar en Chicago para poder preparar una boda en tan poco tiempo, solo me preocupa que la gente pueda pensar que la están apresurando por otras razones...

ーSeñorita Pony, la gente puede pensar lo que quiera, y por favor, llámeme Albert ーcontestó Williamー. En verdad, creo que tanto a Candy como a mí siempre nos ha tenido sin cuidado lo que los demás puedan decir. Pero yo ya no soy un niño y sé lo que quiero, Candy y yo nos conocemos muy bien, no veo motivo por el cual debamos esperar más; si con los recursos necesarios una boda se puede organizar en poco tiempo.

ーCon sus recursos, Albert ーdijo la hermana Lane.

ーY bueno, si no se usan los recursos para ayudarnos a estar con las personas que más amamos, entonces ¿para qué nos sirven? ーdijo él, sonriendo cálidamente.

Las damas sonrieron y de nuevo se despidieron de Candy con un abrazo maternal, deseándole lo mejor y asegurándole que la verían en un par de días en la fiesta de compromiso.

ーEnviaré por ustedes. De nuevo muchísimas gracias por su hospitalidad y por haber criado a esta mujer tan maravillosa ーdijo William, besando la mano de Candy.

Siempre te esperéWhere stories live. Discover now