Capítulo 41

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ーGeorge, me dijo Albert que te sientes mal, ¿qué te pasa? ーle preguntó Candy, preocupada.

ーSeñorita Candy, no se hubiera molestado en venir. Es solo dolor de cuerpo y garganta.

ー¿Me permites revisarte? No tengo mi maletín conmigo pero al menos puedo hacer algo.

ーBien, George ーdijo William, entrando al área común de la suite presidencial en donde se hospedabaー. Ya le avisé a Sonia que arregle su maleta, compré dos boletos para el tren y les ordené que agregaran el vagón. ¿Estás seguro de que te sientes lo suficientemente bien como para viajar? Aún tienes tiempo de arrepentirte.

ーWilliam, quisiera viajar mientras no me siento tan mal, ¿cuánto falta para que salga el tren?

ーAún bastante, sale hasta dentro de cuatro horas. Te ayudaré a hacer la maleta.

ーNo es necesario Albert, yo la hago ーle dijo Candy.

ーSeñorita Candy, William, por favor, puedo hacerla yo mismo.

ーNo George, tú tienes que descansar lo más que puedas ーcontestó Candy mientras se dirigía hacia el armario, y con la ayuda de William sacaba la ropa de George y comenzaba a preparar su maleta.

ーTambién voy a pedir que te traigan el desayuno a la habitación, para que no tengas que bajar ーle dijo William, encaminándose a tomar el teléfono, que comenzó a timbrar justo en el momento que él llegaba a su ladoー. Qué extraño, ¿quién podrá ser? ーse preguntó mientras descolgaba el auricular.

Mientras William hablaba por teléfono, Candy terminó de preparar la maleta de George y se sentó a su lado a revisar su garganta. Después de colgar el auricular, William se dirigió a ellos con una mueca en su cara.

ー¿Qué pasa, todo bien? ーle preguntó George.

ーPues... sí. La verdad no sé porqué me extraña.

ー¿Qué pasa? ーpreguntó Candy.

ーEra mi tía...

ー¿La tía abuela?... ¿Se encuentra bien, tuvo alguna recaída?

ーCandy ーcontestó Williamー, nunca había escuchado a la tía Elroy con tanta energía. O tan firme y decidida, créeme.

ー¿Qué te dijo? ーpreguntó George.

ーDice que prefiere dejarme a mí sin guardaespaldas, que dejar a Candy sin dama de compañía.

ーJa, ja, ja ーcomenzó a reír George, provocándose un ataque de tosー. ¿Y ella cómo se ha enterado de tus planes?

ー¡Oh vamos George, como si no la conociéramos! ーcontestó William, teatralmenteー. ¡Por eso digo que no debería extrañarme! Por supuesto que Sonia tenía órdenes de estarle reportando cualquier movimiento o cambio, así que muy seguramente le acaba de llamar para ponerla al tanto del viaje, y es por eso que he recibido esta llamada. Parece que no tenemos opción, Steven tendrá que viajar contigo.

ー¿Pero, cómo vas a permanecer aquí en una ciudad desconocida sin guardaespaldas? Yo puedo viajar solo.

ーY bueno, de eso no tienes porqué preocuparte, mi tía también me ha contratado ya un guardaespaldas para que me cuide... o vigile, como prefieras llamarle, mientras permanezca en Florida... Al menos no viajará con nosotros de regreso a Chicago.

ーVaya, vaya... tu tía te podrá confiar el que sin ayuda seas tú quien maneje y cierre tratos de negocios multimillonarios, pero tal parece que en lo que respecta a estar a solas con la señorita Candy, no te tiene ni pizca de confianza, William...

Siempre te esperéNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ